"Aquel día en que grité, Vos me escuchaste, Señor"
Salmo 137
Como el salmista, a lo largo de este día,
lancemos gritos al Señor en toda circunstancias.
Tal vez hasta encontremos que somos capaces de resolver
todas las cosas solos pero, es un engaño pensar así.
Necesitamos y dependemos del auxilio del Señor.
"La reina Ester, presa de una angustia mortal,
también buscó refugio en el Señor.
Se despojó de sus vestidos lujosos y se puso ropa de aflicción y duelo.
En lugar de perfumes refinados, se cubrió la cabeza de ceniza y basura.
Mortificó su cuerpo duramente
y dejó caer sus cabellos enmarañados sobre aquel cuerpo
que antes se complacía en adornar.
Luego oró al Señor, Dios de Israel, diciendo:
¡Señor mío, nuestro Rey, tú eres el Único!
Ven a socorrerme, porque estoy sola, no tengo otra ayuda fuera de ti
y estoy expuesta al peligro"
Ester 14,1-4
Nuestra actitud debe ser como la de Ester que,
en medio del peligro, buscó refugio en el Señor
y no en las cosas, en las personas y en los bienes que poseía
y mucho menos en sus propias fuerzas,
porque el único auxilio eficaz para nuestra vida
es el que viene del Señor.
Suceda lo que suceda, en este día,
lancemos un grito al cielo:
¡Señor, sálvame, líbrame de todo mal!
Jesús Yo confío en Ti!
Luzia Santiago
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva
(fuente: portal www.cancaonova.com)
traducción y adaptación myunges
jueves, 24 de enero de 2013
¿Cómo conseguir "Fuerza Interior"?
No permitas que tu llama se apague.
Aún cuando estés decepcionado
y sin ninguna expectativa de futuro,
no permitas que eso mate tu alma.
¿Cómo conseguir "fuerza interior"?
Para que Dios pueda actuar en tu vida es preciso
CREER, ACOGER y DECIDIR.
¿Recuerdas la historia de Isabel?
Donde ella iba cargaba el milagro en su barriga.
Pero la bendita Isabel estaba "pre-ocupada"...
con su cabeza confusa, depresiva, triste, abatida y desanimada.
Cuando María llegó a su casa, todo cambió:
"Isabel quedó llena del Espíritu Santo"
Es eso lo que Dios tiene para ti.
El no te ofrece cambios simples.
El no te ofrece esperanzas baratas.
El no quiere darte soluciones provisorias, parches, para algunos problemas.
El quiere cambiarte. Darle rumbo a tu vida.
El quiere que seas una persona llena de Espíritu Santo.
Y eso hace la gran diferencia.
Eso cambia tu mentalidad.
Tu visión de los problemas.
Tu reacción delante de las situaciones de la vida.
Eso hace de ti una persona nueva.
Una nueva criatura.
Cuántos de nosotros queremos una chance para comenzar todo de nuevo.
Partir de cero.
Ser realmente una persona nueva.
¡Eso es posible!
Lo que acontenció con Isabel puede acontecer contigo.
Dios lo quiere
Quiérelo tu también.
Quiérelo y espera.
Dios te Bendiga!
Mons Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova
fuente: Portal Canção Nova.
traducción y adaptación: myunges
Aún cuando estés decepcionado
y sin ninguna expectativa de futuro,
no permitas que eso mate tu alma.
¿Cómo conseguir "fuerza interior"?
Para que Dios pueda actuar en tu vida es preciso
CREER, ACOGER y DECIDIR.
¿Recuerdas la historia de Isabel?
Donde ella iba cargaba el milagro en su barriga.
Pero la bendita Isabel estaba "pre-ocupada"...
con su cabeza confusa, depresiva, triste, abatida y desanimada.
Cuando María llegó a su casa, todo cambió:
"Isabel quedó llena del Espíritu Santo"
Es eso lo que Dios tiene para ti.
El no te ofrece cambios simples.
El no te ofrece esperanzas baratas.
El no quiere darte soluciones provisorias, parches, para algunos problemas.
El quiere cambiarte. Darle rumbo a tu vida.
El quiere que seas una persona llena de Espíritu Santo.
Y eso hace la gran diferencia.
Eso cambia tu mentalidad.
Tu visión de los problemas.
Tu reacción delante de las situaciones de la vida.
Eso hace de ti una persona nueva.
Una nueva criatura.
Cuántos de nosotros queremos una chance para comenzar todo de nuevo.
Partir de cero.
Ser realmente una persona nueva.
¡Eso es posible!
Lo que acontenció con Isabel puede acontecer contigo.
Dios lo quiere
Quiérelo tu también.
Quiérelo y espera.
Dios te Bendiga!
Mons Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova
fuente: Portal Canção Nova.
traducción y adaptación: myunges
miércoles, 23 de enero de 2013
3º Luz de Luna
“Me cubres con tu palma”
Salmo 138
¿Te has detenido alguna vez a contemplar un bebe recién nacido en las manos de su padre? Así como despierta ternura el niño sobre el pecho su de madre, del mismo modo no existe una imagen más poderosa, que hable de protección, como la de un niño en brazos de su padre.
Eso mismo. Eso que contemplan tus ojos, es lo que Dios Padre realiza con nosotros. Y más aún, mucho más de lo que podemos llegar a intuir e imaginar. Presta atención. Imagina...
¿Qué hace posible el ser sostenido en la palma de la mano?
¿Qué “común unión” vincula a “hijo” y “padre”?
Pequeñez y Amor.
La pequeñez del niño. El Amor del Padre.
Sólo lo “pequeño” puede ser contenido por las palmas del padre.
Solo lo “pequeño” puede ser abrazado y sostenido por las manos amorosas del que es “protección” y “abrigo”.
María es Aquella que comprendió totalmente éste misterio.
Ella, la más pequeña, fue abrigada y protegida por el Amor de Dios al punto de ser, también Ella, cobijo y resguardo “del Hijo”.
La pequeñez de María tiene nombre, “Humildad”
La pequeñez de María tiene raíces que la sustentan: una vida centrada en hacer la Voluntad de Aquel que la predestinó por Amor.
En el “patio de María” puede comenzar un nuevo tiempo para tu vida. Tiempo de pequeñez, tiempo de mansedumbre, de confianza infinita, de abandono en las manos del Padre que está siempre pronto para tomarte en su “palma”, cobijarte, resguardarte de todo mal.
“Señor, aquí estoy, ¡hágase en mí según tu palabra!.
Cúmplase en mi tus designios.
Y si en la tribulación me olvido de Ti... ¡ilumina mis pruebas con tu Luz!”
Miguel
Comunidad Piedras Vivas
Sólo tenemos el "hoy"
Cada día que amanece
precisamos mirar nuevos horizontes en nuestra vida.
El día de hoy tiene su singularidad, necesita su propio cuidado,
y nosotros necesitamos vivirlo intensamente.
Dice Madre Teresa de Calcuta que "hoy es el día más bello",
porque es el día de la salvación,
porque hoy es el tiempo que tenemos para vivir,
para amar, sonreír, jugar, hacer el bien y evitar el mal.
Es hoy el día de ser instrumentos de paz y agentes de reconciliación.
Con seguridad el Espíritu Santo nos va a conducir
y ayudar a vislumbrar lo bello de cada momento en este precioso día.
