martes, 27 de marzo de 2012

28 de Marzo Cuaresma de Caridad

Quinta semana de Cuaresma
Miércoles de Caridad

Jesús tomó la iniciativa de la preparación de la cena, se dirigió a ella con los doce que había escogido. El Evangelio de San Marcos es muy breve al describir estos hechos.
Parece como tuviese prisa!
Jesús quiere que Sus discípulos se fijen en lo que es esencial, pues la narración de la pasión no pretende conmover a las personas, sino llevarlas a reflexionar, en busca del sentido de todo.
Reza con el texto del Evangelio de San Marcos, que proporciona excelente oportunidad para entrar discretamente en la escena, identificando el modo de actuar de cada persona.

“El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?».Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: "¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?". Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario». Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Al atardecer, Jesús llegó con los Doce. Y mientras estaban comiendo, dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo». Ellos se entristecieron y comenzaron a preguntarle, uno tras otro: «¿Seré yo?». Él les respondió: «Es uno de los Doce, uno que se sirve de la misma fuente que yo. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!».
Mc 14, 12-21

Cuaresma de Fraternidad.
Recuerda dar. Entregarte.
Bienes, tiempo, esfuerzo, palabras, silencios, abrazos.
Todo nos acerca a Él!

La Iglesia celebra la Misa de hoy con los siguientes textos:
Dt 3,14-20.24.28
Dt 3,52-56
Jn 8,31-42


Mons. Alberto Taveira Corrêa
Retiro Popular de Cuaresma 2012
Editorial Cancão Nova.

lunes, 26 de marzo de 2012

Martes 27 - En Jerusalén con Jesús

Quinta semana de Cuaresma
Martes de Caridad


Continúa nuestra lectura del Evangelio de San Marcos, nuestro “predicador” en éste Retiro durante la Cuaresma. El punto más alto de su Evangelio es la pasión y la resurrección de Jesús. El drama se desarrolla en Jerusalén, donde se manifiesta como Cristo, Hijo de Dios, y encuentra todo tipo de oposición. En el medio de la persecución, Jesús es quien “domina” los acontecimientos.
El escándalo del Mesías crucificado estaba en los planos de Dios!


Acompañemos los hechos.
Los escribas preparan el golpe; Judas hace su propuesta (Mc 14, 1-2.10-11). El clima es tenso. Jesús va a Betania y los discípulos sin entender cosa alguna, testimonian un hecho inusitado. El texto que sigue debe orientar tu oración hoy:


 

“Mientras Jesús estaba en Betania, comiendo en casa de Simón el leproso, llegó una mujer con un frasco lleno de un valioso perfume de nardo puro, y rompiendo el frasco, derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Entonces algunos de los que estaban allí se indignaron y comentaban entre sí: «¿Para qué este derroche de perfume? Se hubiera podido vender por más de trescientos denarios para repartir el dinero entre los pobres». Y la criticaban. Pero Jesús dijo: «Déjenla, ¿por qué la molestan? Ha hecho una buena obra conmigo. A los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden hacerles bien cuando quieran, pero a mí no me tendrán siempre. Ella hizo lo que podía; ungió mi cuerpo anticipadamente para la sepultura. Les aseguro que allí donde se proclame la Buena Noticia, en todo el mundo, se contará también en su memoria lo que ella hizo”.
Mc 14, 3-9


La mujer tomo parte, a su manera y por inspiración, de la sepultura de Jesús. El gesto de la mujer fue considerado por algunos un desperdicio, pues trescientos denarios eran el salario de trescientos días de un operario. Su gesto recuerda a la viuda que dio todo lo que poseía (Mc 12,41-44) Son dos mujeres exageradas! Cuando aquella desconocida quiebra el frasco es posible entrar en la escena del Evangelio, descubriendo la manera de superar la mezquindad existente hasta hoy.
El contraste es evidente, cuando uno de los doce se envuelve por dinero en la trama armada contra Jesús. La traición del amigo es odiosa y dolorosa. Jesús afirma tener conocimiento de la pasión y de la muerte próxima y de la futura prédica de la iglesia.
En medio de los dramas humanos y del gran drama de la Pasión, aquí estamos nosotros. Muchos gestos aparentemente locos fueron hechos por gente generosa, capaz de envolverse gratuitamente, dando todo!


Identifica en tu vida y a tu alrededor estas actitudes de entrega, que suscitan alegría indescriptible, aún en medio del dolor. Con Jesús, abraza todas las etapas de las eventuales crisis de la vida.


Cuaresma de Caridad: el ejercicio de la caridad es muy simple, y muy importante.
Se trata de esparcir noticias buenas y durante este día sólo hablar el bien respecto de las personas.


Liturgia de hoy:
Números 21, 4-9
Salmo 101
Juan 8, 21-30


Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editorial Canção Nova

domingo, 25 de marzo de 2012

Fiesta de La Anunciación del Señor

Relato de la Anunciación
Evangelio según San Lucas (Lc 1,26-38)
Anunciação 

“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue.”

La fe de la Virgen María
Catequesis de Juan Pablo II (3-VII-96)
1. En la narración evangélica de la Visitación, Isabel, «llena de Espíritu Santo», acogiendo a María en sucasa, exclama: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1,45). Esta bienaventuranza, la primera que refiere el evangelio de San Lucas, presenta a María como la mujer que con su fe precede a la Iglesia en la realización del espíritu de las bienaventuranzas.


El elogio que Isabel hace de la fe de María se refuerza comparándolo con el anuncio del ángel a Zacarías. Una lectura superficial de las dos anunciaciones podría considerar semejantes las respuestas de Zacarías y de María al mensajero divino: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad», dice Zacarías; y María: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» (Lc 1,18.34). Pero la profunda diferencia entre las disposiciones íntimas de los protagonistas de los dos relatos se manifiesta en las palabras del ángel, que reprocha a Zacarías su incredulidad, mientras que da inmediatamente una respuesta a la pregunta de María. A diferencia del esposo de Isabel, María se adhiere plenamente al proyecto divino, sin subordinar su consentimiento a la concesión de un signo visible.
Al ángel que le propone ser madre, María le hace presente su propósito de virginidad. Ella, creyendo en la posibilidad del cumplimiento del anuncio, interpela al mensajero divino sólo sobre la modalidad de su realización, para corresponder mejor a la voluntad de Dios, a la que quiere adherirse y entregarse con total disponibilidad. «Buscó el modo; no dudó de la omnipotencia de Dios», comenta San Agustín (Sermo 291).


2. También el contexto en el que se realizan las dos anunciaciones contribuye a exaltar la excelencia de la fe de María. En la narración de San Lucas captamos la situación más favorable de Zacarías y lo inadecuado de su respuesta. Recibe el anuncio del ángel en el templo de Jerusalén, en el altar delante del «Santo de los Santos» (cf. Ex 30,6-8); el ángel se dirige a él mientras ofrece el incienso; por tanto, durante el cumplimiento de su función sacerdotal, en un momento importante de su vida; se le comunica la decisión divina durante una visión. Estas circunstancias particulares favorecen una comprensión más fácil de la autenticidad divina del mensaje y son un motivo de aliento para aceptarlo prontamente.
Por el contrario, el anuncio a María tiene lugar en un contexto más simple y ordinario, sin los elementos externos de carácter sagrado que están presentes en el anuncio a Zacarías. San Lucas no indica el lugar preciso en el que se realiza la anunciación del nacimiento del Señor; refiere, solamente, que María se hallaba en Nazaret, aldea poco importante, que no parece predestinada a ese acontecimiento. Además, el evangelista no atribuye especial importancia al momento en que el ángel se presenta, dado que no precisa las circunstancias históricas. En el contacto con el mensajero celestial, la atención se centra en el contenido de sus palabras, que exigen a María una escucha intensa y una fe pura.


