miércoles, 11 de mayo de 2022

COMPRENDIENDO LA PALABRA 110522

“Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.”

Cristo es la luz del mundo (Jn 8,12) que ilumina a la Iglesia con su luz. Y como la luna recibe su luz del sol para que ella ilumine la noche, así la Iglesia, recibiendo la luz de Cristo ilumina a todos aquellos que se encuentran en la noche de la ignorancia. (...) Cristo es, pues, la verdadera luz del mundo “que con su venida al mundo ilumina a todo hombre” (Jn 1,9), mientras que la Iglesia, recibiendo su luz, se hace luz del mundo, “iluminando a los que están en tinieblas” (cf Rm 2,19), según las palabras del Señor a sus discípulos: “Sois la luz del mundo.” (Mt 5,14) De ahí que Cristo es la luz de los apóstoles y los apóstoles, a su vez, son la luz del mundo.



Orígenes (c. 185-253)
presbítero y teólogo
Homilías sobre el Génesis 1, 5-7 (SC 7)

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