"En Dios nuestro día se plenifica,
porque Jesucristo es el mismo ayer hoy y siempre"
(cfr. Hb 13,8)
Jesús, queremos vivir el hoy de nuestra vida,
con el corazón plenamente unido a Tu Corazón.
Gracias Señor!
Jesús, yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
fuente: mensaje del día - Portal cancaonova.com
precisamos mirar nuevos horizontes en nuestra vida.
El día de hoy tiene su singularidad, necesita su propio cuidado,
y nosotros necesitamos vivirlo intensamente.
Dice Madre Teresa de Calcuta que "hoy es el día más bello",
porque es el día de la salvación,
porque hoy es el tiempo que tenemos para vivir,
para amar, sonreír, jugar, hacer el bien y evitar el mal.
Es hoy el día de ser instrumentos de paz y agentes de reconciliación.
Con seguridad el Espíritu Santo nos va a conducir
y ayudar a vislumbrar lo bello de cada momento en este precioso día.
"En Dios nuestro día se plenifica,
porque Jesucristo es el mismo ayer hoy y siempre"
(cfr. Hb 13,8)
Jesús, queremos vivir el hoy de nuestra vida,
con el corazón plenamente unido a Tu Corazón.
Gracias Señor!
Jesús, yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
fuente: mensaje del día - Portal cancaonova.com
¿Cómo esperar?
Nuestra vida está marcada por las esperas.
En todo momento, de una forma u otra,
precisamos esperar por alguien, por algo, por nosotros mismos…
Pero no podemos esperar de cualquier modo,
porque, sino no alcanzaremos el fruto de la espera.
En la espera muchas veces nos desanimamos,
precisando retomar siempre la calma, porque ella hace parte de la vida.
Llenemos nuestro corazón de esperanza,
porque “esta esperanza que nosotros tenemos,
es como un ancla del alma, sólida y firme,
que penetra más allá del velo del santuario,
allí mismo donde Jesús entró por nosotros,
como precursor, convertido en Sumo Sacerdote para siempre,
según la orden de Melquisedec” (Heb. 6,19-20)
Esperar siempre, desistir nunca,
debe ser siempre nuestro lema,
porque “el Señor es nuestro amparo y nuestro escudo” Sal 32,20b
Jesús, Yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
En todo momento, de una forma u otra,
precisamos esperar por alguien, por algo, por nosotros mismos…
Pero no podemos esperar de cualquier modo,
porque, sino no alcanzaremos el fruto de la espera.
En la espera muchas veces nos desanimamos,
precisando retomar siempre la calma, porque ella hace parte de la vida.
Llenemos nuestro corazón de esperanza,
porque “esta esperanza que nosotros tenemos,
es como un ancla del alma, sólida y firme,
que penetra más allá del velo del santuario,
allí mismo donde Jesús entró por nosotros,
como precursor, convertido en Sumo Sacerdote para siempre,
según la orden de Melquisedec” (Heb. 6,19-20)
Esperar siempre, desistir nunca,
debe ser siempre nuestro lema,
porque “el Señor es nuestro amparo y nuestro escudo” Sal 32,20b
Jesús, Yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
3er. Luna - "Me cubres con tu palma"
Te invitamos a participar de la 3º Luna de Honras a Nuestra Santísima Madre del Cielo.
Estaremos intercediendo de manera particular por todas las mujeres, confiando a María sus vidas, sus proyectos, aquello que resguardan dentro de sí como relicario de amor.
Te invitamos a acercarte y participar y si traes tu chalina, pañuelo, pashmina... esa prenda que es protección, resguardo, que une, que embellece... procura estar 21.20 hs.
Como siempre, en el patio de tu Casa, en el patio de tu parroquia.
Estaremos intercediendo de manera particular por todas las mujeres, confiando a María sus vidas, sus proyectos, aquello que resguardan dentro de sí como relicario de amor.
Te invitamos a acercarte y participar y si traes tu chalina, pañuelo, pashmina... esa prenda que es protección, resguardo, que une, que embellece... procura estar 21.20 hs.
Como siempre, en el patio de tu Casa, en el patio de tu parroquia.
Estemos atentos...
Para aprender y enseñar buenas costumbres!
Precisamos aprender las "cosas buenas"
y copiar, en nuestro diario vivir,
las costumbres saludables para nuestro cuerpo y alma.
Jesús fue solícito en enseñar:
"Cuando oren, digan: Padre, santificado sea Tu Nombre.
Venga Tu Reino. Danos el pan de cada día y perdona nuestras ofensas,
pues también nosotros perdonamos a todos nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación"
cfr. Lc 11,2-3
Cultivemos en nuestro corazón
la prontitud interior en querer aprender las buenas obras
y enseñarlas a los demás,
así como Jesús enseñó a los discípulos de Él a rezar,
sin imponer cargas.
Tengamos el mismo coraje que tuvieron los discípulos y pidamos a Jesús:
Señor, enséñanos a rezar, a hacer el bien, a amar al prójimo, y, con certeza,
Él prontamente nos enseñará.
Solos no somos capaces de una buena acción,
solamente con el auxilio de Jesús
conseguimos tener actitudes de verdaderos hijos e hijas de Dios.
Aproximémonos al Señor con confianza, porque Él está esperándonos.
Jesús, Yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
fuente Portal cancaonova.com
Precisamos aprender las "cosas buenas"
y copiar, en nuestro diario vivir,
las costumbres saludables para nuestro cuerpo y alma.
Jesús fue solícito en enseñar:
"Cuando oren, digan: Padre, santificado sea Tu Nombre.
Venga Tu Reino. Danos el pan de cada día y perdona nuestras ofensas,
pues también nosotros perdonamos a todos nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación"
cfr. Lc 11,2-3
Cultivemos en nuestro corazón
la prontitud interior en querer aprender las buenas obras
y enseñarlas a los demás,
así como Jesús enseñó a los discípulos de Él a rezar,
sin imponer cargas.
Tengamos el mismo coraje que tuvieron los discípulos y pidamos a Jesús:
Señor, enséñanos a rezar, a hacer el bien, a amar al prójimo, y, con certeza,
Él prontamente nos enseñará.
Solos no somos capaces de una buena acción,
solamente con el auxilio de Jesús
conseguimos tener actitudes de verdaderos hijos e hijas de Dios.
Aproximémonos al Señor con confianza, porque Él está esperándonos.
Jesús, Yo confío en Ti!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
fuente Portal cancaonova.com
Cantad al Señor un cántico nuevo
Sal 95
A primera vista, éste es el mandamiento imposible.
¿Cómo cantar un cántico nuevo cuando todos los cantos,
en todas las lenguas, te han cantado una y otra vez, Señor?
Se han agotado los temas, se han probado todas las rimas,
se han ensayado todos los tonos.
La oración es esencialmente repetición, y tengo que esforzarme para que parezca que no estoy diciendo las mismas cosas todos los días, aunque sé muy bien que las estoy diciendo. Estoy condenado a intentar la variedad cuando sé que toda oración se reduce a la repetición de tu nombre y a la presentación de mis ruegos. Variaciones sobre un mismo tema.
¿Cómo puedes pedirme, en tales circunstancias,
que te cante un cántico nuevo?
Sé la respuesta antes de acabar con la pregunta.
El cántico puede ser el mismo,
pero el espíritu con que lo canto ha de ser nuevo cada día.
El fervor, el gozo, el sonido de cada palabra y el vuelo de cada nota han de ser diferentes cada vez que esa nota sale de mis labios, cada vez que esa oración sale de mi corazón.