Esta última consideración nos permite apreciar la grandeza de la fe de María, sobre todo si la comparamos con la tendencia a pedir con insistencia, tanto ayer como hoy, signos sensibles para creer. Al contrario, la aceptación de la voluntad divina por parte de la Virgen está motivada sólo por su amor a Dios.


3. A María se le propone que acepte una verdad mucho más alta que la anunciada a Zacarías. Éste fue invitado a creer en un nacimiento maravilloso que se iba a realizar dentro de una unión matrimonial estéril, que Dios quería fecundar. Se trata de una intervención divina análoga a otras que habían recibido algunas mujeres del Antiguo Testamento: Sara (Gn 17,15-21; 18,10-14), Raquel (Gn 30,22), la madre de Sansón (Jc 13,1-7) y Ana, la madre de Samuel (1 S 1,11-20). En estos episodios se subraya, sobre todo, la gratuidad del don de Dios.
María es invitada a creer en una maternidad virginal, de la que el Antiguo Testamento no recuerda ningún precedente. En realidad, el conocido oráculo de Isaías: «He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7,14), aunque no excluye esta perspectiva, ha sido interpretado explícitamente en este sentido sólo después de la venida de Cristo, y a la luz de la revelación evangélica.


A María se le pide que acepte una verdad jamás enunciada antes. Ella la acoge con sencillez y audacia. Con la pregunta: «¿Cómo será esto?», expresa su fe en el poder divino de conciliar la virginidad con su maternidad única y excepcional.
Respondiendo: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lc 1,35), el ángel da la inefable solución de Dios a la pregunta formulada por María. La virginidad, que parecía un obstáculo, resulta ser el contexto concreto en que el Espíritu Santo realizará en ella la concepción del Hijo de Dios encarnado. La respuesta del ángel abre el camino a la cooperación de la Virgen con el Espíritu Santo en la generación de Jesús.


4. En la realización del designio divino se da la libre colaboración de la persona humana. María, creyendo en la palabra del Señor, coopera en el cumplimiento de la maternidad anunciada.


Los Padres de la Iglesia subrayan a menudo este aspecto de la concepción virginal de Jesús. Sobre todo San Agustín, comentando el evangelio de la Anunciación, afirma: «El ángel anuncia, la Virgen escucha, cree y concibe» (Sermo 13 in Nat. Dom.). Y añade: «Cree la Virgen en el Cristo que se le anuncia, y la fe le trae a su seno; desciende la fe a su corazón virginal antes que a sus entrañas la fecundidad maternal» (Sermo 293).
El acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa (cf. Gn 15,6; Redemptoris Mater, 14). Al comienzo de la nueva alianza también María, con su fe, ejerce un influjo decisivo en la realización del misterio de la Encarnación, inicio y síntesis de toda la misión redentora de Jesús.
La estrecha relación entre fe y salvación, que Jesús puso de relieve durante su vida pública (cf. Mc 5,34; 10,52; etc.), nos ayuda a comprender también el papel fundamental que la fe de María ha desempeñado y sigue desempeñando en la salvación del género humano.


Fuente Textos y Fotos del Portal Canción Nueva en español

26 de Marzo - Tiempo de agradecer


Lunes de Oración
Solemnidad de la Anunciación del Señor.


La Iglesia celebra hoy la Anunciación del Señor, solemnidad transferida de ayer domingo 25 de Marzo.
Queremos acompañar las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en la Liturgia de hoy:
Isaías 7,10-14 – La virgen concebirá y dará a luz un Hijo
Salmo 39 – Vengo a hacer con placer, Tu voluntad.
Hebreos 10, 4-10 – En el libro está escrito: Vengo a hacer Tu Voluntad.
Lucas 1,26-38 – Concebirás y darás a luz un Hijo.


Para tu lectura orante de este día,
toma el texto de Lucas 1,26-38


"En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó."

El primer paso en nuestro encuentro con Jesucristo fue hecho por el propio Dios que nos llamó. Hoy es día para agradecer de nuevo por todas las personas que fueron como ángeles que vinieron a nuestro encuentro, para anunciar el nombre y el misterio de Jesucristo. Recuerda al sacerdote que te dio el Sacramento del Bautismo, al Obispo que quien recibiste el crisma, a los sacerdotes que fueron tus confesores.
Da tu respuesta, tu sí, nuevamente delante de Dios.


Cuaresma de oración: reza hoy con piedad y devoción los misterios gozosos. Acompañando la propuesta que hicimos en éste, nuestro retiro de cuaresma.


Retiro Popular de Cuaresma
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editorial Canção Nova


Misterios Gozosos o Misterios de alegría
Lunes y Sabados.


Meditar los misterios gozosos significa entras en las motivaciones ultimas y en el significado profundo de la alegría cristiana. Significa fijar el mirar sobre la realidad concreta del misterio de la Encarnación y sobre el oscuro preanuncio del misterio de sufrimiento salvífico. María nos lleva a aprender el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es, antes que todo, “buena nueva”, que tiene su centro y su contenido en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo.


Primer Misterio.
La Anunciación, cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitación a la alegría mesiánica: “¡Alégrate, María!. Para éste anuncio se encamina la historia de la Salvación y la historia del mundo. Si el designio del Padre es recapitular en Cristo todas las cosas (Ef. 1,10), entonces todo el universo es alcanzado por el favor divino, con lo cual el Padre se inclina sobre María para tornarla Madre de su Hijo. Por esto, toda humanidad está incluida en el “hágase en mí según Tus Palabras” con el que ella responde rápidamente a la Voluntad de Dios.


Segundo Misterio:
Sobre el signo de la exultación, aparece la escena del encuentro con Isabel, donde la misma voz de María y la presencia de Cristo en su vientre hacen “saltar de alegría” al pequeño Juan (Lc 1,44)


Tercer Misterio:
Inundada de alegría esta la escena de Belém donde el nacimiento del Niño Dios, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores precisamente como una “gran alegría” (Lc 2,10)


Cuarto Misterio:
La presentación en el templo, en tanto muestra la alegría de la consagración y éxtasis del viejo Simeón, registra también la profecía del que es “señal de contradicción”, el pequeño Niño, que será también “espada que atravesará el alma de la Madre” (Lc 2,34-35)


Quinto Misterio:
Gozoso y, al mismo tiempo, dramático es el episodio de Jesús, a los doce años, en el templo. Nosotros lo vemos en Su divina Sabiduría, cuando escucha e interroga, y sustancialmente en el papel de aquel que enseña. La revelación de Su misterio de Hijo totalmente dedicado a las cosas del Padre es anuncio de aquella radicalidad evangélica que pone en crisis los lazos más fuertes de los hombres, delante de las exigencias absolutas del Reino de Dios. Hasta José y María, afligidos y angustiados, “no comprendieron” aquellas palabras. (Lc 2,50)

Novena para alcanzar lo imposible

Novena a la Virgen María para alcanzar lo imposible.
Inicia el día 25 de marzo (Fiesta de la Anunciación)
hasta el 25 de diciembre


Estamos en plena Cuaresma.
En este largo tiempo de penitencia y conversión, hay una fecha en que la liturgia de la Iglesia nos trae un día especial de fiesta y de mucha alegría: es el día 25 de marzo, en que celebramos aquel momento singular en que el ángel Gabriel anunció a María que ella había sido elegida para ser la madre del Salvador. Y ante su sí, el Verbo Divino se hizo carne y habitó entre nosotros, y ella, a partir de aquel instante, se tornó la Madre del Hijo de Dios, por obra del Espíritu Santo.
A partir de aquella hora, todo cambió en la historia de la humanidad, con la Encarnación del Hijo del Altísimo en el seno de la Virgen María se dio inicio a nuestra salvación.
Ante tan grande misterio, el ángel Gabriel pudo proclamar: “para Dios nada es imposible!”.


