martes, 13 de diciembre de 2016

Evangelio según San Mateo 21,28-32. 
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: 'Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña'. El respondió: 'No quiero'. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: 'Voy, Señor', pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron. Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él". 

RESONAR DE LA PALABRA
José Luis Latorre, cmf
Queridos amigos

La parábola de Jesús nos pone en guardia contra un peligro: “guardar las formas” y no hacer la voluntad del Padre. En tiempo de Jesús eran las autoridades religiosas de Israel las que se comportaban así, y hoy quizá hacemos lo mismo muchos cristianos, ya que cumplimos con las normas y leyes de la Iglesia, pero nos cuesta aceptar la voluntad de Dios que se manifiesta en las llamadas del Papa, por ejemplo, a salir a evangelizar, a no tener miedo a manifestarnos cristianos, a acoger a todos (refugiados, extranjeros, emigrantes…) y tratarlos como personas, a no dejarnos llevar por el consumo, la ostentación, la vanidad, a no juzgar ni condenar a nadie, a respetar al que piensa distinto,  a ser más solidarios con los pobres y necesitados, a comprometernos más en la propia comunidad…

Jesús nos invita examinar sinceramente nuestra vida y a pedir a Dios la gracia de la conversión porque siempre podemos hacer más. Mientras tenemos un soplo de vida podemos hacer alguna cosa; el cristiano se jubila cuando se muere, mientras tanto está en activo y Jesús cuenta con nosotros para construir su Reino. Los años no pueden ser un obstáculo para trabajar por y para Dios. En el Reino de Dios todas las manos son necesarias y útiles; nadie puede decir que se puede prescindir de él o que no está preparado…

Al cristiano se le conoce por sus obras, por su forma de vivir y actuar. Cuando Juan Bautista envía a sus discípulos a preguntar a Jesús si Él es el Mesías, Jesús le responde que le digan a Juan lo que están viendo y oyendo: los sordos oyen, los ciegos ven, los enfermos son curados, los pecadores son perdonados, los pobres son evangelizados…, es decir que le cuenten a Juan las obras que hace por los demás. Las obras que hacemos por los otros dicen quiénes somos y cómo pensamos.

Hoy celebramos la memoria de Santa Lucía, protectora en muchos lugares de la vista. Importante que Santa Lucía nos aumente la vista (nos dé buen ojo) para prepararle a Jesús un buen regalo para la Noche Buena; no podemos celebrar el cumpleaños de Jesús sin llevarle algo. Seguro que el Espíritu te está indicando el presente especial e importante que tienes que ir preparando ya.

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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