Ese es el secreto para mantener la vida siempre nueva, y así, al pedirme que cante un canto nuevo me estás enseñando el arte de vivir una vida nueva cada día con la lozanía temprana del amanecer en cada momento de mi existencia. Un cántico nuevo, una vida nueva, un amanecer nuevo, un aire nuevo, una energía nueva en cada paso, una esperanza nueva en cada encuentro. Todo es lo mismo y todo es distinto, porque los ojos, que miran los mismos objetos que ayer, son nuevos hoy.
El arte de saber mirar con ojos nuevos me capacita para disfrutar los bienes de la naturaleza en toda la plenitud de su pujante realidad. Los cielos y la tierra y los campos y los árboles son ahora nuevos, porque mi mirada es nueva. Se me unen para cantar todos juntos el nuevo cántico de alabanza.
“Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque delante del Señor,
que ya llega, ya llega a regir la tierra.”
Éste es el cántico nuevo que llena mi vida y llena el mundo que me rodea, el único canto que es digno de Aquel cuya esencia es ser nuevo en cada instante con la riqueza irrepetible de su ser eterno.
“Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor toda la tierra; cantad al Señor,
bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.”
p. Carlos Valles, sj
A primera vista, éste es el mandamiento imposible.
¿Cómo cantar un cántico nuevo cuando todos los cantos,
en todas las lenguas, te han cantado una y otra vez, Señor?
Se han agotado los temas, se han probado todas las rimas,
se han ensayado todos los tonos.
La oración es esencialmente repetición, y tengo que esforzarme para que parezca que no estoy diciendo las mismas cosas todos los días, aunque sé muy bien que las estoy diciendo. Estoy condenado a intentar la variedad cuando sé que toda oración se reduce a la repetición de tu nombre y a la presentación de mis ruegos. Variaciones sobre un mismo tema.
¿Cómo puedes pedirme, en tales circunstancias,
que te cante un cántico nuevo?
Sé la respuesta antes de acabar con la pregunta.
El cántico puede ser el mismo,
pero el espíritu con que lo canto ha de ser nuevo cada día.
El fervor, el gozo, el sonido de cada palabra y el vuelo de cada nota han de ser diferentes cada vez que esa nota sale de mis labios, cada vez que esa oración sale de mi corazón.
Ese es el secreto para mantener la vida siempre nueva, y así, al pedirme que cante un canto nuevo me estás enseñando el arte de vivir una vida nueva cada día con la lozanía temprana del amanecer en cada momento de mi existencia. Un cántico nuevo, una vida nueva, un amanecer nuevo, un aire nuevo, una energía nueva en cada paso, una esperanza nueva en cada encuentro. Todo es lo mismo y todo es distinto, porque los ojos, que miran los mismos objetos que ayer, son nuevos hoy.
El arte de saber mirar con ojos nuevos me capacita para disfrutar los bienes de la naturaleza en toda la plenitud de su pujante realidad. Los cielos y la tierra y los campos y los árboles son ahora nuevos, porque mi mirada es nueva. Se me unen para cantar todos juntos el nuevo cántico de alabanza.
“Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque delante del Señor,
que ya llega, ya llega a regir la tierra.”
Éste es el cántico nuevo que llena mi vida y llena el mundo que me rodea, el único canto que es digno de Aquel cuya esencia es ser nuevo en cada instante con la riqueza irrepetible de su ser eterno.
“Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor toda la tierra; cantad al Señor,
bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.”
p. Carlos Valles, sj
Decisiones, tiempos y personas
En las decisiones que envuelven su vida,
jamás decida solo!
Tenga a su lado alguien que le conozca a fondo, ame y desee su bien. ¡Nunca decida en tiempos de crisis!
Cuando decidimos en crisis, la chance de cometer un error es enorme. No escuche a todos!
Si es tiempo de decisión, hable con las personas correctas.
Y si quiere tener absoluta certeza sobre como decidir,
visite muchas veces al Santísimo Sacramento!
Estaré rezando por usted!
Su hermano,
Ricardo Sá
Comunidad Canción Nueva.
fuente: Portal Cançao Nova
jamás decida solo!
Tenga a su lado alguien que le conozca a fondo, ame y desee su bien. ¡Nunca decida en tiempos de crisis!
Cuando decidimos en crisis, la chance de cometer un error es enorme. No escuche a todos!
Si es tiempo de decisión, hable con las personas correctas.
Y si quiere tener absoluta certeza sobre como decidir,
visite muchas veces al Santísimo Sacramento!
Estaré rezando por usted!
Su hermano,
Ricardo Sá
Comunidad Canción Nueva.
fuente: Portal Cançao Nova
Deja de lado el apego
Nuestra vida debe ser conducida por la Palabra de Dios,
pues sólo así seremos felices en nuestro diario vivir.
El Evangelio de Mateo 19,21 dice:
“Si quieres ser perfecto,
Ve, vende tus bienes, da el dinero a los pobres
y tendrás un tesoro en el cielo, después ven, y sígueme”.
Jesús dice eso a un joven que quería seguirlo,
Pero el Señor quiso probarlo en el mirar,
Jesús quería entrar en el corazón de él,
quería el desapego de aquel joven, por eso pidió que él abriese la mano
Hasta de poseerse a sí mismo,
pues solo es feliz quien consigue desapegarse.
Nuestras preocupaciones no son fáciles de ser evitadas,
están algunas veces, centradas en los bienes temporales,
como le sucedió a éste joven rico.
Quien no tiene un corazón abierto para acoger la invitación de Cristo
será un eterno frustrado, pues nuestras tristezas
vienen de nuestro apego.
No tengamos, por lo tanto, miedo a perder las cosas o las personas.
El Señor nos llama: “¡Ven y sígueme!”
Jesús en Vos confío!
Luzia Santiago
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
pues sólo así seremos felices en nuestro diario vivir.
El Evangelio de Mateo 19,21 dice:
“Si quieres ser perfecto,
Ve, vende tus bienes, da el dinero a los pobres
y tendrás un tesoro en el cielo, después ven, y sígueme”.
Jesús dice eso a un joven que quería seguirlo,
Pero el Señor quiso probarlo en el mirar,
Jesús quería entrar en el corazón de él,
quería el desapego de aquel joven, por eso pidió que él abriese la mano
Hasta de poseerse a sí mismo,
pues solo es feliz quien consigue desapegarse.
Nuestras preocupaciones no son fáciles de ser evitadas,
están algunas veces, centradas en los bienes temporales,
como le sucedió a éste joven rico.
Quien no tiene un corazón abierto para acoger la invitación de Cristo
será un eterno frustrado, pues nuestras tristezas
vienen de nuestro apego.
No tengamos, por lo tanto, miedo a perder las cosas o las personas.
El Señor nos llama: “¡Ven y sígueme!”
Jesús en Vos confío!
Luzia Santiago
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
La pelea es... peleando
Hay una canción del grupo cristiano “Alfareros” que me gusta mucho, se llama: El Luchador. Cuenta la historia de alguien que entiende la vida como una lucha continua, como un sobreponerse a las dificultades y a los problemas, alguien que comprende que la vida está marcada por dificultades, por problemas y que quien quiera gozarla deberá tener el temple suficiente para enfrentarlos y vencerlos.
