martes, 30 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 14,27-31a
Jesús dijo a sus discípulos:«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !Me han oído decir: 'Me voy y volveré a ustedes'. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí,pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
lunes, 29 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Libro de los Hechos de los Apóstoles 14,5-18.
Evangelio según San Juan 14,21-26
Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".
Judas -no el Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?".
Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
jueves, 25 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 16,15-20
Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
miércoles, 24 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 12,44-50.
Jesús exclamó: "El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió.Y el que me ve, ve al que me envió.Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar;y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó".
La luz de la Palabra y la misión de la Iglesia
Las palabras de Jesús que hemos escuchado en el Evangelio de hoy son las últimas de su actividad pública, y concluyen el “libro de los signos”, que dan paso a la Pasión, precedida por el largo relato de la última cena. Esas palabras de hoy suenan como una seria advertencia: no son palabras cualesquiera, sino que en ellas el mismo Dios Padre se dirige a nosotros. Lo hace para darnos luz, para salvarnos de las tinieblas, esto es, para darnos vida. Pero si no se acogen, los mismos que las rechazan se hacen culpables y se condenan a sí mismos. Jesús vuelve a repetir, como le dijo a Nicodemo: que no ha venido a condenar al mundo, sino para salvarlo. Pero la salvación no se puede imponer, requiere de la cooperación humana, a la que Dios llama por medio de Cristo. Dios, por medio de su Palabra, apela a nuestra libertad, al tiempo que ilumina nuestro espíritu para que podamos entenderla y acogerla. Pero esto último depende de nosotros. Es decir, la acción salvífica de Dios no elimina la responsabilidad humana, sino que la supone (al tiempo que la sana, iluminándola).
Esta combinación de gracia y libertad responsable preside también la misión de la Iglesia. La comunidad de Antioquía es un hervidero de carismas y actividades. Se ve que la Palabra actúa a pleno rendimiento. Esto genera un diálogo vivo con esa Palabra que debe ser discernida por medio de la oración y el ayuno. La consecuencia es la apertura universal de la misión. La comunidad prescinde de sus mejores elementos para que el Evangelio trascienda todas la fronteras. Una comunidad cristiana viva no puede no ser una comunidad generosa y misionera.
Cordialmente
José M. Vegas CMF
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
martes, 23 de abril de 2024
LA TEMPLANZA
«No es cierto que la templanza nos vuelva grises y sin alegría. Al contrario, hace que uno disfrute mejor de los bienes de la vida: estar juntos en la mesa, la ternura de ciertas amistades, la confianza con las personas sabias, el asombro ante la belleza de la creación. La felicidad con templanza es alegría que florece en el corazón de quien reconoce y valora lo que más importa en la vida. Recemos al Señor para que nos dé este don: el don de la madurez, de la madurez de la edad, de la madurez afectiva, de la madurez social. El don de la templanza»
Francisco
Audiencia General
17-04-2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 10,22-30
Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente".Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí,pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.El Padre y yo somos una sola cosa".
Que las obras testimonien que somos cristianos
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
lunes, 22 de abril de 2024
domingo, 21 de abril de 2024
sábado, 20 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
Sobre el Sacramento del Altar: Sobre la fe de los apóstoles
Sobre el Sacramento del Altar: Sobre la fe de los apóstoles
«Nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede» (Jn 6,65)
Parte 2, 3: SC 93, 296-300
SC
Entre los discípulos de Cristo había quienes creían y quienes no creían, y entre los no creyentes se encontraba Judas, que lo iba entregar. Cristo los conocía a todos: a los creyentes y a los incrédulos; al que lo iba a entregar y a los que iban a separarse de él.
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 6,60-69
Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?".Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza?¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?".Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
viernes, 19 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 6,52-59
Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?".Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
Alejandro Carbajo, C.M.F.
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
La lucha de los primeros cristianos contra la práctica del aborto
Existen poderosas razones para pronunciarse por y con la vida
Somos muchos los que creemos que la causa de la vida no es ni eclesiástica ni siquiera estrictamente cristiana, y que desde el agnosticismo y el ateísmo, desde la simple teoría de los derechos humanos, existen, como desde el cristianismo, poderosas razones para pronunciarse por y con la vida.
