martes, 15 de octubre de 2024

Novena preparatoria canonización B Elena Guerra - DÍA 5

 

A- Ritos introductorios

1- Invocación Trinitaria:
+ En el nombre del Padre, + del Hijo + y del Espíritu Santo.
Todos: ¡AMÉN!

• Guía: Dios, ven en nuestro auxilio
• Todos: Señor, socórrenos y sálvanos

• Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
• Todos: Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. ¡Amén!


OREMOS

Dios misericordioso y omnipotente, que concediste a tu hija Elena Guerra la gracia de la beatitud: concédenos, te suplicamos, que por la observancia de sus enseñanzas acerca de la devoción al Espíritu Santo podamos, por la participación en esta Novena, ser conducidos por el Consolador a una mayor comunión con tu Hijo amado, nuestro Salvador Jesucristo, por cuya pasión, muerte y resurrección te adoramos y glorificamos. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.

Todos: ¡Amén!

B- Propio de cada día
QUINTO DÍA

LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS

Lectura de la 1ª Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios

“Pues yo, hermanos, cuando fui a ustedes para darles a conocer el proyecto misterioso de Dios, no llegué con oratoria ni grandes teorías. Con ustedes decidí no conocer más que a Jesús, el Mesías, y un Mesías crucificado. Yo mismo me sentí débil ante ustedes, tímido y tembloroso.

Mis palabras y mi mensaje no contaron con los recursos de la oratoria, sino con manifestaciones de espíritu y poder, para que su fe se apoyara no en sabiduría humana, sino en el poder de Dios”. (1 Co 2, 1-5.11).

EL ESPÍRITU SANTO, PROTAGONISTA DE LA EVANGELIZACIÓN

Juan Pablo II

“El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de toda la misión eclesial. (RpM, 21). La Iglesia anuncia el Evangelio gracias a su presencia y a su fuerza salvífica. Al dirigirse a los cristianos de Tesalónica, San Pablo, afirma: ‘Os fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras sino también con poder y con el Espíritu Santo’ (1 Ts 1, 5). San Pedro define a los apóstoles como ‘quienes predican el Evangelio, en el Espíritu Santo’ (1 Pe 1, 12).

Pero ¿qué significa ‘evangelizar en el Espíritu Santo’? Sintéticamente, se puede decir que significa evangelizar con la fuerza, con la novedad y en la unidad del Espíritu Santo.

Evangelizar con la fuerza del Espíritu quiere decir estar revestidos de la fuerza que se manifestó de modo supremo en la actividad evangélica de Jesús. El Evangelio nos dice que los oyentes se asombraban de él, porque ‘les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas’ (Mc 1, 22). La palabra de Jesús expulsa a los demonios, aplaca las tempestades, cura a los enfermos, perdona a los pecadores y resucita a los muertos. (…) Esta fuerza del Espíritu es más necesaria que nunca para el cristiano de nuestro tiempo, a quien se le pide que dé testimonio de su fe en un mundo a menudo indiferente, sino hostil, que está marcado fuertemente por el relativismo y el hedonismo. Se trata de una fuerza que necesitan sobre todo los predicadores, que deben volver a proponer el Evangelio sin ceder ante los compromisos y los falsos atajos, anunciando la verdad de Cristo ‘a tiempo y a destiempo’ (2 Tm 4, 2)”.

(L’Osservatore Romano, n. 27, 04/07/1998).

OREMOS (Todos):

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Juan XXIII

“Espíritu Santo Paráclito, perfecciona en nosotros la obra iniciada por Jesús; hace fuerte y continua la oración que elevamos en nombre del mundo entero; acelera para cada uno de nosotros los tiempos de una profunda vida interior. Da impulso a nuestro apostolado, que quiere llegar a todos los hombres y a todos los pueblos, todos redimidos por la sangre de Cristo y todos herencia suya.

Mortifica en nosotros la presunción natural, y levántanos a las regiones de la santa humildad, del verdadero temor de Dios y del ánimo generoso. Que ninguna atadura terrena nos impida hacer honor a nuestra vocación; que ningún interés, por negligencia nuestra, mortifique las exigencias de la justicia. Que ninguna mezquindad reduzca los espacios inmensos de la caridad en la estrechez de los pequeños egoísmos. ¡Amén!”.


C- ORACIONES FINALES (para todos los días)
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

“Amado Espíritu de Dios, que fuiste comunicado a la Beata Elena con la abundancia de tus dones, y le confiaste el mensaje del perenne renovarse de tu Pentecostés, por la docilidad y fidelidad a la misión que le fue confiada, te pedimos volverla, aún hoy, testigo de tu amor, atendiendo a nuestra oración por… (intención personal de oración por una gracia) Reaviva, Dios Consolador, nuestra fe y nuestra esperanza, para que podamos caminar con valor sereno rumbo al encuentro definitivo. Amén.”


Guía: Beata Elena Guerra
Todos: Ruega por nosotros.


ACTO DE DESEO Y OFRECIMIENTO (Beata Elena Guerra)

Guía: Dios del bello Amor, Tú nos llamaste cerca de ti, porque tu alegría es estar entre los hijos de los hombres. Nos unimos a Ti como a la fuente de la santidad.
Todos: Espíritu Santo, santifícanos.

Guía: Venimos a ti como ciegos a la luz eterna y al dador de la luz.
Todos: Espíritu Santo, ilumínanos.

Guía: Venimos a ti como mendigos al don supremo y al dador de dones.
Todos: Espíritu Santo, escúchanos.

Guía: Venimos a ti como sedientos a las aguas de la vida.
Todos: Espíritu Santo, sácianos.

Guía: Venimos a ti como pobres al padre de los pobres.
Todos: Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Guía:

Ten piedad de nosotros, oh Espíritu Santo y ven a nosotros. He aquí que te ofrecemos nuestro cuerpo con sus sentidos, nuestra alma con sus facultades, nuestro corazón con sus sentimientos. Te entregamos nuestros pensamientos y deseos, palabras y acciones, alegrías y pesares, vida y muerte.
Todos: Espíritu Santo, soy tuyo y tuyo quiero ser ahora y siempre. Amén.


ORACIÓN Y BENDICIÓN FINAL

Guía: Pidamos, hermanos y hermanas, la intercesión de la bienaventurada Virgen María, para que, a ejemplo de ella, acojamos con toda la apertura de nuestro corazón la Persona divina del Espíritu Santo, y busquemos incesantemente su plenitud:

Todos: Dios te salve María, llena eres de gracia….

Todos:

“Oh Dios, que santificaste a tu Iglesia entera
en todos los pueblos y naciones,
derrama por toda la extensión del mundo
los dones del Espíritu Santo
y haz en el corazón de los fieles
las maravillas que obraste
al inicio de la predicación del Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
en la unidad del Espíritu Santo. ¡Amén!

Guía: Bendícenos oh Dios Todopoderoso, todo amoroso: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todos: ¡Amén!

Guía: Alabado sea Jesucristo.
Todos: ¡Por siempre sea alabado!

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