El Santísimo Nombre de Jesús
¿Qué sabes tú, querido lector, del nombre de Jesús? Probablemente que es un nombre santo y que hay que inclinar la cabeza con reverencia cada vez que se pronuncia. Pero eso no es todo.
El nombre de Jesús es tan poderoso que produce en el alma los más excelsos resultados: consuela el corazón atribulado, fortalece al más débil pecador y nos merece favores y gracias espirituales y temporales.
Pero primero hay que entender claramente el significado y el gran valor del nombre de Jesús. Segundo, hay que habituarse a pronunciarlo con devoción cientos de veces al día. Esta práctica, lejos de ser monótona, es fuente de inmenso gozo y consolación.
¿Qué significa el nombre de Jesús? Significa “Dios salva” y es, antes que nada, una oración eficacísima. El mismo Señor nos promete que todo lo que le pidamos al Padre en su nombre lo recibiremos. Por eso, cuando con amor articulamos el nombre de “Jesús”, le estamos pidiendo a Dios aquello que necesitamos con la absoluta confianza de ser oídos. Por esta razón, la Iglesia siempre concluye sus oraciones invocando el nombre: “Por Jesucristo, nuestro Señor”, que le da a la oración una eficacia divina. Pero el santo nombre es algo más grande aún.
Cada vez que decimos “Jesús”, glorificamos a Dios de un modo infinito porque le ofrecemos los valiosísimos méritos de la Pasión y la Muerte de Jesucristo. El santo nombre de Jesús nos salva de innumerables males y nos rescata especialmente del poder del demonio, que está constantemente buscando la ocasión de hacernos daño.
Todos los santos han tenido un inmenso amor y confianza en el nombre de Jesús, porque vieron en él el amor incondicional de nuestro Señor, todo su poder, todas las cosas bellas que él enseñó y realizó en la tierra. Y fue en el santo nombre de Jesús que ellos hicieron todos sus prodigios: obraron milagros, expulsaron demonios, curaron enfermos y confortaron a todos. Hermano, te recomendamos que te acostumbres a invocar el santo nombre de Jesús con fe y amor. (Fuente consultada: Las Maravillas del Santo Nombre, por el Rvdo. Pablo O’Sullivan, OP).
“Amado Jesús, Señor mío, con todo mi amor y reverencia pronuncio tu santísimo nombre, invocando tu divina presencia en beneficio mío y de mis seres queridos.”1 Juan 2, 29—3, 6
Salmo 98(97), 1. 3-6
fuente: Devocionario católico la palabra con nosotros
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