miércoles, 14 de diciembre de 2016

Evangelio según San Lucas 7,19-23. 
Los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'". En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!". 


RESONAR DE LA PALABRA
José Luis Latorre, cmf
Queridos amigos

¡Qué escena más hermosa e importante la de hoy: Jesús en medio de los pobres, excluidos, marginados curándolos! Y unos discípulos de Juan Bautista que vienen a preguntar a Jesús si él es el Mesías, porque entre la gente había mucha confusión ya que unos decían que era Juan y otros que era Jesús. Y dice el Evangelio: “En aquella hora (cuando llegaron los discípulos de Juan Bautista) Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista…”

Jesús no se manifiesta como un Mesías monárquico ni aristocrático ni guerrero ni vengativo, sino como el REDENTOR que rescata a los excluidos de la sociedad por razones de salud, pobreza, impureza o pecado… Jesús ha venido para dar vida y ésta abundante; para servir no para mandar, para edificar no para destruir; para liberar no para esclavizar, para dignificar no para despreciar… Las palabras, los gestos y las acciones de Jesús siempre son Buena Noticia, siempre transmiten esperanza.

Adviento: esperamos al Mesías que “en aquella hora” actuaba en favor de los más pobres. Este gesto de Jesús es una invitación para que: 1-cada uno hagamos como Él, y que nuestra vida transmita con palabras y acciones sencillas amor, paz, alegría, esperanza; que seamos personas de bien y que ayuden a vivir a los que se relacionen con nosotros; 2.- nos invita a ser unos miembros activos en nuestra Iglesia o comunidad y trabajar con entusiasmo por todos los medios posibles por la salvación de todos los hombres; que nos sintamos misioneros; que pongamos al servicio de los demás todos los dones y cualidades recibidos de Dios; que “negociemos” los talentos recibidos y no los “escondamos” por miedo; que estemos convencidos de que no sólo hay que ser buenos, sino parecerlo.

Durante estos días muchas actividades se estarán realizando en nuestra Parroquia o comunidad para ayudar a los más pobres. ¿En qué colaboramos o cuál es nuestra aportación? ¿Qué estamos haciendo –acciones concretas- para recibir a Jesús en esta Navidad? ¿Hemos motivado a otras personas para que se unan a esas iniciativas? Recordemos: “en aquella hora” Jesús curaba… y en “esta hora” ¿nosotros qué?

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