domingo, 31 de octubre de 2021

COMPRENDIENDO LA PALABRA 311021


“Tu amarás al Señor de todo corazón, de toda tu alma, de toda tu fuerza”

Gloriosa y muy querida Madre y señora Reina, su indigna Catalina, la sierva y esclava de los siervos de Jesucristo, le escribe en su preciosa sangre, con el deseo de verla, hija verdadera y esposa elegida de Dios. (…)

Le suplico insistentemente en nombre de Cristo Jesús, consagrar todo su corazón, toda su alma y todas sus fuerzas en amar y servir ese tierno y querido Padre, ese Esposo que es Dios, Verdad suprema que nos ha tanto amado sin ser amado. Sí, que ninguna criatura resista, cualquiera sea su rango, su grandeza, su poder. ¿No son vanas todas las glorias del mundo y pasan cómo viento? ¡Que ninguna creatura se aleje del verdadero amor, que es gloria, vida y felicidad del alma! Entonces mostraremos que somos esposas fieles. Cuando el alma sólo ama a su Creador, ella desea a él únicamente. Todo lo que ama, lo que hace, es por él. Todo lo que ve fuera de su voluntad, como vicios, pecados, injusticias, ella lo detesta. El santo odio que ha concebido contra el pecado es tan fuerte, que preferiría morir antes que violar la fe que debe a su Esposo eterno.

Seamos fieles, siguiendo las huellas de Jesús crucificado, detestando el vicio, abrazando la virtud, realizando grandes cosas por él.


Santa Catalina de Siena (1347-1380)
terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa
Carta 36, a la reina Juana de Nápoles (Cartas, Téqui, 1976), trad. sc©evangelizo.org

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