jueves, 30 de octubre de 2014

Seguiré curando y echando demonios

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,31-35):

En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.» 
Él contestó: «ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor."»

Palabra del Señor

COMENTARIO

Vamos a ser sinceros. El miedo al que dirán nos paraliza mucho más de lo que nos gustaría reconocer a nosotros mismos. Todos tenemos muy en cuenta a la hora de tomar una decisión lo que los demás pueden pensar o decir o valorar. Y, seamos de nuevo sinceros, muchas veces no hemos hecho lo que creíamos o estábamos convencidos de que debíamos hacer, por temor a la reacción de los demás. ¿Qué significa eso? Muy sencillo: que no somos libres. Los temores humanos y el qué dirán no nos dejan hacer lo que en nuestro fuero interno creemos que debemos hacer. Es decir, que somos esclavos del qué dirán. 
      Jesús, por el contrario, es un hombre libre. Tiene una misión. Es consciente de ello. Y toma las decisiones oportunas. Ni siquiera la amenaza a su vida le hace torcerse un milímetro de su camino. Como profeta, sabe que tiene que subir a Jerusalén. Es la ciudad donde mueren los profetas. O mejor, donde son asesinados. Jesús va a morir asesinado porque los israelitas no son capaces de escuchar la verdad. No quieren escuchar la buena nueva de la misericordia de Dios. Están empecinados en que son los propietarios de la verdad y no admiten que venga nadie a corregirles. No escuchan a Dios sino que ellos determinan lo que Dios puede decir o no. Y además lo interpretan. Por eso, rechazan a Jesús. 
      Pero Jesús no se deja impresionar. Va a seguir su camino. Con su muerte dará testimonio del amor del Padre para todos los hombres. Con su muerte sellará su fidelidad y la verdad de su mensaje. 
      El hecho de que Herodes quiera matarle no le asusta. Seguirá su camino. Tampoco le ha importado antes que muchos de los que le seguían, le hayan abandonado. Jesús se mantiene firme. Ha hecho su apuesta por el amor de Dios y ha puesto su confianza en él. La mejor razón para vivir se convierte en la mejor razón para vivir. Lo bueno es que Dios le responderá devolviéndole a la vida. Eso lo sabemos nosotros. Pero Jesús no lo sabía. Lo suyo era pura confianza. Y una enorme libertad. 
      Ojalá nosotros aprendiésemos a ser libres para dar testimonio del amor de Dios en nuestros ambientes. Sin preocuparnos del qué dirán. Sin miedo a que nos marginen. Porque lo más importante es el reino de Dios y su justicia. Y lo demás es todo accesorio.
fuente: Portal Ciudad Redonda.

Al Dios de las victorias

Señor Dios,
Santo y Poderoso Rey del universo,
Tú que gobiernas con Autoridad,
Tú que sostienes con paterno amor,
Tú que levantas con dulzura de madre,
Derrama en la mañana Tu Divina Unción,
derrama Tu Espíritu Santo.
Tú eres nuestra fuerza,
nuestra fuerza es Tu Amor.
Danos el resistir,
el querer y el actuar según Tu Voluntad.
Danos el ser uno Contigo,
el crecer en santidad.
Danos el configurarnos Contigo,
el ser reflejo de Ti, impronta del Padre.
Danos el buscarte sin cesar,
el vigilar, el orar constante,
la caridad sin límites,
la esperanza contra toda desesperanza.
Danos labios de profeta,
lengua que proclame sin temor Tu Evangelio;
Danos valor y resistencia,
Apaga toda flecha incendiaria del maligno,
y al llegar la tarde,
cuando el sol apague su poder,
danos el cantar la victoria de Tu Nombre sobre las tinieblas.
¡Amén!



