San Andrés Apóstol.
Con Jesús por la mañana.
“Cada religión está llamada a aportar la especificidad de su propia santidad, la riqueza de su modo de proceder. Así, las religiones occidentales contribuirán con una palabra audaz y profética, con los medios eficaces propios de su cultura, mientras que las religiones orientales aportarán su serenidad y su sabiduría” (Xavier Melloni sj). Las diferencias enriquecen. ¿Cómo vives las diferencias con tus hermanos? ¿Aceptas e incluyes la novedad o la resistes? Deja fluir la sorpresa, contempla, admira y agradece lo que el día te traiga. Ofrece lo que vivas por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde.
"Mientras caminaba junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos-Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano- que están echando una red al lago, pues eran pescadores. Les dice: -Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. De inmediato dejaron las redes y le siguieron" (Mt. 4,18-20). ¿Qué redes debes dejar para seguir en mayor libertad a Jesús? Repite al ritmo de tu respiración: "Señor, conviérteme en discípulo y misionero de tu amor", continúa poniendo en práctica el propósito de la jornada.
Con Jesús por la noche.
Rememora palabras. Trae a tu memoria las conversaciones que hoy mantuviste. ¿Qué palabras o frases escuchadas te resuenan? ¿Por qué te resuenan? ¿Qué has dicho hoy que sea significativo para ti? ¿Por qué es significativo? ¿Qué conversaciones de hoy te han dejado en paz y cuáles no? Apunta la diferencia en cada una y haz un propósito para crecer en adelante. Agradece el día.