Fue escogida esta fecha, 25 de marzo, porque es la fecha que marca exactamente los nueve meses antes de la Navidad, 25 de diciembre.
Ante esta realidad, de que para Dios nada es imposible, la devoción popular creó una novena muy especial, que se prolonga durante nueve meses, entre la Anunciación y la Navidad. Se creó también una oración, que ha tomado diferentes formas con el pasar el tiempo. Es una oración para pedir a Dios, con la intercesión de la Virgen, lo imposible y que venga a solucionar situaciones que humanamente se muestran imposibles.
Esta devoción se propagó, porque innumerables personas han sido atendidas y testimoniaron que realmente, para Dios nada es imposible.


 



¿Por qué, recitando diariamente esta sencilla oración durante estos nueve meses, la gente ve a Dios realizando tantas maravillas?


Primero, porque las personas se van aproximando al gran imposible: el Hijo de Dios, que en estos nueve meses va tomando carne en el seno de la Virgen para traer la salvación a toda la humanidad.


Segundo, porque perseverando en el pedido, durante los nueve meses, uno va creciendo en la fe expectativa que los lleva a tocar concretamente en la realidad de que, si para Dios nada es imposible, todo es posible para el que cree.


Todos tenemos muchas necesidades y, cada vez más, estamos rodeados por tantos imposibles, por eso, resolví presentarte esta novena y esta oración. Que tú también puedas proclamar: lo imposible, Él lo puede realizar.


Mons. Jonas Abib
Fundador Canção Nova

25 de Marzo - ¡Llega la hora!

Quinta semana de Cuaresma
Jesucristo, rostro divino del hombre,
Rostro humano de Dios.


 

Jesucristo es la buena nueva de la Salvación comunicada a los hombres de ayer, de hoy y de siempre, y, al mismo tiempo, Él es también el primer y mayor evangelizador. La iglesia debe colocar el centro de su atención pastoral y de su acción evangelizadora en Cristo crucificado y resucitado. Todo lo que se proyecta en el campo eclesial debe partir de Cristo y de su Evangelio. Por esto mismo, la Iglesia en toda América debe hablar cada vez más de Jesucristo, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre. Este es el anuncio que verdaderamente mueve a los hombres, que despierta y transforma los ánimos, o sea, que convierte. Es preciso anunciar a Cristo con alegría y fortaleza, y sobre todo con el testimonio de la propia vida. (Ecclesia in América 67)


El nombre de Jesucristo debe ser proclamado en todas partes. Nuestro retiro llegará a los pies de la cruz, donde seremos invitados a hacer nuestra profesión de Fe en el Hijo de Dios.


25 de Marzo
Domingo, día del Señor


Muchos vinieron de lejos para conocer a Jesús. Allá en el inicio, fueron hombres llegados de oriente, viajando detrás de una estrella. En el correr de la vida pública de Jesús eran ciegos, sordos, mudos, cojos, lisiados, prostitutas y toda clase de pecadores públicos.
Acudían a Él, escribas, fariseos, pobres y ricos, malos y buenos.
Es que la invitación estaba dirigida a todos!
Las opciones fueron hechas poco a poco.
En éste domingo, pongámonos en la piel de algunos extranjeros que se aproximaron a los apóstoles:


"Entre los que habían subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. Él les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada. ¿Y qué diré: "Padre, líbrame de esta hora"? ¡Si para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar». La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir."
Juan 12, 20-33



Para participar bien de la Eucaristía de éste domingo,
lee los textos de la Liturgia:
Jeremías 32,31-34
Salmo 50
Hebreos 5,7-9
Juan 12,20-33


Con el Evangelio de San Marcos llegamos a Jerusalén y acompañaremos la Pasión del Señor. También San Juan, en el Evangelio de éste quinto domingo de la Cuaresma, está con nosotros en Jerusalén, cuando concluye la actividad de Jesús en aquella ciudad.
Se abre una ventana para la conversión de los paganos!
Son hombres que concurrieron a la ciudad para la fiesta.
Llega la hora de la glorificación de Jesús!
Por su pasión y muerte, Él llegará a la gloria, como ilustra la comparación del grano de trigo, sepultado en la tierra para dar fruto.
La misma suerte le tocará a los seguidores de Jesús. El siervo ha de acompañar a Jesús donde quiere que Él vaya: la cruz y la gloria. Lleva en tu corazón, para la eucaristía de éste domingo, todas las personas que necesiten ver a Jesús!
Como sabemos, nuestro retiro comunitario (popular) acontece en la Iglesia, con la participación en la Misa dominical.


Retiro Popular de Cuaresma
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editorial Canção Nova.

sábado, 24 de marzo de 2012

¿De qué contagias al mundo?

contagiar 

El afecto siempre tiene un impacto
en el exterior deformando así nuestro entorno,
por ello es importante detectar
que tipo de huella estamos dejando
en todos los ámbitos en los que nos desarrollamos,
esto nos dará la posibilidad de fortalecer
aquellas áreas que no se encuentren tan estables en nuestra vida.
Durante el día es importante que reflexionemos
cuál es la impresión o qué mensaje
estamos dando a los demás sobre quiénes somos
o qué queremos en la vida,
muchas veces este mensaje es el equivocado
y en consecuencia no obtenemos lo que queremos,
o afectamos nuestro entorno de manera negativa.


Un ejemplo de esto podría ser cuando decimos algo
y actuamos dando el mensaje contrario,
esto puede llegar a confundir a los demás causando enojo, frustración y desagrado hacia nosotros.
Sin embargo si nos conducimos con amor y tolerancia,
congruencia y armonía cuidando que nuestras palabras se dirijan a donde queremos y que causen un efecto positivo en nuestro entorno es probable que tengamos y multipliquemos un mayor número de cosas positivas en nuestra vida, con lo cual estaremos contagiando a los que nos rodean con cosas buenas, positivas y necesarias para su desarrollo….
Y tu ¿de qué manera impactas a los demás?


Fuente: ALMAS

Gota de Agua


V Domingo de Cuaresma  ciclo B
Evangelio según San Juan 12,20-33.


Mochila
¿Cuando viajas qué llevas en tu mochila?
Muchas veces en sus ángulos y bolsillos se esconden tantas cosas innecesarias, se cargan solo inútilmente. Y además, hacen el camino más difícil. Como una regla tengo sólo dos cosas que no pueden faltar. Una botella de agua y el Nuevo Testamento. Son las únicas dos cosas que pueden aplacar la sed del cuerpo y del alma.


En el evangelio de este domingo encontramos dos viajantes. Se trata de unos griegos, extranjeros en la tierra judía. Su camino tiene una meta muy particular y bien precisa: quieren ver a Jesús.
Se acercan a Felipe, uno de los apóstoles. Tal vez porque su nombre sonaba un poco griego y descubría su proveniencia extranjera. Pensando, tal vez, que él podía ser no solo un buen conocedor de Jesús sino también el buen pueblerino que podía ayudarles.
De todas formas, es seguro que esos griegos habían escuchado mucho de Jesús. Y en este punto es importante percibir que a ellos no les bastó escuchar de Jesús, ellos querían verlo. Querían encontrarlo personalmente.


