Dios Rico en Amor y Misericordia,
Tú que te empeñas en amar, amar, y amar,
Tú que no desistes de nosotros,
¡Derrama Tu gracia en la mañana de nuestras vidas!
Envía Tu Santo Espíritu y cura con Tu Unción.
Si me desvío para la derecha o la izquierda,
¡que te oiga a mis espaldas!
Si mi voz se transforma en gemido,
¡Ven y consuela!
Si mis ojos reflejan tristeza,
¡Mírame y llena con el color de la Paz y la Alegría que sólo tiene Tu Mirar!
Si el día presenta ríos caudalosos,
Si los estepas de mi vida se vuelven áridas,
Si mis enojos roban el tesoro de tu gracia,
Si mis brazos se bajan
Y mis piernas se doblan por mi debilidad,
¡Ven, Ven, socórreme!
Te autorizo:
¡Cárgame!, ¡Cárgame en Tus brazos!
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