Santa María, Madre de Dios
La Iglesia contempla hoy agradecida la maternidad de la Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. Lucas nos presenta el encuentro de los pastores con el Niño, que está acompañado de María, su Madre, y José, su padre adoptivo.
Este encuentro personal con el Señor es sumamente importante porque sin él no se da la fe. Solo el encuentro, que implica “ver con los propios ojos”, y en cierta manera “tocar”, habilita a los pastores para ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que dan a conocer la maravilla de lo que han visto.
Y el primer fruto de aquel encuentro con Cristo es que cuantos escuchan la noticia se quedan maravillados. Hemos de pedir la gracia de saber suscitar este sentido de admiración en aquellos a quienes anunciamos el Evangelio.
Y así comenzamos el Año Nuevo, un nuevo año de esperanzas e ilusiones y probablemente de noticias buenas y no tan buenas. Por eso cabe preguntarse: ¿Qué espero yo del año nuevo?
Ahora bien: Lo “nuevo” de este año no nos vendrá de afuera, solo puede brotar de nuestro interior. Este año será nuevo si aprendemos a creer de manera creativa y más confiada, si encontramos gestos nuevos y más amables para convivir con nuestros seres queridos, si despertamos en nuestro corazón una nueva compasión para los que sufren.
Esto bien puede ser un valioso fruto del Año de la Misericordia que acabó en noviembre pasado: ¿Aprendimos a ser más compasivos y misericordiosos? ¿Empezamos a perdonar y disculpar los errores de los demás? ¿Somos capaces ahora de soportar con paciencia las injusticias, los desaires y las injurias?
Vayamos con los pastores a encontrarnos con el Niño Jesús, a rendirle adoración y alabanza porque él es la razón de la alegría humana y la fuente de toda bendición. Comencemos el año haciendo lo que sea necesario para mantener una relación de amor y fe con Jesucristo, nuestro Señor.
“Virgen María, Madre nuestra, tú que eres maestra de contemplación, llévanos de la mano junto a Jesús, tu Hijo, para aprender a conocerlo mejor.”Números 6, 22-27
Salmo 67(66), 2-3. 5-6. 8
Gálatas 4, 4-7
fuente: Devocionario catolico la palabra con nosotros
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