Vivimos tiempos difíciles. Existe una profunda crisis emocional que se abate sobre nosotros. Necesitamos ser canales de sanación y de alivio para los sufrimientos de unos y de otros.
En medio de las exigencias de los tiempos de ansiedad en que vivimos necesitamos abastecernos de una espiritualidad más humana y revestir nuestra humanidad de una espiritualidad más fecunda y menos "angelical". Dios se hizo humano para socorrer nuestra humanidad. Necesitamos vivir una fe que nos aproxime a Dios y nos vuelva más humanos, solidarios y tiernos.
p. Roger Araujo
adaptación del original en portugués.
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