¿Por qué las personas llegan al estado de morir en el alma, de ver acabar su historia de salvación al punto de necesitar rehacer y retornar todo? Simplemente por causa de los problemas, especialmente aquellos que tocan lo emocional. Debes saber que tus problemas no se identifican con lo que eres, no son tu vida.
No confundas tus emociones y tus sentimientos, porque ellos no son vos.
Puede que sientas dolor ahora, pero tu no eres el dolor.
Puedes estar con una sensación de muerte, pero no eres un muerto y no estas muriendo!
Tu vida es una cosa y tu sensación es otra.
Si sientes, es porque vives.
Separa tu vida de los problemas que estas viviendo,
de los sentimientos que ese problema te trae.
Tus emociones son vibrantes y ellas están defendiendo tu vida y no te están matando.
Delante de los problemas, tus emociones te defienden,
por eso las sientes, para que no mueras.
El sujeto eres tú, no tus emociones.
Siempre tendrás problemas, pues quien está vivo tiene problemas!
Estás en la luz pero existen sombras que te acompañan.
Enfrenta, encara esas dificultades!
Como dice Santa Teresa: "Nada te turbe, nada te espante, todo pasa, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta!"
Dale ese trato a los problemas.
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Piedras Vivas
adaptación del original en português.
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