A veces idealizamos la vida como una experiencia de total serenidad y ausencia de conflictos. Soñamos con esa vida y sufrimos por no tenerla. Pero la verdad es otra; la vida está llena de conflictos, de situaciones críticas y alguna que otra situación límite. No nos podemos substraer a esa condición de la humanidad. Esto queda bien expresado en la metáfora espiritual de la guerra. La vida es una guerra, una guerra espiritual. No estoy hablando de violencias insanas, ni de actitudes hostiles contra los otros, sino de la batalla que da el ser, todos los días, frente a la nada para imponerse en la existencia; o la del amor que debe batirse contra la indiferencia y el odio para hacernos consciente de que la ternura puede más que todas las manifestaciones violentas; la batalla del bien que no quiere ser considerado de otra época y tiene que dar la pelea ante el mal, sin hincar rodilla en el campo de lucha.
Sí, la vida es una guerra.
Una guerra que creemos ganada.
Sí, en Cristo Jesús nosotros hemos considerado esa batalla ganada, el murió en la cruz para que cada uno de nosotros viva como triunfador.
Hay un texto del Deuteronomio que me encanta porque da dos claves para que cualquiera –que crea y que confíe en el poder de Dios- se prepare para la batalla de la vida:
“Si al salir ustedes a combatir a sus enemigos ven que ellos cuentan con caballería y carros de guerra, y con un ejército más numeroso que el de ustedes, no les tengan miedo, pues ustedes cuentan con el Señor, su Dios, que los sacó de Egipto. Y cuando llegue la hora de la batalla, el sacerdote se dirigirá al ejército y dirá: Escuchen, israelitas, hoy van a luchar contra sus enemigos. No se desanimen n tengan miedo; no tiemblen ni se asusten porque el Señor su Dios está con ustedes; Él luchará contra los enemigos de ustedes y les dará la victoria”.
Creo que hay cuatro claves a interiorizar:
1. Debemos ser capaces de analizar contra quién se está batallando. Hay que conocer al enemigo. No se puede ser ingenuo, ni fanático, a la hora de ir a batallar, es una actitud necesaria el revisar con qué armas cuenta el enemigo, cómo está preparado para el combate. Negarse a eso es una manera de perder -de salida-. Los combatientes que nos son buenos analistas de la vida, terminan perdiendo muchas batallas. Hay que revisar, de manera inteligente y serena, cada situación para salir a enfrentarla.
2. El resultado de ese análisis no nos puede llenar de miedo, sino nos ayuda a encontrar caminos de solución para esta batalla. Hay enfermedades que se presentan mejor armadas que nosotros, pero no por eso vamos a darnos por vencidos sino buscaremos la mejor manera para enfrentarlas. Hay situaciones de soledad, infidelidad, rupturas o dolores, que nos ocasionan impresiones poderosas, pero no por eso vamos a decir que todo está ya perdido.
3. La relación con Dios es el soporte para saber que vamos a salir adelante. Dios nos debe servir para algo. No podemos tener un Dios inútil, recluido a un templo que no nos acompaña a la batalla, sino que no sale del culto. Un Dios así no nos sirve, porque nosotros no vivimos en el culto sino en la vida, y es ésta la que llena de sentido el espacio del culto. Mi relación con Dios tiene historia, porque me ha dado victorias anteriormente, pues bien, tenemos que pensar en ellas y tenerlas presentes para salir a combatir y triunfar. Es un Dios que nos ha dado la vida, que nos ha hecho triunfar en otras situaciones; luego entonces, tenemos que seguir hacia adelante. Un elemento bien bacano de esta fe es que este Dios sale a combatir con sus amigos, Aquel que está de parte de quien confía en Él. Eso nos hace estar seguros de que saldremos en victoria. La justicia es el criterio. Dios siempre está peleando a favor del justo.
4. Hay afirmaciones bien concretas: No te asustes, no tiembles, no tengas miedo… se trata de vivir en la actitud correcta, estar sereno y seguro para tomar las decisiones que corresponden.
Cuando no estamos en esa tónica, seguro fallamos y hacemos las vainas mal.
Ahora te toca a ti asumir estas claves y ponerlas en perspectiva de las batallas que estás librando. Tú sabes cuáles son y cómo las estás viviendo. Es hora de llenarte de valor para continuar y triunfar.
P. Alberto Linero Gómez, Eudista.
A veces idealizamos la vida como una experiencia de total serenidad y ausencia de conflictos. Soñamos con esa vida y sufrimos por no tenerla. Pero la verdad es otra; la vida está llena de conflictos, de situaciones críticas y alguna que otra situación límite. No nos podemos substraer a esa condición de la humanidad. Esto queda bien expresado en la metáfora espiritual de la guerra. La vida es una guerra, una guerra espiritual. No estoy hablando de violencias insanas, ni de actitudes hostiles contra los otros, sino de la batalla que da el ser, todos los días, frente a la nada para imponerse en la existencia; o la del amor que debe batirse contra la indiferencia y el odio para hacernos consciente de que la ternura puede más que todas las manifestaciones violentas; la batalla del bien que no quiere ser considerado de otra época y tiene que dar la pelea ante el mal, sin hincar rodilla en el campo de lucha.
Sí, la vida es una guerra.
Una guerra que creemos ganada.
Sí, en Cristo Jesús nosotros hemos considerado esa batalla ganada, el murió en la cruz para que cada uno de nosotros viva como triunfador.
Hay un texto del Deuteronomio que me encanta porque da dos claves para que cualquiera –que crea y que confíe en el poder de Dios- se prepare para la batalla de la vida:
“Si al salir ustedes a combatir a sus enemigos ven que ellos cuentan con caballería y carros de guerra, y con un ejército más numeroso que el de ustedes, no les tengan miedo, pues ustedes cuentan con el Señor, su Dios, que los sacó de Egipto. Y cuando llegue la hora de la batalla, el sacerdote se dirigirá al ejército y dirá: Escuchen, israelitas, hoy van a luchar contra sus enemigos. No se desanimen n tengan miedo; no tiemblen ni se asusten porque el Señor su Dios está con ustedes; Él luchará contra los enemigos de ustedes y les dará la victoria”.
Creo que hay cuatro claves a interiorizar:
1. Debemos ser capaces de analizar contra quién se está batallando. Hay que conocer al enemigo. No se puede ser ingenuo, ni fanático, a la hora de ir a batallar, es una actitud necesaria el revisar con qué armas cuenta el enemigo, cómo está preparado para el combate. Negarse a eso es una manera de perder -de salida-. Los combatientes que nos son buenos analistas de la vida, terminan perdiendo muchas batallas. Hay que revisar, de manera inteligente y serena, cada situación para salir a enfrentarla.
2. El resultado de ese análisis no nos puede llenar de miedo, sino nos ayuda a encontrar caminos de solución para esta batalla. Hay enfermedades que se presentan mejor armadas que nosotros, pero no por eso vamos a darnos por vencidos sino buscaremos la mejor manera para enfrentarlas. Hay situaciones de soledad, infidelidad, rupturas o dolores, que nos ocasionan impresiones poderosas, pero no por eso vamos a decir que todo está ya perdido.
