miércoles, 14 de diciembre de 2016

Expectativas

Con Jesús por la mañana.
A veces las respuestas que recibimos de los demás frustran nuestras expectativas. Esperábamos algo y recibimos una respuesta no deseada y nos confunde. Juan, el bautista, envió a sus discípulos a Jesús para ver si era Él el que debía venir, o debían esperar a otro. Jesús no responde a las expectativas que tenían puestas sobre Él. ¿Qué pretendes de los demás? Recuerda, los que están a tu lado no han venido a este mundo a cubrir tus aspiraciones, ni tú las suyas. No esperes de los demás lo que no pueden darte, deja libre a los otros y libérate tú. Deja que cada quien sea lo que es y cumpla en este mundo su misión. ¡Y tú haz lo mismo! Ofrece tu día por las intenciones del Papa, haz click y comparte en las redes.  

Con Jesús por la tarde.
«Juan el Bautista, los envió al Señor a preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir o tenemos que esperar a otro?» (Lc 7, 19). Las falsas expectativas pueden destruir nuestros vínculos. Anímate a construir relaciones sanas con Jesús y con tu prójimo. Repite al ritmo de la respiración «Señor, que te conozca y me conozca…» mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.

Con Jesús por la noche.
Agradece los encuentros. Trae a la memoria las personas que hoy encontraste. ¿Recuerdas algún encuentro de manera especial? ¿Qué te ha hecho sentir? ¿Qué conversación recuerdas especialmente? ¿Por quiénes quieres agradecer?  


fuente El Evangelio en casa

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