El cristiano, si no se confiesa, no tiene esperanzas de salvación.
El cristiano, si no se confiesa, no tiene esperanzas de salvación. No importa cuántos años vivamos, porque somos humanos y cometemos pecados... y el infierno es el destino de los pecadores.
Pero, ojo, que Dios no nos castigará por haber pecado, sino por no habernos arrepentido. Cuando vas y te confiesas con tu padre espiritual, ahí también está Cristo presente, escuchando tus palabras, y en ese momento en el que dices: “¡Señor, perdóname!”, cuando el sacerdote recita la oración de absolución, quedas limpio por completo, como si no hubieras cometido ningún pecado.
¡Tan sólo recuerda cumplir con esmero el canon que te dejó tu padre espiritual, para poder irte al Cielo! Pero, si no te confiesas... ¿qué más te espera? La eternidad en el infierno y la perdición de tu alma.
(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, p. 196) - Fuente: Doxología
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