3. La relación con Dios es el soporte para saber que vamos a salir adelante. Dios nos debe servir para algo. No podemos tener un Dios inútil, recluido a un templo que no nos acompaña a la batalla, sino que no sale del culto. Un Dios así no nos sirve, porque nosotros no vivimos en el culto sino en la vida, y es ésta la que llena de sentido el espacio del culto. Mi relación con Dios tiene historia, porque me ha dado victorias anteriormente, pues bien, tenemos que pensar en ellas y tenerlas presentes para salir a combatir y triunfar. Es un Dios que nos ha dado la vida, que nos ha hecho triunfar en otras situaciones; luego entonces, tenemos que seguir hacia adelante. Un elemento bien bacano de esta fe es que este Dios sale a combatir con sus amigos, Aquel que está de parte de quien confía en Él. Eso nos hace estar seguros de que saldremos en victoria. La justicia es el criterio. Dios siempre está peleando a favor del justo.
4. Hay afirmaciones bien concretas: No te asustes, no tiembles, no tengas miedo… se trata de vivir en la actitud correcta, estar sereno y seguro para tomar las decisiones que corresponden.
Cuando no estamos en esa tónica, seguro fallamos y hacemos las vainas mal.
Ahora te toca a ti asumir estas claves y ponerlas en perspectiva de las batallas que estás librando. Tú sabes cuáles son y cómo las estás viviendo. Es hora de llenarte de valor para continuar y triunfar.
P. Alberto Linero Gómez, Eudista.
Resucítanos, Señor Jesús
Reza ahora agradeciendo a Jesús
por el gran regalo que nos dejó: La Eucaristía.
"Gracias, Señor, por la oportunidad que tengo diariamente de
recibirTe en la comunión y así recibir tantas gracias que necesito, especialmente la de vencer la tentación y el pecado.
Creo que saldré victorioso con Tu poderoso remedio que es la Eucaristía.
Dame, Señor, de Tu Pan, para que pueda ser curado y resucitado, conforme a la promesa que está en Tu Palabra:
"Aquel que come mi carne y bebe mi sangre
permanece en mi y yo en él, y yo lo resucitaré"
(cfr. Jn 6,54.56)
Resucítame, Señor Jesús. Amén!"
Dios te Bendiga!
Mons. Jonas Abib.
Fundador Comunidad Canción Nueva.
por el gran regalo que nos dejó: La Eucaristía.
"Gracias, Señor, por la oportunidad que tengo diariamente de
recibirTe en la comunión y así recibir tantas gracias que necesito, especialmente la de vencer la tentación y el pecado.
Creo que saldré victorioso con Tu poderoso remedio que es la Eucaristía.
Dame, Señor, de Tu Pan, para que pueda ser curado y resucitado, conforme a la promesa que está en Tu Palabra:
"Aquel que come mi carne y bebe mi sangre
permanece en mi y yo en él, y yo lo resucitaré"
(cfr. Jn 6,54.56)
Resucítame, Señor Jesús. Amén!"
Dios te Bendiga!
Mons. Jonas Abib.
Fundador Comunidad Canción Nueva.
¡Qué sería de nosotros sin la Misericordia de Dios!
No podemos pararnos sobre nuestros límites y dificultades.
Necesitamos avanzar, día tras día, con coraje, fe y determinación.
Es claro que solos no conseguimos nada, pero apoyados en la Misericordia de Dios somos capaces de caminar a pasos largos y firmes, y explorar nuevos horizontes, porque ella nos trae la fuerza de la vida que viene del Señor y nos sustenta.
"Mis pasos afirme en tu camino, y por eso mis pies no vacilan.
Yo te llamo, mi Dios, porque me oyes, inclinas Tu oído y me escuchas"
(cfr. Sal 16)
Es tiempo de comenzar todo de nuevo.
Lo que no resultó ayer, hoy puede serlo, basta que tengamos fe en Dios y confiemos en Su Bondad.
Derrama sobre nosotros Tu Misericordia, Señor, y ella nos impulse a Tus caminos.
Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
Fuente: mensaje del día Portal cancaonova.com
Necesitamos avanzar, día tras día, con coraje, fe y determinación.
Es claro que solos no conseguimos nada, pero apoyados en la Misericordia de Dios somos capaces de caminar a pasos largos y firmes, y explorar nuevos horizontes, porque ella nos trae la fuerza de la vida que viene del Señor y nos sustenta.
"Mis pasos afirme en tu camino, y por eso mis pies no vacilan.
Yo te llamo, mi Dios, porque me oyes, inclinas Tu oído y me escuchas"
(cfr. Sal 16)
Es tiempo de comenzar todo de nuevo.
Lo que no resultó ayer, hoy puede serlo, basta que tengamos fe en Dios y confiemos en Su Bondad.
Derrama sobre nosotros Tu Misericordia, Señor, y ella nos impulse a Tus caminos.
Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
Fuente: mensaje del día Portal cancaonova.com
Los cuidados de una Madre
LOS CUIDADOS DE UNA MADRE...
CURAN EL CORAZÓN
Todos tenemos necesidad de ser atendidos, acogidos,
respetados, amados y cuidados.
Cuando sentimos esas necesidades de forma intensa,
la primera persona que recordamos es nuestra mamá.
Aún cuando no sabemos qué decir, ella nos comprende
y sabe anticiparse en los cuidados, en el amor
y en la atención.
Nuestra Señora está siempre a nuestra disposición
en todas nuestras necesidades y en todos los momentos
para socorrernos y cuidar de nosotros
como ella cuidó de Jesús.
Nadie que recurre a Ella queda decepcionado o desamparado.
Refugiemonos debajo de su materna protección,
coloquemonos debajo de sus cuidados y entreguemos
los "enriedos" de nuestra vida en sus manos,
para que ella pase en frente de todo y abra para nosotros
todos los caminos.
Recemos a lo largo de todo este día:
"Madre, cuida de mí, porque eres mi Madre y yo soy tu hijo"
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
fuente: Portal cancaonova.com
CURAN EL CORAZÓN
Todos tenemos necesidad de ser atendidos, acogidos,
respetados, amados y cuidados.
Cuando sentimos esas necesidades de forma intensa,
la primera persona que recordamos es nuestra mamá.
Aún cuando no sabemos qué decir, ella nos comprende
y sabe anticiparse en los cuidados, en el amor
y en la atención.
Nuestra Señora está siempre a nuestra disposición
en todas nuestras necesidades y en todos los momentos
para socorrernos y cuidar de nosotros
como ella cuidó de Jesús.
Nadie que recurre a Ella queda decepcionado o desamparado.
Refugiemonos debajo de su materna protección,
coloquemonos debajo de sus cuidados y entreguemos
los "enriedos" de nuestra vida en sus manos,
para que ella pase en frente de todo y abra para nosotros
todos los caminos.
Recemos a lo largo de todo este día:
"Madre, cuida de mí, porque eres mi Madre y yo soy tu hijo"
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
fuente: Portal cancaonova.com
Dejémonos renovar por la gracia de Dios
Es lindo saber que el Amor de Jesús se renueva en cada uno de nosotros cada mañana que despierta.
Si contemplamos, bien temprano, la naturaleza y miramos hacia el cielo, veremos que los colores con los que coloreó ayer el día no son los mismos colores de hoy. Es que en Dios todo se renueva porque El es la Eterna Novedad.
La rutina hace parte de nuestra vida cotidiana, es importante ella para la organización de nuestra vida, pero es necesario que ella sea conducida por el Espíritu Santo en todos los momentos, para que no vivamos de manera mecánica y perdamos el sentido de la vida.
Vivamos como hombres y mujeres nuevos porque
"todo aquel que está en Cristo es una nueva criatura.
