Ofrece perdón, recibe la paz
¿Cómo saber si necesito sanación interior? ¿Dónde necesito sanación interior? Si el medico es cuidadoso en hacer un diagnóstico de su paciente, nosotros necesitamos tener mucho más cuidado con el diagnóstico de nuestras emociones y el de las personas. La sanación interior es importante y necesaria: ¡necesitamos ser curados! Dios nos quiere sanar plenamente.
Por medio de la sanación somos restaurados en nuestra personalidad. La sanación es la llave para la sanación plena de la persona. Cada día es un día de sorpresas que el Señor nos reservar para recoger de Él mismo el camino de sanación que necesitamos transitar. Podemos confiar y abrirnos sin miedo a la acción del Espíritu Santo, Él trabaja para nuestro bien, para nuestro crecimiento sanándonos. Todos tenemos una historia de vida. Esa historia es la clave para conocernos mejor y transitar un camino, tanto de sanación como de crecimiento.
Muchas personas creen que necesitan buscar solamente sanación, sin embargo, también se hace necesario preparar el corazón para comenzar un camino de crecimiento. De ahí la necesidad de mirar nuestra historia y verificar nuestra camino de sanación interior. Necesitamos hacer un camino de reconciliación con nuestra historia de vida. No necesitamos tener miedo de mirarla. Dios quiere caminar con nosotros por esa misma historia para sanarnos. Para que la liberación se produzca, es necesario que exista el perdón y la reconciliación, porque ¡cuántos sufrimientos hacen padecer a la humanidad por no saber reconciliarse, y cuántos retrasos por no saber perdonar!
“Una verdadera paz se vuelve posible solamente con el perdón”
(Juan Pablo II).
Es necesario reconciliarnos con Dios, con el otro, con nosotros mismos, con nuestra historia… La Paz es fruto de un corazón que se abre al perdón y a la reconciliación.
Ser hombres y mujeres de paz es señal de hombres y mujeres sanados, liberados por el poder del Espíritu. Seremos portadores y sembradores de paz si tenemos paz en el corazón. Dios nos invita, más que nunca, a ser hombres y mujeres conducidos por el Espíritu Santo: “Que prevalezcan los caminos de la justicia y la paz” (Juan Pablo II).
Vamos a caminar en la óptica del perdón, de la reconciliación con Dios, con los demás, con nuestra historia, de sana convivencia, dos pasos para la verdadera de la sanación interior, de liberación, de total conformidad con la voluntad de Dios.
“Ofrece perdón, recibe la paz” (Juan Pablo II)
Del libro: “La sanación de nuestra afectividad y sexualidad”
(Comunidad Canción Nueva)
(Comunidad Canción Nueva)
Traducción: Exequiel Alvarez
Fuente: www.cancionnueva.com
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