Tal vez en la mochila de los recuerdos de tu vida tienes muchas cosas que crearon tu perfil de Jesús. Pienso en todas estas películas o imágenes que viste de Jesús. Pero, todo esto no basta. Sería bueno sacar de la mochila todo lo que no es necesario y conocer mejor a Jesús a través del texto de la Sagrada Escritura y de la Tradición de la Iglesia. Es decir de sus testigos y discípulos, justamente como los griegos del evangelio.


La fe en Jesús no se manifiesta en la capacidad de imaginar su rostro, el color de los ojos o cabellos, el sonido de su voz. Ni tampoco en la pura convicción de que el exista, que Él es Dios-hombre y que Él hace cosas grandes. La fe va más allá y se manifiesta en deseo de encontrarlo. De estar con él. De vivir con él. De compartir con él.


Los discípulos de Jesús de hoy continúan invitándonos a conocer y encontrar a Jesús. El está vivo y presente y por eso tu encuentro con Jesús es posible también hoy.


Un paso más
Estamos en el camino. Cada camino está hecho de muchos pasos. Ya nos quedaron pocos días del pasaje a través del desierto cuaresmal.
¿Te acuerdas que desde su inicio hemos intentado decidir qué tipo de hombre ser para vivir como buenos discípulos del Maestro de Nazaret, intentamos limpiar nuestro corazón de los malos sentimientos y deseos para poder ver y reconocer en el amor crucificado el fármaco del veneno contra el pecado?
Hoy, Jesús nos propone un paso más.
Tan radical que altera toda lógica humana.


Para vivir se debe morir.
En la muerte nace la vida.
Es una lección difícil. No comprendemos fácilmente que significa esto. Sobre todo porque el mundo ama a los vencedores y desprecia a los perdedores. Se celebran a los que son los primeros, que dirigen y que dominan. Se reconocen estos que tienen cuentas en los bancos, suceso en los negocios, influencia en la sociedad. En muchos que tienen y que no tienen, igualmente, están escondidos los deseos que siguen la lógica de ganar.


Además, a nosotros mismos nos parece que la mejor carretera y la más linda seria la que no tiene problemas, sin renuncias, sin sufrimiento, sin turbaciones. En estas oscuridades de la vida somos tentados de pensar que Dios juzga o está ausente. Confesamos que a veces es tan difícil pensar que Dios permite las cosas malas para nuestro bien.


Pero, eso es el paso de la fe al cual nos invita hoy Jesús: “Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rom 8,28). Léelo bien, por favor, dice "todas las cosas". No solo buenas, sino también aquellas que parecen malas por ser dolorosas y fatigosas.


El parto de la vida
El Señor nos indica el camino paradójico contenido en la lógica del donar y del perder la vida.
Como Él hará en dos semanas. Y como hace un sencillo grano trigo de que solo muriendo lleva los frutos abundantes. Si queremos renacer a algo nuevo y mejor debemos prepararnos para morir a algo. Los esfuerzos son necesarios para poder dar a la luz. Así mismo, una pareja renuncia y muere a su comodidad, tal vez a su nuevo coche, a su programa preferido televisivo, a sus vacaciones en las tierras exóticas… para nacer, educar y preparar sus hijos para la vida.


Hablando de morir, no se trata sólo del último suspiro de nuestra vida en la tierra, del momento que nos llevará a pasar al umbral de la puerta de la vida eterna.
Si, sabemos que ese paso nos espera a todos.
Pero acá se trata de muchos pequeños pasos antes.
Se trata de la muerte cotidiana del egoísmo que nos abre a la vida llena de bendición para nosotros mismos y para los otros.


Morir al juicio de mi prójimo hace nacer el amor que perdona, justifica y acepta.
Morir a los malos comentarios hace que la boca sea capaz de difundir la Buena Nueva.
Morir a la pereza libera la voluntad para disfrutar de los dones y del tiempo para las buenas obras y oraciones intensas. Morir a la soberbia abre los propios ojos para poder reconocer las cualidades y valores de los otros…
En fin, morir a los deseos pecaminosos y esclavizantes libera para desear ver a Jesús. Y lo veremos.


En el deseo “queremos ver a Jesús” está incluido lo más profundo e íntimo deseo humano de conocer el amor, obtener el perdón, empezar de nuevo sin miedo, retomar el camino que lleva a la Vida.Para que no vivamos más para nosotros mismos, sino para aquel que murió y resucitó por nosotros (cfr. 2 Cor 5,15).


Me despido deseando que no te olvides de donde viene el agua, que es la única que verdaderamente ayuda en el calor del desierto. Y una sola gota del agua viva que fluye a través de la Palabra de Dios puede aplacar la sed de tu alma.
Tenla siempre presente en tu mochila de la vida.
¡Bendiciones!


Pbro. Mislav Hodzic
fuente: Canción Nueva. Portal en español

Dios es mi Refugio - Salmo 7


Te llamo, Señor, con el salmo, "mi refugio" y "mi escudo",
y en verdad lo eres, y yo quiero entender en tu presencia los modos y caminos que tienes de protegerme y defenderme. Al decir "refugio" no pienso en una cueva escondida en altas montañas donde yo fuera a huir lejos del alcance de mis enemigos; ni tampoco me imagino que tú pones un "escudo" ante mí para que nadie pueda herirme y yo salga ileso. Eso es protección externa, mientras que tú estás dentro de mí.


Tú no me proteges desde fuera, Señor, sino desde dentro.
No tengo que acogerme a ti, porque yo estoy en ti y tú estás en mí. Tú proteges mi cuerpo dándome un organismo sano, y vivificando mi alma con tu gracia. Tú me defiendes identificándote conmigo, y esa es mi fortaleza.


Cuando en la vida me encuentro con una dificultad y pienso en ti, no es para pedirte que quites la dificultad, sino que me des fuerzas para enfrentarme a ella; no es para imponerte a ti mi solución sino para aceptar la tuya; no es para forzarte a ver las cosas como yo las veo, sino para aprender a verlas como tú las ves. Tú eres mi fortaleza, porque tú eres mi ser.


Me oirás a veces, Señor, quizá demasiadas veces en estos Salmos, hablar de otros como "enemigos". Espero que entiendas mi lenguaje y adaptes su sentido. No es lenguaje de odio, sino de defensa; no desprecio a nadie, pero sufro por las acciones de otros y me desahogo ante ti con el lenguaje más breve que viene a mis labios como vino a los del salmista. Vivo en un mundo regido por la competencia, donde el éxito del otro es una amenaza a mi propio avance, donde la mera existencia de millones a mi alrededor me quita a mí el sitio de vivir.


Cada persona delante de mí en una cola es un "enemigo"; cada conductor que por una fracción de segundo se me adelanta a aparcar en el único sitio libre es mi "enemigo"; cada candidato que aspira al mismo puesto de trabajo que yo pido y necesito es mi "enemigo". Claro que todos ellos son mis hermanos, y yo los abrazo y los amo ante ti. No deseo mal a nadie, y no causaré mal a nadie a sabiendas. Aunque use lenguaje de guerra, estoy en paz con todos, y a todos los acepto en tu amor.


Lo que sí temo es que la competencia que sufro se vuelva injusta; que influencias, sobornos, engaños me priven a mí del puesto o la recompensa que en justicia merezco; y ese es el contexto en el que la palabra "enemigo" ha surgido en mi lenguaje y se ha metido en mis oraciones. Por eso la protección que te pido es protección contra los medios injustos que otros usen para eliminarme, para que no caiga yo víctima de ellos y así no sienta la tentación de odiar a nadie.