Pasó lo que era viejo, ve que todo se hizo nuevo! (cfr. 2Co 5,17)
Acojamos, hoy, las novedades del Espíritu Santo en nuestra vida.
¡Gracias, Jesús, porque eres la Eterna Novedad y, en Ti, todo se hace nuevo!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
Fuente: Portal cancaonova.com
Si contemplamos, bien temprano, la naturaleza y miramos hacia el cielo, veremos que los colores con los que coloreó ayer el día no son los mismos colores de hoy. Es que en Dios todo se renueva porque El es la Eterna Novedad.
La rutina hace parte de nuestra vida cotidiana, es importante ella para la organización de nuestra vida, pero es necesario que ella sea conducida por el Espíritu Santo en todos los momentos, para que no vivamos de manera mecánica y perdamos el sentido de la vida.
Vivamos como hombres y mujeres nuevos porque
"todo aquel que está en Cristo es una nueva criatura.
Pasó lo que era viejo, ve que todo se hizo nuevo! (cfr. 2Co 5,17)
Acojamos, hoy, las novedades del Espíritu Santo en nuestra vida.
¡Gracias, Jesús, porque eres la Eterna Novedad y, en Ti, todo se hace nuevo!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
Fuente: Portal cancaonova.com
lunes, 14 de enero de 2013
"Las familias serán evangelizadoras
si son apreciadas como ámbitos donde se vive
el verdadero amor,
se promueven el diálogo, el perdón, la sana austeridad,
la solidaridad, la ayuda al necesitado,
la búsqueda de paz, la oración, la esperanza de vida eterna.
Éste es vuestro uniforme sin olvidar que es más difícil amar que ejercer la autoridad".
Mons. Julián Barrio.
Homilía en la Fiesta de la Sagrada Familia
Tomar buenas decisiones
Para comenzar bien el día de hoy necesitamos tomar las mejores decisiones, decisiones acertadas.
"Aprendan a hacer el bien" Is 1,17
Cada uno de nosotros necesita aprender a hacer el bien. Gracias a Dios tenemos la oportunidad de vivir de una manera nueva. Cada nuevo día nuevas oportunidades surgen para que tomemos las decisiones correctas y podamos vivir nuestras vidas con coherencia.
En toda las circunstancias tenemos la oportunidad de optar por el bien, pues recogemos aquello que sembramos. Si plantamos el bien, recogeremos la bondad y la caridad, o sea, los frutos del Espíritu Santo.
Jesús, en Vos confío!
Luzía Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
¡Él va por todo!
¿Has oído hablar de la “cultura verde”?
¡Claro! En un planeta trastocado por la mano del hombre,
“cultura verde” se ha dado en llamar a la “intervención en favor de la naturaleza”.
Esta cultura nos enseña que es necesario el respeto al medio ambiente,
su cuidado, su protección; y nos enseña diariamente lo bueno del “reciclado”.
¿y si te dijera que no todo “reciclado” es bueno? ¿qué pensarías?
Aquellos que andamos por la vida heridos, cansados y agobiados
muchas veces pensamos que un buen “reciclado interno” es la solución.
Procuramos todos los medios para facilitarlo.
Creemos que siendo la tarea necesaria, no importan los recursos, ni los modos.
Creados a imagen y semejanza de Dios,
Obra perfecta de sus manos,
Portadores de un tesoro en vasijas de barro,
No fuimos modelados para el “reciclaje”.
¡En ésta verdad encontramos esperanza!
La Palabra nos dice:
“He aquí que hago nuevas todas las cosas!”
¿podría acaso Nuestro Alfarero contentarse con un “lavado de rostro”?,
¿Un ajuste por aquí… un retoque por allá?
“He aquí que hago nuevas todas las cosas!”
Señor mío, Gracias por tanto Amor,
Por tanto cuidado. Por tus desvelos.
Aquí estoy pidiendo tu auxilio. Creo, Señor.
Yo sé que Tú eres el Dios de los imposibles,
Yo sé que Tú escuchas nuestro clamor, y sabes lo que precisamos, Señor.
Por eso, ¡Realiza un milagro en mí, Señor!
Yo necesito tu intervención en el hoy de mi vida!
Miguel.
Comunidad Piedras Vivas.
Sacramento de la Comunión
¡Jesús, Fuente de Misericordia!
Para todos aquellos que nos han preguntado por la canción "Sacramento de la Comunión", les dejamos audio original cantando por Ana Lucía y su autor, el diácono Nelsinho Correa.
"Señor cuando te veo
en el sacramento de la comunión,
Siento el cielo abrir
Y una luz viene hacia mi
Iluminando mis pensamientos,
Calentando mi corazón.
Señor, gracias y loores, sean dados en todo momento,
Quiero alabarte a Ti, en la alegría y el sufrimiento,
Y si en la tribulación, me olvido de Ti,
Ilumina mis pruebas con Tu Luz
JESUS, FUENTE DE MISERICORDIA,
JESUS, EL HIJO DE LA REINA.
JESUS, ROSTRO DIVINO DEL HOMBRE
JESUS, ROSTRO HUMANO DE DIOS.
Llego muchas veces a tu casa mi Señor,
Triste, abatido, precisando de tu amor.
Y después de la comunión
Tu Casa es mi corazón
Y siento así, el cielo dentro de mi.
No comulgo porque merezco,
Yo bien lo sé mi Señor.
Comulgo pues preciso de Ti.
Cuando falte a misa huía de mi y de Ti
Pero ahora que volví, acéptame Señor."
¿En quién esperar?
Aprendamos un secreto con el salmista y nunca más nos olvidemos de él: "sólo en Dios descansa mi alma, es de Él que viene lo que espero"
Salmo 61,6
Algunas veces quedamos heridos con las personas, deprimidos, decepcionados, amargados, desanimados, porque esperamos de ellas lo que sólo Dios puede darnos. Por mejor que ellas sean, no tienen la capacidad de saciar la sed de nuestro corazón y de nuestra alma, porque:
"Sólo Jesús de Nazareth es capaz de satisfacer las aspiraciones más profundas del corazón humano" (Juan Pablo II)
Es un engaño pensar que las personas son perfectas, porque no lo son. Precisamos hacer el ejercicio de no esperar nada de nadie, a no ser de Jesús. Será un ejercicio duro, porque, naturalmente, siempre esperamos alguna retribución o iniciativa de parte de aquellos con los cuales convivimos.
Pidamos a Jesús la gracia de tener, en todo momento, un corazón dependiente únicamente de Él.
Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago.
Co-fundadora comunidad Canción Nueva.
Aprendiendo a comunicarnos
De Ronald Reagan se dice: “Fue un gran ejecutivo porque poseía una clara visión, tomaba decisiones fácilmente, y delegaba con mucha efectividad; fue un gran líder debido a su habilidad sobrenatural de comunicarse”. Quien quiera tener éxito en sus relaciones sociales necesita gran habilidad para comunicarse. En una sociedad marcada por “el estar conectado” no se puede pretender triunfar sin un constante esfuerzo por revisar si nos estamos comunicando bien.
Cuántas veces hemos escuchado decir: “Ese profesor sabe mucho, pero no lo sabe comunicar”, lo que hace que su evaluación no sea la mejor. Aún más, muchas veces dañamos negocios, alianzas y perdemos oportunidades por no comunicarnos adecuadamente. John Maxwell, en su libro “las 21 cualidades indispensables de un líder”, plantea las siguientes verdades básicas para la comunicación:
Simplifica tu mensaje.
