PETICIÓN E INTERCESIÓN
En la oración de petición una persona o un grupo de personas oran por
alguna o algunas necesidades especiales de otra persona o grupo de personas o
por una situación. El
término petición tiene un ámbito limitado. Es como una petición presentada a una autoridad. Puede que pasemos al
lado de una mujer embarazada mientras vamos caminando por la calle y hacemos
una oración silenciosa a Dios para que bendiga a su hijo por nacer y para que
tenga un parto seguro. Cuando pasamos por un hospital, pedimos por los
pacientes que están allí sufriendo de males terribles. Cuando vemos un mendigo
tirado en la calle, además de ofrecerle limosna, pedimos al Señor que lo
bendiga. Es también una petición cuando hacemos oración por alguna necesidad
durante la reunión de oración. Por otro lado, la intercesión es mucho más que una oración breve y hecha una sola vez.
La intercesión va
más allá de las necesidades personales. Su ámbito abarca la iglesia, la ciudad, la nación y el mundo que
necesita oración. En la oración de los fieles durante la eucaristía dominical
tenemos unas cuantas oraciones de petición. Sin embargo, el Viernes Santo la
Iglesia intercede también por la unidad de los cristianos, por el pueblo judío,
por aquellos que no creen en Dios, por aquellos que no creen en Cristo, etc.
Hay una exhortación primero, luego toda la asamblea ora en silencio y el
celebrante hace una plegaria en nombre de la asamblea. Tiene un ámbito mucho
más amplio. En la petición
Dios hace algo por nosotros; en la intercesión Dios hace algo por medio de
nosotros. ¡Dios nos hace uno con Cristo, el gran Intercesor, en su oración por
el mundo entero!
Comúnmente se hace una distinción
entre oración de alabanza, petición y acción de gracias. La alabanza y la
acción de gracias con frecuencia están entrelazadas en el mismo movimiento del
alma. Puesto que Dios se revela como digno de alabanza en todos sus actos
benevolentes hacia el hombre, la alabanza con toda naturalidad se convierte en
agradecimiento y bendición, y se expresa con alegría, sobre todo en la oración
común. La petición o intercesión, por otro lado, se relaciona más con el plan
salvífico de Dios; se reza pidiendo que la salvación de Dios sea concedida a
toda la tierra.
Cyril John
Vice-presidente ICCRS
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