Protege mi vida y mi trabajo para que la palabra "enemigo" no tenga ya ocasión de asomarse a mis labios. Hazme justicia para que yo pueda creer en el hombre. Defiéndeme de la envidia para que se me haga fácil mirar con bondad a los que me rodean. Esa es la protección que de ti deseo, Señor.


"Yo daré gracias al Señor por su justicia,
tañendo para el nombre del Señor Altísimo."


P. Carlos Valles sj

24 de Marzo - Nuestra elección: Jesús!

Cuarta semana de Cuaresma
Sábado con María Santísima


Llegamos al final de una semana más de nuestro Retiro de Cuaresma.
El evangelio de San Marcos viene siendo nuestra ruta de viaje para conocer mejor a Jesús, nuestro Salvador. No basta decir que Le conocemos, pues Dios es siempre nuevo y nos invita a poner cada día nuestro píe en el camino de la Fe.
Al conocer a Cristo Jesús nos damos cuenta que hay un cambio radical de todo lo que se entendía hasta aquellos tiempos.
El no vino para abolir la ley y las escrituras, sino a completarlas, llevándolas a su sentido más profundo, a su plenitud.
Terminamos esta etapa aprendiendo sobre el buen uso de los bienes, la aceptación de Jesús y de su doctrina y autoridad. Los textos propuestos, y sus indicaciones orientan nuestra oración con la Biblia.


“Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir».
Mc 12, 41-44


Se trata aquí de un punto crucial de nuestra vida que es la administración de los bienes.
Acumular o compartir?
Como la religión mueve nuestro bolsillo?
El Evangelio habla de limosna, pide dejar todos los bienes, cuestiona a los que juntan tesoros en ésta tierra. Los Hechos de los Apóstoles (2, 42-47) retratan la comunión de bienes de las primeras comunidades.
Con el correr de la historia, los santos dejaron ejemplos de solidaridad, de servicio a los más pobres, de compromiso de liberación de los oprimidos. ¿Cómo el cristiano tratará éste asunto?
¿Cómo la Palabra de Dios nos conduce al compartir, a la confianza en la Providencia y al uso inteligente de los bienes de la tierra?


En el culto de Dios, tiene valor lo que la persona da.
Recuerda, valieron más las dos monedas de la viuda!
Pero todo depende del corazón, y el valor de lo que se comparte depende no de los números, sino de la disposición del donador. Pensemos en el gesto importante que es el diezmo y otras formas de participación en el empeño social de la Iglesia!
¿Tu diezmo es dado como “colaboración” o es marcado por la gratitud y generosidad? ¿Cuando se pide participación en las acciones sociales de la Iglesia, ¿te presentas como voluntario?


Otra lección en medio del camino: Se pensaba que el Hijo de Dios llevaría al judaísmo a dominar otros pueblos. Vino Jesús de Nazareth (cf. Mc 12, 35-37) y se presenta como quien viene a pedir cuentas de la administración de la viña plantada por Dios, en la que el pueblo antiguo no había obrado bien. Los lectores del Evangelio de San Marcos, y nosotros entre ellos, sabemos que el Hijo enviado por el Padre fue muerto, pero después resucitó y la entregó al cuidado de la Iglesia (“entregará la viña a otros” – Mc 12,9)


Los responsables del pueblo no pueden dar más frutos, como la higuera (Mc 11, 12-14) La Palabra de Dios es muy fuerte. El Señor constata que la antigua higuera (Mc 11,12-14) ya no produce más frutos. Ella se secó, y el templo también se tornó inútil.
Jesús, que forma así sus discípulos, tiene una autoridad única. En sus palabras se encuentra la seguridad absoluta:


“Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?». Jesús les respondió: «Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?». Ellos se hacían este razonamiento: «Si contestamos: "Del cielo", él nos dirá: "¿Por qué no creyeron en él?". ¿Diremos entonces: "De los hombres"?». Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: «No sabemos». Y él les respondió: «Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas».
Mc 11, 27-33


Nuestra elección es reconocer a Jesús y su autoridad como la única referencia de nuestras vidas. Su voluntad de salvación es como un filtro para determinar todas nuestras decisiones en la vida.


Cuaresma con María Santísima.
Con María, maestra de oración, recitamos hoy los misterios gozosos del Rosario. María escogió de verdad la mejor parte: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí, según tu Palabra”


Hoy, las Misas matutinas tienes las siguientes lecturas:
Jr. 11, 18-20
Salmo 7 (Dios es mi refugio! -enlace-)
Juan 7, 40-53


Fuente: Retiro Popular de Cuaresma 2012
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editora Canção Nova

viernes, 23 de marzo de 2012

23 de Marzo - Cuando viene Jesús, es necesario renovar todo

 

Cuarta semana de Cuaresma
Viernes de Penitencia


Para el pueblo de Jerusalén, lugar donde Jesús fue crucificado, murió y resucito, el templo era el Centro del culto y una seguridad para todos.
Cuando viene Jesús, es necesario renovar todo.
Hoy estamos delante de Jesús que renueva la oración.
Llegando a Jerusalén, purificó el templo, derribó las mesas de los cambistas y los vendedores de animales, pues para estar en paz con Dios, no necesitamos de animales a ser sacrificados en el altar del templo. Sí es necesaria la oración para seguir al Maestro. Esta oración es confianza absoluta en el Señor:


“Entonces Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú».”
Mt 11,20-24


Antes de la oración, es necesario el perdón de las injurias: “cuando estés de pie para orar, si tienes alguna cosa contra alguien, perdona, para que tu Padre que está en los cielos también perdone tus pecados”
Mc 11,25


Después de rezar con los textos transcritos arriba, mira cuando Jesús se encuentra en oración, y aprende de Él:


Marcos 1,35 antes de lanzarse a la misión de predicar;
Marcos 6,46 antes de mostrarse como Dios delante de los suyos, caminando sobre las aguas. Cuando entró en la barca, los discípulos no cabían dentro de sí, de tanto espanto!
Marcos 14,32 antes de entregarse a la pasión, está orando en el huerto.
Da para hacer una lista de las situaciones en que te colocas en oración y otras en las cuales precisas rezar más y mejor como Jesús lo hizo.


Cuaresma de Penitencia: Viernes de penitencia!
La Iglesia te pide que escojas el ayuno o una mortificación, un acto de caridad o más tiempo para la oración.
No te olvides!


Para unirte a la Iglesia en la celebración de la Santa Misa,
éstas son las lecturas de la liturgia:
Sabiduría 2,1a 12-22
Salmo 33 (Puedes reflexionar el Salmo 105 en nuestro Blog)
Juan 7,1-2.10.25-30


Fuente: Retiro Popular de Cuaresma 2012
Mons. Alberto Taveira Corrèa
Editora Canção Nova.

Salmo 33 - Gustad y ved

Dejo que las palabras resuenen en mis oídos:


“Gustad y ved qué bueno es el Señor.”


Gustad y ved.
Es la invitación más seria y más íntima que he recibido en mi vida: invitación a gustar y ver la bondad del Señor.
Va más allá del estudio y el saber, más allá de razones y argumentos, más allá de libros doctos y escrituras santas.
Es invitación personal y directa, concreta y urgente. Habla de contacto, presencia, experiencia. No dice “leed y reflexionad”, o “escuchad y entended”, o “meditad y contemplad”, sino “gustad y ved”.
Abrid los ojos y alargad la mano, despertad vuestros sentidos y agudizad vuestros sentimientos, poned en juego el poder más íntimo del alma en reacción espontánea y profundidad total, el poder de sentir, de palpar, de “gustar” la bondad, la belleza y la verdad.
Y que esa facultad se ejerza con amor y alegría en disfrutar radicalmente la definitiva bondad, belleza y verdad que es Dios mismo.


