lunes, 12 de diciembre de 2016

Cuando Dios parece lejano

“En ciertos momentos sentimos una unidad completa en nuestro interior.  Esto puede suceder si estamos en la cima de una montaña 

y el panorama que contemplamos nos cautiva. Puede suceder cuando asistimos al nacimiento de un hijo o a la muerte de un amigo. Puede suceder cuando mantenemos una conversación íntima o una comida en familia. Puede suceder en la iglesia durante la misa o en una estancia durante la oración. Pero donde quiera que suceda,  y suceda como suceda, nos decimos: ‘esto es, todo encaja, aquí está todo lo que he esperado alguna vez’.

Esta es la experiencia que tuvieron Pedro, Santiago y Juan en lo alto del monte Tabor cuando vieron que el rostro de Jesús se transfiguraba y se volvía blanco y resplandeciente. Hubieran querido que ese momento durara eternamente (Lucas 9, 28-36). Esta es la experiencia de la plenitud de los tiempos.

Esos son los momentos que hay que recordar cuando Dios parece estar lejos y todo parece vacío e inútil. Esas experiencias son verdaderos momentos de gracia.”

Henri Nouwen


No hay comentarios:

Publicar un comentario