martes, 12 de enero de 2021

COMPRENDIENDO LA PALABRA 120121


“¡Silencio! ¡Sal de este hombre!”

“Jesús increpó al demonio diciendo: '¡Cállate y sal de este hombre!'”La Verdad no tiene ninguna necesidad del testimonio del Mentiroso... “No tengo ninguna necesidad del reconocimiento de aquel que consagro al desgarramiento. ¡Cállate! Que mi gloria estalle en tu silencio. No quiero que sea tu voz la que me elogie, sino tus tormentos; porque tu desgarramiento es mi triunfo... ¡Cállate y sal de este hombre!”. Es como si dijera: “Sal de mi casa, ¿qué haces tu bajo mi techo? Soy yo quien quiere entrar: entonces, cállate y sal de este hombre, del hombre, este ser dotado de razón. Deja esta morada preparada a mi intención. El Señor desea su casa: sal de este hombre”...

Ved hasta que punto es preciosa el alma del hombre. Esto va dirigido a los que piensan que nuestra alma y la de los animales son idénticas y que estamos dotados de un mismo espíritu. En otro pasaje, el demonio es expulsado de un solo hombre y es enviado a dos mil cerdos (Mt 8,32); el espíritu precioso se opone al espíritu vil, uno es salvado, el otro se pierde. “Sal de este hombre, vete a los cerdos, vete donde quieras, vete a los abismos. Sal de este hombre, es decir de lo que es mío en propiedad; no dejaré que poseas al hombre porque sería injurioso para mí si te instalarás en él en lugar de hacerlo yo. He asumido un cuerpo humano, habito en el hombre: esta carne que tú posees es parte de mi carne. ¡Sal de este hombre!



San Jerónimo (347-420)
sacerdote, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia
Homilía sobre el evangelio de Marcos, nº 2; PLS 2, 125s, SC 494

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