¿no se podría explicar naturalmente como un fenómeno cataléptico?
No obstante, conviene notar para un discernimiento recto que la gracia religiosa verdadera se acomoda a la naturaleza del que la recibe. Cuando se trata de una gracia religiosa fuerte que llega al poco equilibrado psíquicamente o al que necesita conversión y liberación, los efectos externos de gritos, convulsiones vueltas por el suelo pueden significar también el choque que se produce entre las fuerzas salvíficas positivas que vienen de Dios y las fuerzas negativas del pecado, del influjo diabólico y del desequilibrio psicológico del que recibe la gracia fuerte de Dios. En la predicación de John Wesley, el fundador del metodismo en el siglo XVIII, estos fenómenos eran frecuentes, pero más que un descanso en el Espíritu deberían ser llamadas, turbaciones en el Espíritu en una predicación de conversión y reavivamiento espiritual. El que estos fenómenos tengan un componente fuerte somático y psíquico no quiere decir que sean solo fenómenos naturales o patológicos. También en la vida mística de los santos de la Iglesia, en los éxtasis, arrobamientos, levitaciones y otros fenómenos reconocidos en la Iglesia, se daban extraños efectos, en el orden somático y psíquico sin excluir por eso la acción sobrenatural de las gracias místicas.
p. Ceferino Santos sj
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