La comunicación no es sólo lo que se dice, sino cómo se dice. Olvídate de impresionar a la gente. Muchas veces por intentar aparecer como una persona que sabe mucho, nos enredamos y terminamos comunicándonos mal. Otra veces lo que hacemos es tener una actitud muy barroca y llenamos de tantos matices y adornos las frases y los textos que terminan siendo realmente inteligibles. Si quieres que te comprendan, sé sencillo y claro en lo que quieres comunicar. No exageres, ni creas que entre más enredado, más fama de “sabio” vas a tener.
Mira a la persona.
Los buenos comunicadores se concentran en las personas con las que se están comunicando. Nada más aburrido y desmotivador que alguien que está tratando de comunicarse con uno y está concentrado en todo menos en uno. Todos queremos ser atendidos y entre más importantes nos sintamos con el otro; más abiertos estaremos a su mensaje. Pregúntate esto: ¿Quién es mi audiencia? ¿Cuáles son sus preguntas? ¿Cuáles son las necesidades a suplir? ¿Cuánto tiempo tengo para hablarles?
Muestra la verdad
La credibilidad precede a la gran comunicación. Para ser creíble, cree primero en lo que dices y vívelo. Nadie puede impactar a otro si antes no está impactado por el mensaje que quiere comunicar. Además debemos tener claro que la coherencia da credibilidad. Por ello hay que tener claro que debo creer en lo que digo y a la vez debo vivirlo, o por lo menos que sepan que lo estoy intentando.
Busca una respuesta
Recuerda que el objetivo de la comunicación es la acción. Por tanto al hablar dales algo que sentir, algo que recordar y algo que hacer.
Te pregunto: ¿Cómo evalúas tu capacidad de comunicarte con otros? ¿Es la comunicación una prioridad para ti? ¿Puedes inspirar y motivar a otros? ¿Expresas tu visión de tal manera que la gente pueda entender, asimilar e implementar? Cuando hablas ¿eres capaz de establecer un vínculo personal con cada uno de ellos?
Hay que atender no sólo lo que digo, sino cómo lo digo. Es necesario darse cuenta si se cumplen las características de un mensaje asertivo: decir la verdad, en el lugar adecuado, a las personas adecuadas, en el momento adecuado, con las palabras adecuadas y con los sentimientos adecuados.
Un hombre iba a hablar por primera vez en público y le pidió un consejo a su mentor que le respondió: “Escribe una apertura estimulante que pueda cautivar a todos en la audiencia. Después escribe un resumen y una conclusión dramáticos que haga que la gente desee actuar. Después pónlos tan juntos como sea posible”
p. Alberto Linero Gomez, eudista.
fuente: El Man está Vivo - Comunidad El minuto de Dios.
Hagamos un mundo mejor
En la vida necesitamos soñar, llenar nuestro corazón de esperanza para transformar este mundo, para hacerlo mejor.
La vida necesita tener poesía.
Precisamos volver a encantarnos con la sonrisa de los niños, con el despertar de la mañana, con el poner del sol, con los gestos simples del día a día, aquellos que están cargados de significados.
Si encaramos la vida por el lado "más pesado", nada tendrá sentido. Contemplemos "lo bello", porque "la belleza salvará al mundo" (Dostoievski)
Miremos el cielo, el balanceo de los árboles, escuchemos el cantar de los pájaros, prestemos atención a las personas. Eso hará toda la diferencia en nuestra vida y en la vida de las otras personas. Estos gestos simples purificarán nuestro corazón y lo elevarán a Dios, en un verdadero gesto de alabanza.
"Alaba al Señor porque Él es bueno!" Sal 11,1a
Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago.
Co-fundadora Comunidad Canción Nueva.
Frágil y Fuerte
¿Has vivido la experiencia de tener entre tus manos
un bebe recién nacido?
¿Sí?... entonces comprenderás mejor!
Instintivamente no puedes más que “sonreírle”
Es que en él hay sembrada mucha esperanza.
Instintivamente no puedes dejar de protegerlo…
es que en él, en su pequeñez, encontramos como escondida cierta fragilidad.
En él no puedes dejar de admirar la Gracia de Dios…
es porque en lo pequeño se revela la Fuerza y el Poder de Dios que
ha “conspirado” para que la “vida triunfe”.
En algo se entrelazan ésta “vida nueva” con “nuestro año nuevo”:
Frágil y Fuerte.
Debe ser cuidado y vivido.
Pidamos juntos discernimiento para caminarlo siempre
en la gracia de Dios y experimentar a lo largo del mismo,
lo frágil y lo fuerte.
Felíz 2013
Dios te Bendice!
Miguel
Comunidad Piedras Vivas
La Gracia de recomenzar todo de nuevo
Hoy es el primer día del resto de mi vida, por lo tanto, es día de comenzar todo de nuevo. Es un día más que Dios me concede para vivir bien todas las cosas!
Voy a vivirlo con la certeza que el Señor viene y voy a tener un encuentro personal con Él. Que su venida gloriosa pueda encontrarme bien preparado para ése encuentro.
Cada nuevo día estoy más cerca de ése encuentro, por eso, necesito estar preparado.
Si Él me concede hoy la gracia de recomenzar todo de nuevo, de buscar hacer todas las cosas como si fuese la última vez, ¡preciso hacer todo de muy bien!
Dios te Bendiga!
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova.
Voy a vivirlo con la certeza que el Señor viene y voy a tener un encuentro personal con Él. Que su venida gloriosa pueda encontrarme bien preparado para ése encuentro.
Cada nuevo día estoy más cerca de ése encuentro, por eso, necesito estar preparado.
Si Él me concede hoy la gracia de recomenzar todo de nuevo, de buscar hacer todas las cosas como si fuese la última vez, ¡preciso hacer todo de muy bien!
Dios te Bendiga!
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova.
Carismáticos
"Cuando recibimos el sacramento del Bautismo, recibimos toda la gracia del espíritu santo. Pero a menudo, no usamos esta gracia...cuando descubres que quieres vivir esta experiencia, que deseas encontrarte con el espíritu santo, abres una cajita que tiene todas las gracias que recibiste en los sacramentos y así puedes iniciar una nueva vida en el espíritu santo y una nueva experiencia con Dios."
Oreste Pesare
Oreste Pesare
La Alegría del Señor es nuestra fuerza
Estamos transitando los primeros días del nuevo año, y en éste 14º Viernes de Adoración la Palabra que nos convoca, en torno a la Presencia Viva de Jesús, viene a reafirmar una verdad simple y poderosa: “En Él esta nuestra alegría”
La alegría es esencial en la vida humana. Conscientes o nó, caminamos siempre buscándola.
Pero, ¿cómo encontrarla en nuestra vida tan llena de desencuentros?
Miremos el pesebre. Jesús vino a revelarnos el Amor de Dios para que nuestra alegría sea como la de Él, perfecta. Aquí está la fuente de ésa alegría, saber que somos amados incondicionalmente, apasionadamente, y que nada puede privarnos de ése Amor.
Aún cuando muchas veces los sufrimientos golpeen nuestra puerta, necesitamos tener la certeza de que somos de Dios.
Naturalmente podemos experimentar sentimientos de abatimiento. No siempre resulta fácil vivir en la alegría, pero, si nuestra vida está centrada en Dios, es posible hacer convivir la tristeza y la alegría.