“Los textos de la Sagrada Escritura, que nunca hablan del aborto voluntario y, por tanto, no contienen condenas directas y específicas al respecto, presentan de tal modo al ser humano en el seno materno, que exigen lógicamente que se extienda también a este caso el mandamiento divino «no matarás»” (EvVit. 61).
“Desde que entró en contacto con el mundo greco-romano, en el que estaba difundida la práctica del aborto y del infanticidio, la primera comunidad cristiana se opuso radicalmente, con su doctrina y praxis, a las costumbres difundidas en aquella sociedad” (EvVit. 61).
“No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido”. (Did. 2, 2).
“No matarás a tu hijo en el seno de la madre ni, una vez nacido, le quitarás la vida” (EpBer 19, 5).
“Los cristianos no se distinguen del resto de la humanidad ni en la localidad, ni en el habla, ni en las costumbres. [...] Todo país extranjero les es patria, y toda patria les es extraña. Se casan como todos los demás hombres y engendran hijos; pero no se desembarazan de su descendencia (abortos)” (Epístola a Diogneto 5, 5).
Articulo de Luis Antequera
publicado por Primeros Cristianos - Patrística
jueves, 18 de abril de 2024
COMPRENDIENDO LA PALABRA
RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 6,44-51
Jesús dijo a la gente: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.Yo soy el pan de Vida.Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
¿Qué decían sobre el aborto los primeros cristianos?
“El segundo mandamiento de la enseñanza: No asesinarás. No cometerás adulterio. No seducirás a los niños. No cometerás fornicación. No robarás. No practicarás magia. No usarás pociones. No provocarás [un] aborto, ni destruirás a un niño recién nacido” (Didajé 2:1–2 [70 d.C.]).
“El camino de la luz, entonces, es el siguiente. Si alguno desea viajar al lugar señalado, debe ser celoso en sus obras. El conocimiento, por tanto, que se nos da con el fin de caminar de esta manera, es el siguiente. . . . No matarás al niño procurándole el aborto; ni tampoco lo destruirás después de que haya nacido” (Carta de Bernabé 19 [74 d.C.]).
“¿Qué hombre en su sano juicio, por tanto, afirmará, siendo tal nuestro carácter, que somos asesinos? . . . Cuando decimos que aquellas mujeres que usan drogas para provocar el aborto cometen un asesinato y tendrán que dar cuenta a Dios por el aborto, ¿bajo qué principio deberíamos cometer un asesinato?
Porque no corresponde a la misma persona considerar al mismo feto en el vientre como un ser creado, y por tanto objeto del cuidado de Dios, y cuando ha pasado a la vida, matarlo; y no exponer a un niño, porque quienes lo exponen son acusados de asesinato de niños, y por otra parte, cuando ha sido criado para destruirlo” (Súplica a favor de los cristianos 35 [177 d.C.]).
“En nuestro caso, al estar prohibido para siempre el asesinato, no podemos destruir ni siquiera al feto en el útero, mientras que el ser humano todavía obtiene sangre de las otras partes del cuerpo para su sustento. Impedir un nacimiento no es más que matar a un hombre más rápidamente; ni importa si se quita la vida que nace, o se destruye la que está por nacer. Ése es un hombre que va a serlo; ya tienes el fruto en su semilla” (Apología 9:8 [197 d.C.]).“Entre las herramientas de los cirujanos hay un instrumento determinado, que está formado por un marco flexible bien ajustado para, en primer lugar, abrir el útero y mantenerlo abierto; está además provisto de una cuchilla anular, por medio de la cual se disecan los miembros [del niño] dentro del útero con cuidado ansioso pero inquebrantable; siendo su último apéndice un gancho romo o cubierto, con el que se extrae todo el feto mediante un parto violento.“Existe también [otro instrumento en forma de] una aguja o púa de cobre, mediante la cual se gestiona la muerte misma en este robo furtivo de la vida: Le dan, por su función infanticida, el nombre de embruosphaktes, [es decir]” el asesino del niño”, que por supuesto estaba vivo. . . “[Los médicos que practicaban abortos] sabían muy bien que se había concebido un ser vivo, y [ellos] se compadecieron de este desdichado estado infantil, que primero tuvo que ser ejecutado para escapar de ser torturado vivo” (El Alma 25 [210 d.C.]).“Ahora admitimos que la vida comienza con la concepción porque sostenemos que el alma también comienza desde la concepción; la vida comienza en el mismo momento y lugar que el alma” (ibid., 27). “La ley de Moisés, en verdad, castiga con las penas debidas al hombre que causare el aborto [Éx. 21:22–24]” (ibid., 37).
