Regálame en la mañana Tu Presencia.
Necesito tu ayuda, anhelo tu Presencia!
Llena mi corazón de tu alegría, de tu Santidad, y tu Poder.
¡Ven, te estoy llamando! Entra, mora, lléname de Ti.
Haz de mí tu habitación, ¡y no salgas!
¡Ven a da cumplimiento a la promesa del Padre.
¡te invito a ser uno conmigo!
Ven, porque reconozco mi debilidad, y que sin Ti no vivo;
Que sin Ti no puedo, Que sin Tu Luz soy tinieblas,
Sin Tu calor todo es frío y desamor.
Espíritu Santo, te estoy llamando,
No tardes!, no desistas nunca de mi,
Espero, confío y creo en Ti.
Dime ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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