viernes, 6 de enero de 2017

Déjate encontrar en la madrugada


“antes que amaneciera,
Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.”
Marcos 1,35

Querido hermano,
Querida hermana,
Paz y Bien!

Desde antes que fueras engendrado este momento de intimidad con Jesús estaba presente en el Corazón de Dios Padre.

Un tiempo propicio para el abandono en la adoración y la alabanza, en la contemplación y la intercesión. Un Kairós de Misericordia donde es posible experimentar el Poder infinito de la Gracia que se derrama sobre quienes procuran caminar sendas de santidad.

En el antiguo Testamento, el pueblo santo de Dios, en su peregrinar por el desierto, era alimentado por un pan misterioso que, venido del cielo, era preciso recoger antes de que salga el sol. Era necesario “levantarse”, ¡madrugar! para obtener la fuerza que el desierto demandaba.

Hoy, aquí, no has sido conducido a buscar de madrugada un maná que perece, que se disuelve por los simples rayos de un sol, sino que sumergido dentro del Corazón del Padre, vienes al “encuentro”, la contemplación del “PAN VIVO” bajado del Cielo.

La madrugada trae ese regalo.
La madrugada posibilita el encuentro.
Ayer la liturgia nos presentaba a Andres diciendo sin temor: “Hemos encontrado al Cristo”!
Hoy también la liturgia nos regala un texto parecido. Es Felipe quien le dice a Natanael: “Aquel de quien hablaron los profetas… LO HEMOS ENCONTRADO”

Que el regalo de esta noche aquí, en este “territorio Eucarístico” sea poder acompañar no sólo con la voz, sino con la experiencia viva, a Andres y a Felipe y a tantos otros, que a lo largo de los años, han podido unir corazón y voz y decir: ¡HEMOS ENCONTRADO AL CRISTO!

Que te dejes encontrar es nuestro anhelo.
Que posibilites el encuentro;
Que el Espíritu Santo venga en tu auxilio y te alcance esa gracia de ser bautizado con Fuego.
Que puedas proclamar desde los tejados que Cristo está vivo.
Que en la noche, cuando todo descansa, tu corazón se inquiete de amor.
Que tu Fe renazca a una vida plena;
Que la esperanza sea el aire de tu casa.
Que la Caridad inflame tus entrañas.

Bendecida madrugada sumergido en Jesús!

Miguel Angel Yunges
Comunidad Piedras Vivas.

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