“Gustar” es palabra mística.
Y desde ahora tengo derecho a usarla. Estoy llamado a gustar y ver. No hay ya timidez que me detenga ni falsa humildad que me haba dudar. Me siento agradecido y valiente, y quiero responder a la invitación de Dios con toda mi alma y alegría.
Quiero abrirme al gozo íntimo de la presencia de Dios en mi alma. Quiero atesorar las entrevistas secretas de confianza y amor más allá de toda palabra y toda descripción.
Quiero disfrutar sin medida la comunión del ser entre mi alma y su Creador. Él sabe cómo hacer real su presencia y cómo acunar en su abrazo a las almas que él ha creado. A mí me toca sólo aceptar y entregarme con admiración agradecida y gozo callado, y disponerme así a recibir la caricia de Dios en mi alma.


Sé que para despertar a mis sentidos espirituales tengo que acallar el entendimiento. El mucho razonar ciega la intuición, y el discurrir humano cierra el camino a la sabiduría divina. El discurrir impide el gustar y ver. He de aprender a quedarme callado, a ser humilde, a ser sencillo, a trascender por un rato todo lo que he estudiado en mi vida y aparecer ante Dios en la desnudez de mi ser y la humildad de mi ignorancia. Sólo entonces llenará él mi vacío con su plenitud y redimirá la nada de mi existencia con la totalidad de su ser. Para gustar la dulzura de la divinidad tengo que purificar mis sentidos y limpiarlos de toda experiencia pasada y de todo prejuicio innato. El papel en blanco ante la nueva inspiración. El alma ante su Creador y Señor.


El objeto del sentido del gusto son los frutos de la tierra en el cuerpo, y los del Espíritu en al alma: “amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza.” (Gálatas 5,22). Cosecha divina en corazones humanos. Esa es la cosecha que estamos invitados a recoger para gustar y asimilar sus frutos. La alegría brotará entonces en nuestras vidas al madurar las cosechas por los campos del amor; y las alabanzas del Señor resonarán de un extremo a otro de la tierra fecunda.


Bendigo al Señor en todo momento,
Su alabanza siempre está en mi boca.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
Ensalcemos juntos su nombre.”


P. Carlos Valles sj

jueves, 22 de marzo de 2012

22 de Marzo - Reconociendo el Señorío de Cristo

 

Cuarta semana de Cuaresma
Jueves Eucarístico


Nuestro retiro continua acompañando a Jesús en Jerusalén.
El pueblo esperaba un Mesías triunfador,
El llega de Jericó montado en un burrito, habiendo pasado previamente por Betania (casa del pobre!), acompañado por una multitud de gente, entre los que se encontraban personas harapientas. Muchos indecorosamente tiraron por tierra sus ropas!
Las personas que lo acompañaban no se callaban!
Si se callasen, las piedras gritarían. Cf. Lc 19,40
El Evangelio presenta el discurso sobre la ruina de Jerusalén y la vuelta del Señor en el fin de los tiempos (Mc 13,1-37).
Sabemos que un pueblo que no acoge al Salvador va a las ruinas.
Un pueblo que no acoge al Salvador no sabe transformar sus esperanzas.
Las personas se cerraron a los llamados de Dios.


La verdadera religión envuelve a las personas por entero.
Se trata de colocarse debajo de la acción de Dios, aún en contraste con los poderes del mundo. Su relacionamiento con toda la vida tendrá siempre la luz del amor de Dios.
Los cristianos no formarán un reino propio en la tierra, serán siempre llamados a constituir una comunidad abierta a todos, donde el amor a Dios y al prójimo estarán siempre presentes:
“No existe otro mandamiento mayor que éste” (Mc 12,31).
La práctica de los mandamientos y la fidelidad estricta a Dios provocarán reacciones. Si fuese necesario, el cristiano, del mismo modo que Cristo, debe estar presto inclusive a morir para vivir esta vida nueva:


“Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: «Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo». En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección». En seguida el Espíritu lo llevó al desierto”
Mc 12,1-12


Con el texto que fue leído, haz tu oración tomando posición delante de Jesús y buscando las formas más adecuadas para dar testimonio auténtico de tu Fe. Aún si todo estuviese bien, nuestra sinceridad descubrirá pasos a ser tomados y que pueden transformarse en un buen propósito de vida, como fruto de la cuaresma.


Cuaresma Eucarística: estar de rodillas es la mejor posición para resolver los problemas del mundo! Aún si alguna dificultad de salud te impide quedar físicamente arrodillado, ponte en posición de adoración, pues es en el reconocimiento del Señorío de Jesús, amado, adorado y alabado, que podremos abrirle el corazón y acoger sus gracias.
Recuerda que la adoración eucarística en éste tiempo es por las vocaciones sacerdotales y por la santificación de los sacerdotes.
Precisamos sacerdotes santos, según el Corazón de Cristo.
Si no te es posible ir a la Iglesia para esta delante de Jesús Sacramentado, únete a su Presencia, en todos los sagrarios del mundo y haz tu adoración.


La liturgia de éste día:
Ex 32,7-14
Salmo 105 (Puedes reflexionar el Salmo 105 en nuestro Blog)


Juan 5,31-47
"En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése si lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?»
(puedes usar de nuestro Blog Lectura Orante de la Palabra)   


Fuente: Retiro Popular de Cuaresma 2012
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editora Canção Nova

Salmo 105 - Nuestra poca memoria

 

Ése era el problema de Israel,
fuente y raíz de todos sus demás problemas:
tenía poca memoria.
Las gentes de Israel habían visto las mayores maravillas que ningún pueblo viera jamás en su historia.
Pero se olvidaron.
Nada más ver el milagro, se olvidaban de él.
Sintieron de mil maneras la protección visible de Dios, pero pronto se encontraban como si nada hubiera pasado, y volvían a temer los peligros y a dudar de que el Señor pudiera salvarlos de ellos, a pesar de haberlo hecho tantas veces con fidelidad absoluta. Con eso ellos sufrían y provocaban la ira de Dios. Ésa era la gran debilidad de Israel como pueblo: tenía poca memoria.
“Nuestros padres en Egipto no comprendieron tus maravillas,
no se acordaron de tu abundante misericordia.”


Dios hizo maravillas en su favor, pero,


“Bien pronto olvidaron tus obras;
se olvidaron de Dios su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto.”


También yo tengo poca memoria, Señor.
Me olvido. No me acuerdo de lo que has hecho por mí.
Las intervenciones evidentes de tu misericordia y tu poder en mi vida se me escapan de la memoria en cuanto me enfrento a la incertidumbre de un nuevo día.
Vuelvo a temer, a sufrir, y, lo que es peor, a irritarte a ti, que tanto has hecho por mí y estás dispuesto a hacer mucho más... si es que yo te dejo hacerlo abriéndome a tu acción con gratitud y confianza.


Me olvido.
Tiemblo ante dificultades que he superado antes, me acobardo ante sufrimientos que antes he resistido con tu gracia. Pierdo ánimo cuando tu ayuda me ha demostrado cientos de veces que puedo hacerlo bien, huyo de batallas menos temibles que otras que tú me has hecho ganar antes.
Soy cobarde, porque me olvido de tu poder.


