jueves, 21 de agosto de 2025

Ansiedad, psicología y fe en la Cuaresma de san Miguel

San Miguel intercede por las mentes turbadas: Ansiedad, psicología y fe en la Cuaresma


En este día de la Cuaresma de San Miguel Arcángel, elevamos nuestra oración por quienes viven con la mente agitada, atrapados en pensamientos que no cesan, emociones que desbordan, y silencios que duelen. La ansiedad, ese visitante incómodo que se instala sin pedir permiso, es una de las afecciones más comunes de nuestro tiempo. Pero no está sola: la ciencia moderna y la fe se unen para ofrecer caminos de alivio, comprensión y esperanza.


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¿Qué es la ansiedad?

La psicología define la ansiedad como una respuesta emocional ante una amenaza percibida. Es útil cuando nos prepara para actuar, pero se vuelve problemática cuando se instala de forma crónica, afectando el sueño, la concentración, el cuerpo y el alma. Quienes la padecen suelen experimentar:


  • Preocupación constante

  • Palpitaciones, tensión muscular

  • Pensamientos intrusivos

  • Sensación de pérdida de control


La psicología clínica ofrece herramientas como la terapia cognitivo-conductual, la respiración consciente, el acompañamiento emocional y, en algunos casos, la medicación. Pero más allá de los síntomas, la ansiedad revela una necesidad profunda: sentirse seguro, sostenido, amado.


La fe como refugio: San Francisco de Sales y la paz interior

La tradición cristiana no ignora la agitación mental. Al contrario, la reconoce como parte de la lucha espiritual. San Francisco de Sales, maestro de la dulzura y la confianza, nos dejó palabras que hoy resuenan con fuerza:


“La ansiedad es el mayor mal que puede sobrevenir a un alma, fuera del pecado; porque, así como las sediciones y revueltas intestinas de una nación la arruinan enteramente, e impiden que pueda resistir al extranjero, de la misma manera nuestro corazón, cuando está interiormente perturbado e inquieto, pierde la fuerza para conservar las virtudes que había adquirido, y también la manera de resistir las tentaciones del enemigo.”

“No te turbes por las tentaciones; más bien, mientras más te combatan, más debes pensar que estás agradando a Dios. No te inquietes por ellas, pues la inquietud aumenta las tentaciones y disminuye las fuerzas para resistirlas.”
“No te inquietes por lo que pueda suceder mañana; el mismo Padre eterno que te cuida hoy, te cuidará mañana y siempre. O te guardará del sufrimiento o te dará fuerza para soportarlo.”

Estas palabras no niegan el dolor, pero lo abrazan con ternura. Nos invitan a confiar, a descansar en la providencia, a dejar que la gracia actúe incluso en medio del caos.


Psicología y espiritualidad: un diálogo fecundo

La psicología moderna reconoce que la espiritualidad puede ser un recurso protector ante la ansiedad. Estudios recientes muestran que la oración, la meditación cristiana, el sentido de propósito y la comunidad de fe ayudan a regular las emociones, fortalecer la resiliencia y encontrar sentido en medio del sufrimiento.

En este sentido, la fe no reemplaza la terapia, pero la complementa. Y la psicología no sustituye la gracia, pero la acompaña. Juntas, ofrecen una mirada integral del ser humano: cuerpo, mente y espíritu.


San Miguel, protector de los que luchan

Hoy, en esta jornada cuaresmal, pedimos a San Miguel Arcángel que interceda por quienes viven con la mente agitada. Que su espada de luz corte los lazos del miedo, y que su presencia nos recuerde que no estamos solos en la batalla.


Que quienes padecen ansiedad encuentren en la psicología herramientas concretas, y en la fe, consuelo profundo. Que aprendamos a decir, como San Francisco de Sales, “haz lo que puedas tranquilamente, y deja el resto en manos de Dios.”

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