“Hay algunas mujeres [paganas] que, al beber preparados médicos, extinguen en sus entrañas la fuente del futuro varón y cometen así un parricidio antes de dar a luz. Y estas cosas ciertamente proceden de la enseñanza de vuestros [falsos] dioses. . . . A nosotros [los cristianos] no nos es lícito ni ver ni oír hablar de homicidio” (Octavio 30 [226 d.C.]).
“Las mujeres que tenían fama de creyentes comenzaron a tomar drogas para volverse estériles y a atarse fuertemente para expulsar lo que estaba engendrando, ya que, a causa de los parientes y el exceso de riqueza, no querían tener un hijo de un esclavo o por cualquier persona insignificante. ¡Mira, pues, hasta qué gran impiedad ha procedido ese inicuo, al enseñar el adulterio y el asesinato al mismo tiempo! (Refutación de todas las herejías [228 d.C.]).
“En cuanto a las mujeres que fornican y destruyen lo que han concebido, o que se emplean en fabricar drogas para abortar, un decreto anterior las excluía hasta la hora de la muerte, y algunos han consentido. Sin embargo, deseando utilizar una lenidad algo mayor, hemos ordenado que cumplan diez años [de penitencia], según los grados prescritos” (canon 21 [314 d.C.]).
“La que provoque el aborto, pase diez años de penitencia, ya sea que el embrión esté perfectamente formado o no” (Primera Carta Canónica, canon 2 [374 d.C.]).“Es homicida... ; también lo son los que toman medicinas para provocar el aborto” (ibid., canon 8).
“Por tanto os ruego que huyáis de la fornicación. . . . ¿Por qué sembrar donde la tierra se encarga de destruir el fruto? ¿Dónde hay muchos esfuerzos por abortar? ¿Dónde hay asesinato antes del nacimiento? Porque ni siquiera a la ramera dejarás que siga siendo una simple ramera, sino hazla también asesina. Ves cómo la embriaguez lleva a la prostitución, la prostitución al adulterio, el adulterio al asesinato; o más bien a algo incluso peor que el asesinato. Porque no tengo nombre que darle, ya que no quita lo que nace, sino que impide que nazca.¿Por qué entonces abusas del don de Dios, y luchas con sus leyes, y sigues lo que es una maldición como si fuera una bendición, y haces de la cámara de la procreación una cámara para el asesinato, y armas a la mujer que fue dada para tener hijos para el matadero? ? Porque para sacar más dinero siendo agradable y objeto de deseo para sus amantes, ni siquiera esto se resiste a hacerlo, amontonando así sobre tu cabeza un gran montón de fuego. Porque incluso si la acción atrevida es de ella, la causa de la misma es tuya” (Homilías sobre Romanos 24 [391 d.C.]).
“Algunos llegan incluso a tomar pociones para asegurar la esterilidad y asesinar así a seres humanos casi antes de su concepción. Algunas, cuando se encuentran encintas a causa de su pecado, utilizan drogas para procurar el aborto, y cuando, como sucede a menudo, mueren con su descendencia, entran al mundo inferior cargadas con la culpa no sólo de adulterio contra Cristo sino también de suicidio y asesinato de niños” (Cartas 22:13 [396 d.C.]).