No es que no conozca mi pasado.
Recuerdo sus detalles y puedo escribir mi propia historia. Desde luego, sé las ocasiones en que has intervenido en mi vida de una manera especial para salvarla de peligros, levantarla a lo alto y llevarla hacia la gloria. Sé todo eso muy bien, pero me olvido de su significado, su importancia, su mensaje.
Me olvido de que cada acción tuya es no sólo obra, sino mensaje; no sólo da ayuda, sino que expresa una promesa; no sólo hace, sino también dice. Y eso que dice, que asegura, que promete, es lo que se escapa a mi entender y a mi memoria.


Haz que entienda, Señor, haz que recuerde.
Enséñame a darle a cada uno de tus actos en mi vida el valor que tiene como ayuda concreta y como señal permanente.
Enséñame a leer en tus intervenciones el mensaje de tu amor, para que nunca me olvide y nunca dude de que estarás conmigo en el futuro como lo has estado en el pasado.


“Entonces creyeron sus palabras,
cantaron sus alabanzas.”


También yo quiero cantar tus alabanzas con ellos, Señor.


“Y todo el pueblo diga; ¡Amén, aleluya!”


P. Carlos Valles sj

Salmo 144 - De una generación a otra

Pienso con frecuencia en el vacío generacional.


Hoy, más bien, al contemplar la historia de tu Pueblo, sus tradiciones, su oración en público y el cantar de tus salmos en grupo compacto, pienso en el vínculo generacional.


Una generación instruye a la siguiente, pasa el testigo, entrega creencias y ritos, y el pueblo entero, viejos y jóvenes, reza al unísono, en concierto de continuidad, a través de las arenas del desierto de la vida.
La historia nos une.


«Una generación pondera
tus obras a la otra
y le cuenta tus hazañas».


El tema de la oración de Israel es su propia historia, y así, al rezar, preserva su herencia y la vuelve a aprender; forma la mente de los jóvenes mientras recita la salmodia de siempre con los ancianos.


Coro de unidad en medio de un mundo de discordia.

Por eso amo tus salmos, Señor, más que ninguna otra oración. Porque nos unen, nos enseñan,
nos hacen vivir la herencia de siglos en la exactitud del presente.

Te doy gracias por tus salmos, Señor, los aprecio, los venero, y con su uso diario quiero entrar más y más en mi propia historia como miembro de tu Pueblo, para transmitirla después en rito y experiencia a mis hermanos menores.


«Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones».


Diálogo en la plegaria de dos generaciones.


Que el rezo de tus salmos sea lazo de unión en tu Pueblo, Señor.


P. Carlos Valles sj

21 de Marzo - Retiro Popular de Cuaresma

Error de edición

lunes, 19 de marzo de 2012

20 de Marzo - Simpleza y exigencia en el seguimiento

Cuarta semana de Cuaresma
Martes de Caridad


Este Retiro es una escuela de oración.
Escogimos un tema, el encuentro con Jesús, el Hijo del Dios Vivo.
Tomamos una ruta, el Evangelio de San Marcos.
Tenemos un método, éste “Retiro Popular” mediante el cual separamos diariamente el tiempo adecuado para rezar con la Biblia y asumimos las prácticas propuestas por la Iglesia. Aprendemos nuevamente a rezar con la Biblia.


Hoy retomamos el Evangelio de San Marcos, después de la celebración del Domingo y de la Solemnidad de San José.
Ya sabemos quién es el discípulo perfecto, asistiendo a la entrada de Bartimeo, aquel que había sido ciego, en el grupo de los seguidores de Jesús. Con él vamos a Jerusalén, donde el Señor enseña en un ambiente de oposición y persecución.


Jerusalén es la meta del camino de Jesús, donde padecerá hasta el fin, donde quedará la sepultura vacía, después de su resurrección. Justamente el centro del culto y de la doctrina, donde se encontraba el templo, no acogió al Mesías. Las comunidades cristianas y los discípulos de todos los tiempos pueden aprender mucho y descubrir el modo de ser diferentes!
Aparecen también los contrastes.
Hay grupos que hacen preguntas a Jesús, muy interesados en prepararles armadillas, “¿Con qué autoridad haces esas cosas?” (MC 11,28), le preguntan instigados por la acción de Jesús, que purifica el templo. Lo provocan respecto al tributo al César (Mc 12,13-17), quieren saber del mandamiento más importante o los saduceos que cuestionan la resurrección de los muertos (MC 12,18-27).
De hecho, la resurrección, que es el punto central de nuestra fe cristiana, ya se comienza a vislumbrar, anunciada por el propio Señor.
Las sucesivas generaciones de cristianos que leen el Evangelio de San Marcos van a entender que todas las cosas serán transformadas, inclusive el relacionamiento con los padres y la familia, pues más importante que el matrimonio, es el seguimiento de Jesús. Lo que es de Dios (Mc 12,13-17), es el corazón humano, llamado a ser discípulo. Todo el resto será tratado de manera nueva si este corazón es de Dios, aunque eventualmente perteneciera “al César”. También la inmensa lista de 613 preceptos, 365 prohibiciones y 248 mandatos a ser observados quedan en segundo plano delante del precepto más importante (Mc 12,28-40).
Jesús muestra que todo puede ser simplificado!
Y hasta hoy, vivir la novedad del Evangelio de Cristo da trabajo!
Es que el camino al volverse tan simple, se torna más exigente!


Para la lectura orante de la Palabra de Dios, lee el texto de San Marcos 12,1-40.
Observa lo que debe ser cambiado en tu modo de entender el seguimiento de Jesús.


Martes de Cuaresma. Cuaresma de Caridad. Hay muchas instituciones que cuidan niños con necesidades pedagógicas especiales, otras se ocupan de niños y adolescentes en recuperación por drogas o alcohol. Otros se ocupan de acercar algo tan elemental como el alimento diario, a través de una simple copa de leche.
Haz un gesto de ayuda o una visita a alguna de ellas.


Las lecturas de la Liturgia de la Misa de hoy son:
Ez. 47,19.12
Salmo 45
Jn. 5,1-6


Fuente: Retiro Popular de Cuaresma 2012
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editora Canção Nova

¡Busca, no pares!

Elevación
Ahora, a la mitad del camino en el desierto cuaresmal,
se percibe ya su final: la cruz.
La cosas son serias. Jesús será crucificado y levantado. Para que todos lo puedan ver.
Hablando con Nicodemo en esta noche de la cual el dialogo nos presenta Juan, Jesús recuerda un episodio del camino del pueblo de Israel a través del desierto. Si la persona que había sido mordida por las serpientes veneradas miraba la serpiente de bronce elevada sobre un palo, se sanaba.
El enemigo es astuto.
El mal no se nos presenta como serpiente, es decir peligroso y amenazante sino más bien como algo atractivo y placentero. Satanás seduce escondiéndose. Presenta el mal como el bien. La tiniebla ofrece como la luz. Así presenta la ambición egoísta como la justa autorrealización, el materialismo excesivo como la prosperidad soñada, la pornografía desvergonzada y legalización de las drogas como la afirmación de las libertades, el olvido de Dios como excelente emancipación de los fuertes y avanzados… y mil otras trampas. Pero igualmente el veneno del pecado es mortal.
Frente de este drama del destino del hombre Dios no permanece indiferente. Envía a su hijo que será elevado en la cruz para que todos los que creen en él no mueran sino que tengan vida. Aun mas, que tengan la Vida eterna.
Frente a las ambiciones humanas de elevarse hasta el punto de gobernar y dominar sobre los otros, Dios altísimo se humilla para mostrarnos en qué consiste la verdadera elevación que toca y abre el cielo.


