Podemos recordar dos cosas fundamentales!
La primera es el hecho de que la gracia divina nunca nos faltar.a
Para tener certeza de esto basta que recordemos aquellos momentos en que podríamos haber muerto, desistido, desesperado y no lo hicimos porque la gracia de Dios nos envolvió y nos sustentó! ¿no es verdad acaso esto?
Un segundo recuerdo nos lleva a considerar la primacía de la gracia de Dios sobre nuestros impulsos. Se trata de una inspiración, una luz, un buen pensamiento que recibimos y a él cedemos y obedecemos. Entonces, esforcémonos por corresponder al impulso que ella nos da.
Y así es como funciona!
Tu hermano,
Ricardo Sá.
fuente: www.cancaonova.com
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