Mientras nos disponemos a celebrar nuestro segundo
aniversario recordando una y otra vez la “fidelidad del Señor que
dura por siempre”, percibimos en las tribulaciones de la vida que “somos portadores de un tesoro en vasijas de barro”.
¿Has advertido y experimentado en estos tiempos “tu
fragilidad”?
Es parte de nuestra condición.
Misterio y Bendición.
Nuestro Dios ha decido poner su morada en nuestra
fragilidad.
Bendición que nos lleva a reconocer que sin Él nada
somos,
nada podemos.
Te invito a prepararnos para celebrar este miércoles,
en torno al Altar,
el misterio de los dos “F”
Fragilidad y Fidelidad.
Lo humano y lo Divino.
Miguel
Comunidad de Oración
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