El amor extremo
¿Qué es lo que Dios quería que nosotros reconociéramos mirando a su hijo en la cruz?
El amor hermano mío. El amor hasta el extremo.
Te dije que se trata del algo serio. Dios nos ama hasta morir por mi y por ti. Dios nos quiere y desea bien más de nosotros mismo. Jesús muere para revelar esta verdad, la más grande y la más bella posible e imaginable. Dios amó tanto al mundo, que envió a su Hijo único.
La cruz que ya aparece en el horizonte del nuestro camino no es sólo un instrumento de tortura que suscita mi compasión, sino la prueba de la compasión de Dios para mi, la medida de su amor infinito. No somos cristianos en primer lugar porque nosotros amamos a Dios, sino porque hemos reconocido que Dios nos ama.
Fijemos nuestra mirada en la cruz. Solo así reconoceremos el amor que nos salva, la luz que ilumina nuestro camino, la verdad que nos libera.


La noche
Tal vez todavía estas buscando. En lo secreto de tu corazón, como Nicodemo. Él es un fariseo notable. Entonces, se trata del hombre honesto y diligente que realizó una buena carrera. Puede hasta mostrarse bastante contento con su vida, pero en realidad no lo está. Le molestan las preguntas. Busca las respuestas. Intuye que Jesús tiene la solución.
Es interesante ver que Nicodemo viene a Jesús durante la noche. Escondido bajo el amparo de la oscuridad. La noche protege de las curiosas miradas y consecuentes comentarios. Pero, la noche en la literatura cristiana a veces significa también el difícil estado de la prueba en la cual es difícil discernir o las situaciones donde la única seguridad que nos se queda es la fe en Dios. ¿Te acuerdas del libro «La noche oscura del alma» de san Juan de la Cruz?
Así mismo, la noche puede ser el tiempo privilegiado de la revelación y descubrimiento de Dios en mi vida. Justamente porque donde hay la oscuridad, la luz se muestra mas clara y perceptible. Así, el mismo Cristo brilló en el corazón y en la mente de Nicodemo, disipando la oscuridad de las sospechas y de las dudas.


Nuevo inicio
Jesús le habló del nuevo nacimiento.
Del nacimiento en el Espíritu, del nuevo inicio, de la vieja vida. Dios no anula ni borra nuestra historia. Tal vez desearíamos eso, pero no es “su estilo de trabajo”. Él entra en la vida y la transforma. El renueva la vida en el interior. Así nuestra vida empieza a parecerse a la historia del mundo que conoce el tiempo antes de la llegada de Jesús y el tiempo en el cual Él se manifestó. La historia de salvación.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El hecho de que Nicodemo haya comprendido y aceptado las palabras de Jesús comprueba lo mismo que san Juan nos contó en su coloquio nocturno con el Maestro. Nicodemo bajó el cuerpo de Jesús de la cruz (Jn 19, 39-40). Bajo la cruz elevada reconoció el amor salvador.
Al igual que Nicodemo, en la “noche oscura”, o sea en los momentos de crisis, es cuando podemos experimentar el misterio de la presencia de Dios. Nos aseguran los santos que el amor de Dios está en una manera especial presente en medio de los desechos de la vida. San Juan aconseja paciencia, confianza y perseverancia.
Tal vez te sientes como en una noche, sin ver la salida.
¡Busca, no pares!
¡Te espera Jesús!

Pbro Mislav Hodzic

domingo, 18 de marzo de 2012

19 de Marzo - Cuaresma con San José, Cuaresma con Cristo


Cuarta semana de Cuaresma
Lunes de Oración
Solemnidad de San José


Hoy la Iglesia celebra a San José.
Nuestro retiro cuaresmal hoy se centrará en la lectura orante de los textos de la Liturgia de ésta Solemnidad:


2Sm 7,4-16
El Señor le dará el trono de David, su padre;


Salmo 88:
Eres fiel Señor a tus promesas.


Rm 4,13.16-22:
Abraham espero contra toda esperanza;


Mt 1,16-24:
José hizo como le había ordenado el Ángel.


Esta es nuestra cuaresma de oración!
Y una oración más perfecta es la participación en la Santa Misa.
Haz un esfuerzo y participa en la Eucaristía de ésta Solemnidad de San José


Oración a San José
A vos, San José, recurrimos en nuestra tribulación, y después de haberte implorado el auxilio de tu Santísima Esposa, llenos de confianza, solicitamos tu patrocinio.
Por ese lazo sagrado de caridad que te unió a la Virgen Inmaculada Madre de Dios, y por el amor paternal que tuviste para con el pequeño Jesús, suplicamos que nos mires con un mirar de amor a nosotros, la herencia que Jesús conquistó con Su Sangre, y nos asistas en nuestras necesidades, con tu auxilio y poder.
Protege y guarda providentemente la Divina Familia, la raza escogida de Jesús. Aparta lejos de nosotros el error y el vicio.
Asístenos desde lo alto del cielo en la lucha contra el poder de las pruebas. Y, así como salvaste de la muerte la vida amenazada del pequeño Jesús, así también defiende ahora la Iglesia de Dios contra los embates de sus enemigos y contra toda adversidad.
Ampáranos a cada uno de nosotros con tu constante patrocinio, a fin de que por tu ejemplo y sustentados por tu auxilio, podamos vivir virtuosamente, piadosamente morir y obtener en el cielo la eterna bienaventuranza.
Amén.


Fuente: Retiro Popular de Cuaresma 2012
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editora Canção Nova


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Comentario Evangelio
San Claudio Colombière (1641-1682), jesuita
Panegírico 1º de San José
«No temas acoger en tu casa a María, tu mujer"

No sabemos muchas cosas sobre la vida de San José. El Evangelio sólo reproduce tres o cuatro de sus acciones; y un antiguo autor observó que faltaba una de sus palabras. Posiblemente... el Espíritu Santo lo quiso así para destacar el silencio y la humildad de san José, su amor por la soledad y la vida escondida. Sea lo que sea, tuvimos con esto una gran pérdida. Si el Señor hubiera permitido que se supiera detalladamente la vida de este gran santo, habríamos encontrado, sin duda, bellos ejemplos, bellas reglas, sobre todo para los que viven en el estado del matrimonio...
Toda la vida de San José puede dividirse en dos partes: la primera es la que precedió a su matrimonio; la segunda es todo lo que lo siguió. No sabemos nada en absoluto de la primera y sabemos muy pocas cosas de la segunda. Pretendo sin embargo resaltar que ambas fueron muy santas: la primera ya que fue coronada con un matrimonio muy ventajoso; la segunda fue todavía más santa ya que pasó totalmente en este matrimonio...
¡Qué provecho debió sacar San José de los años de conversación contínua que tuvo con la Virgen Santísima!... No dudo de ninguna manera de que el mismo silencio de María fuera extremadamente edificante y que fuera suficiente mirarla para sentirse llevado a amar Dios y a despreciar el resto. ¡Pero cómo debían ser las conversaciones de un alma donde habita el Espíritu Santo, en la cual Dios derramó la plenitud de la gracia y que tenía más amor que todos los serafines juntos!
¡Qué fuego no saldría de su boca, cuando la abría para expresar los sentimientos de su corazón! ¡Qué frialdades, qué hielos no habrá disipado este fuego! ¡Pero qué efecto produciría en José qué tenía ya tanta disposición a ser inflamado!... Este gran fuego, capaz de abrasar toda la tierra, sólo tuvo el corazón de José para calentar y consumir durante un gran número de años... ¡Si Ella creyó que el corazón de San José era una parte del suyo, qué cuidado tendría en inflamarlo del amor de Dios!