Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes. ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él. Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos.
RESONAR DE LA PALABRA
José Luis Latorre, cmf
Queridos amigos
El evangelio de hoy es un elogio de Juan Bautista por parte de Jesús: “entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan”. Jesús alaba la vida pobre, sencilla y recta del Precursor; no es una caña sacudida por el viento, no se doblega ante los poderosos, es coherente con su responsabilidad y misión hasta ser decapitado; es el Precursor que con su palabra y ejemplo ha preparado los caminos de Jesús el Mesías.
El testimonio de Juan Bautista es una luz que nos indica cómo hemos de preparar la venida de Jesús ahora en Navidad y durante todos los días del año:
-Jesús nace de verdad en las personas que llevan una vida como Juan Bautista: sencilla y pobre, lejos del fasto del mundo y que saben usar de las cosas del mundo con sabiduría (con criterio) sin olvidar los bienes del cielo;
-Jesús nace en las personas coherentes que no se dejan sacudir por el viento de cualquier idea, novedad, propaganda, moda; personas que son fieles a sus principios e ideas y saben discernir dónde está la verdad;
-Jesús nace en las personas que no se doblegan ante el poder del dinero, la seducción del mundo y de la carne, las nuevas tecnologías, los intereses de los poderosos, la cultura de la muerte y del descarte, la indiferencia ante los pobres y necesitados…
-Jesús nace en las personas que toman la vida como una responsabilidad y servicio a los demás, incluso hasta dar la vida; personas movidas por los valores que el Evangelio nos enseña; personas que han descubierto que la vida es un don de Dios y que merece la pena vivirse cuando se entrega generosamente a hacer el bien principalmente a los pobres.
Allí donde hay un cristiano que intenta vivir con coherencia y responsabilidad su fe se hace realidad estas palabras del Evangelio: “No temáis: Mirad os doy una Buena Notica, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor” (Lc 2, 10-11), pues cada bautizado son los pies, las manos, la boca y el corazón a través de los cuales nace Jesús en el mundo.
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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