Miremos nuevamente el pesebre. En él, como en todo nacimiento, el dolor y la alegría pueden ser parte de un mismo acontecimiento.
Henri Nouwen en uno de sus libros enseña que podemos sentirnos poco contentos con relación a muchas cosas, pero, aún así, la alegría puede estar porque en nosotros, cristianos, la alegría proviene de la certeza del Amor de Dios.
Debemos darle un espacio central en nuestras vidas a ésta verdad!
No podemos ceder ante el desánimo y la tristeza.
No podemos darle chance de dominio al pecado.
¿el motivo, la razón…? ¡Dios no desiste de nosotros!
Precisamos expulsar decididamente el mal humor, las lamentaciones, las acusaciones, en particular de nuestros hogares, pues nuestros hijos y nietos, nuestros ancianos, esposos y esposas necesitan respirar un “oxigeno puro”, necesitan respirar a Dios, Fuente de nuestra alegría!
Recuerda, la Fuente es Él. ¡La Fuente está aquí, en medio nuestro, sobre el Altar!
Y es deber nuestro cultivarla sin cesar. Cultivar lo que viene de Él, lo que el Espíritu Santo siembra, aún en las horas difíciles.
¿Cómo…? La Palabra bien nos lo enseña, “no se inquieten por nada! En toda circunstancia presenten a Dios sus preocupaciones, mediante la oración, las súplicas, la acción de gracias. Y la paz de Dios, que excede toda inteligencia, habrá de guardar sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” Flp 4,4ss
¡Gracias Señor, Tú eres para mí, Alegría y Refugio!
En Vos, Señor mío, está mi alegría. En Vos, Señor mío, descansa mi vida!
María, Arca de la Nueva Alianza, Portadora de la alegría, ruega por nosotros!
14º Zarza Ardiente
Pquia. San Miguel Arcángel.
Enero 2013
La alegría es esencial en la vida humana. Conscientes o nó, caminamos siempre buscándola.
Pero, ¿cómo encontrarla en nuestra vida tan llena de desencuentros?
Miremos el pesebre. Jesús vino a revelarnos el Amor de Dios para que nuestra alegría sea como la de Él, perfecta. Aquí está la fuente de ésa alegría, saber que somos amados incondicionalmente, apasionadamente, y que nada puede privarnos de ése Amor.
Aún cuando muchas veces los sufrimientos golpeen nuestra puerta, necesitamos tener la certeza de que somos de Dios.
Naturalmente podemos experimentar sentimientos de abatimiento. No siempre resulta fácil vivir en la alegría, pero, si nuestra vida está centrada en Dios, es posible hacer convivir la tristeza y la alegría.
Miremos nuevamente el pesebre. En él, como en todo nacimiento, el dolor y la alegría pueden ser parte de un mismo acontecimiento.
Henri Nouwen en uno de sus libros enseña que podemos sentirnos poco contentos con relación a muchas cosas, pero, aún así, la alegría puede estar porque en nosotros, cristianos, la alegría proviene de la certeza del Amor de Dios.
Debemos darle un espacio central en nuestras vidas a ésta verdad!
No podemos ceder ante el desánimo y la tristeza.
No podemos darle chance de dominio al pecado.
¿el motivo, la razón…? ¡Dios no desiste de nosotros!
Precisamos expulsar decididamente el mal humor, las lamentaciones, las acusaciones, en particular de nuestros hogares, pues nuestros hijos y nietos, nuestros ancianos, esposos y esposas necesitan respirar un “oxigeno puro”, necesitan respirar a Dios, Fuente de nuestra alegría!
Recuerda, la Fuente es Él. ¡La Fuente está aquí, en medio nuestro, sobre el Altar!
Y es deber nuestro cultivarla sin cesar. Cultivar lo que viene de Él, lo que el Espíritu Santo siembra, aún en las horas difíciles.
¿Cómo…? La Palabra bien nos lo enseña, “no se inquieten por nada! En toda circunstancia presenten a Dios sus preocupaciones, mediante la oración, las súplicas, la acción de gracias. Y la paz de Dios, que excede toda inteligencia, habrá de guardar sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” Flp 4,4ss
¡Gracias Señor, Tú eres para mí, Alegría y Refugio!
En Vos, Señor mío, está mi alegría. En Vos, Señor mío, descansa mi vida!
María, Arca de la Nueva Alianza, Portadora de la alegría, ruega por nosotros!
14º Zarza Ardiente
Pquia. San Miguel Arcángel.
Enero 2013
La delicadezas del Amor de Dios
"No fuimos nosotros que amamos a Dios,
fue Él quien nos amó y nos envió a su Hijo
como víctima expiatoria por nuestros pecados"
1Jn4,10
El hecho de saber reconocer las delicadezas del amor del Padre en la trama ordinaria de la vida, es una gracia del Señor. Moisés lo explicó muy bien al pueblo, al enumerar las privaciones, las señales y los grandiosos prodigios que presenció: "Hasta el día de hoy, el Señor no les había dado inteligencia para comprender, ni ojos para ver, ni oídos para oir" (DT 29,4)
Comprender esto es una auténtica revolución!
No somos nosotros quienes andamos girando en torno a Dios para intentar tomar-Lo y amar-Lo, sino que es Él quien está girando en nuestro derredor hasta encontrar una brecha en nuestro corazón.
Señor, danos un corazón sensible a Tu Presencia, para que podamos reconocerte como Nuestro Señor y amigo.
Jesús, en Vos confio!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
El hecho de saber reconocer las delicadezas del amor del Padre en la trama ordinaria de la vida, es una gracia del Señor. Moisés lo explicó muy bien al pueblo, al enumerar las privaciones, las señales y los grandiosos prodigios que presenció: "Hasta el día de hoy, el Señor no les había dado inteligencia para comprender, ni ojos para ver, ni oídos para oir" (DT 29,4)
Comprender esto es una auténtica revolución!
No somos nosotros quienes andamos girando en torno a Dios para intentar tomar-Lo y amar-Lo, sino que es Él quien está girando en nuestro derredor hasta encontrar una brecha en nuestro corazón.
Señor, danos un corazón sensible a Tu Presencia, para que podamos reconocerte como Nuestro Señor y amigo.
Jesús, en Vos confio!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora comunidad Canción Nueva.
Entra y permanece
Entra en mi casa
y
permanece en ella, Señor!
“Pero
Zaqueo dijo resueltamente al Señor:
“Señor,
ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado
a alguien,
Le
daré cuatro veces más”.
Lc 19,8
Zaqueo
hizo eso porque su vida yá había cambiado.
Sólo
se mueve el bolsillo cuando el Señor toca en el corazón.
“Entonces Jesús le
dijo: ¡Hoy ha llegado la salvación a ésta casa, ya que también este hombre es
un hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que
estaba perdido.”
Lc 19,9-10
El
Señor realiza ese Evangelio!
Este
es el clamor del pueblo:
“Quiero a Dios, necesito a Dios en mi familia!”
Dí
al Señor: “Jesús, me escogiste a pesar de mis flaquezas, de mi pecado. Me
escogiste a mí para llevarte a mi casa. Señor, no soy digno de que entre en mi
casa, sólo preciso que entres y digas una Palabra. Porque basta que digas una
Palabra y mi casa será transformada. Mi familia será transformada. Entra en mi
casa y permanece en ella, Señor. Amén”
Dios
te Bendice!
Mons. Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Mons. Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
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