"¿Quieren saber mi deseo? Comulguen diariamente.
Cuando no puedan comulgar sacramentalmente,
comulguen al menos espiritualmente."
San Juan Bosco
Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla".Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?".Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra:sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra,pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra".Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
«La Palabra de Dios, en los días “torcidos” y confusos, asegura al corazón un núcleo de confianza y de amor que lo protege de los ataques del maligno. Así la Palabra de Dios se hace carne —me permito usar esta expresión: se hace carne— en aquellos que la acogen en la oración. La vida cristiana es obra, al mismo tiempo, de obediencia y de creatividad. Un buen cristiano debe ser obediente, pero debe ser creativo. Obediente, porque escucha la Palabra de Dios; creativo, porque tiene el Espíritu Santo dentro que le impulsa a practicarla, a llevarla adelante»«La Biblia no está escrita para una humanidad genérica, sino para todos nosotros, para mí, para ti, para hombres y mujeres en carne y hueso, hombres y mujeres que tienen nombre y apellidos, como yo, como tú. Y la Palabra de Dios, impregnada del Espíritu Santo, cuando es acogida con un corazón abierto, no deja las cosas como antes, nunca, cambia algo. Y esta es la gracia y la fuerza de la Palabra de Dios»
Francisco
Audiencia General
27-01-2021
Quien desata el amor dentro de nosotros somos nosotros mismos. Amar es ante todo una decisión. Decídete por el amor. La consigna para ti es: "No tengas miedo de amar". Muchos no tienen el valor de amar, porque han sufrido mucho, han sufrido en la familia, en el matrimonio, se vieron afectados por enfermedades, negocios, hijos, desengaños amorosos. Tal vez hayas sufrido mucho y, por supuesto , no quieres volver a sufrir. Por eso dejó de amar para no sufrir. Independientemente de los eventos, es en el dar con amor que la salvación es para ti. Es en el dar amor que las personas con las que te relacionas se salvarán. A pesar de las decepciones, los problemas familiares, el amor. Decídete por amor. ¡Que Dios los bendiga!
Tu hermano,Monseñor Jonas Abib
Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla.El les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que les enseñaba:"¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar.Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron.Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda;pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto.Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno".Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!".Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas.Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola,a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón".Jesús les dijo: "¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?El sembrador siembra la Palabra.Los que están al borde del camino, son aquellos en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla sembrada en ellos.Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría;pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumben.
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El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'."
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«La conversión es un cambio decisivo de visión y de actitud. De hecho, el pecado —sobre todo el pecado de la mundanidad, que es como el aire, está por todas partes— trajo al mundo una mentalidad que tiende a la afirmación de uno mismo contra los demás, e incluso contra Dios. Esto es curioso: ¿cuál es tu identidad? Muchas veces sentimos que en el espíritu del mundo se expresa la propia identidad con términos “contra”. En el espíritu del mundo es difícil expresar la propia identidad con términos positivos y de salvación. Se hace contra los demás y contra Dios. Y a este fin, la mentalidad del mundo, la mentalidad del pecado, no duda en usar el engaño y la violencia. El engaño y la violencia. Vemos lo que sucede con el engaño y la violencia: codicia, deseo de poder y no de servicio, guerras, explotación de la gente… Esta es la mentalidad del engaño, que ciertamente tiene su origen en el padre del engaño, el gran mentiroso, el diablo. Él es el padre de la mentira, así lo define Jesús»
Francisco
Ángelus
24-01-2021
Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".
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Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó,y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
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Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer.Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".
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