Embajadores en cadenas


"Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder.
Poneos las armas que Dios os da,
para poder resistir a las estratagemas del diablo,
porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso,
sino contra los principados,
autoridades y poderes que dominan este mundo de tinieblas,
contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal.
Por eso, tomad las armas de Dios, para poder resistir en el día fatal y,
después de actuar a fondo, mantener las posiciones.
Estad firmes, repito: abrochaos el cinturón de la verdad,
por coraza poneos la justicia;
bien calzados para estar dispuestos a anunciar el Evangelio de la paz.
Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe,
donde se apagarán las flechas incendiarias del malo.
Tomad por casco la salvación y por espada la del Espíritu,
es decir, la palabra de Dios, insistiendo y pidiendo en la oración.
Orad en toda ocasión con la ayuda del Espíritu.
Tened vigilias en que oréis con constancia por todos los santos.
Pedid también por mí, para que Dios abra mi boca
y me conceda palabras que anuncien sin temor el misterio contenido en el Evangelio,
del que soy embajador en cadenas.
Pedid que tenga valor para hablar de él como debo"

Efesios 6,10-20

miércoles, 29 de octubre de 2014

Resentimiento: la llave para las enfermedades

Atribuir al otro la responsabilidad por lo que nos hace sufrir.

Abrirse a lo nuevo también es dejar de lado los resentimientos. Muchas veces nos molestamos por aquello que pasó, ¿no es verdad? Parece que quedamos con varias cajas de archivos muertos, llenos de cosas viejas y sin valor, pero que ocupan espacio en nuestros recuerdos y nuestras emociones. Frente a todos estos sentimientos y muchos otros (de los sentimientos humanos que todos

tenemos) el resentimiento, muchas veces, no es sinónimo de rabia, arrepentimiento o venganza, sino la imposibilidad de olvidar o superar un acontecimiento.


No podemos negar que un relacionamiento de cualquier tipo nos afecta, porque tenemos consecuencias conscientes y inconscientes. Vivimos de sentimientos contrarios: la ira, el amor, el odio, la agresividad, la alegría, una enorme tristeza de ambición, la generosidad, la vanidad, la envidia y la compasión.

Quiero hacerte recordar cuanto el dolor del resentimiento nos hace vivir la experiencia de la enfermedad, las psicosomáticas, es decir, aquellas que son causadas por cuestiones emocionales. Resentir es como dar la responsabilidad al otro por las cosas que nosotros mismos guardamos en nuestro interiorEs atribuir a las otras personas, situaciones o cosas que deberíamos resolverlas nosotros mismos. Es como si no nos liberásemos de situaciones sofocantes y, al mismo tiempo conflictivas.

Resalto una definición muy interesante : “Resentir significa atribuir un al otro la responsabilidad por lo que nos hace sufrir. Otra persona a quien delegamos, en un momento anterior, el poder de decidir por nosotros, de modo que podamos culparle de lo que pueda fracasar. (Kehl,2008)

Entiendo que nuestra cultura, muchas veces. Nos enseña el modelo de víctima como el modelo más utilizado y preferido por la sociedad. Piensa en estas tres situaciones:
  1. Valoramos al tirano (aquel por el cual guardamos resentimientos).
  2. Como no tenemos la reparación (olvido) vivimos poniéndonos en situación de víctimas y siempre tenemos una “excusa” para la situación.
  3. Resentimos las situaciones, pues siempre es más fácil prorrogar una situación a actuar de forma a extinguirla.
  4. Esta relación es circular, o sea, es cultivar con gran expresión de nuestras emociones, alimentando tristezas, rencores y consecutivamente, volviéndonos cada vez más enfermos.
En el papel de persona resentida te habrás dado cuenta de que conseguimos una forma de demostrar que tenemos la razón en la situación, excusándonos de una forma tan verdadera, atrayendo así, a muchos que  nos apoyan y “compran” nuestra causa.

La persona resentida y por consiguiente,  ofendida, agredida y herida no dice abiertamente lo que siente, pero extiende y “rumia” estos dolores de manera repetitiva. ¿Puedes imaginarte el tamaño de este daño? Es siempre mantener el papel de la víctima, de persona sumisa a la otra, desvinculándose  de cualquier culpa personal en este proceso.

¿Y cómo puedo apreciar algo que fue una experiencia mala para mí? ¿Cómo apreciar la angustia del fin de un noviazgo, de una amistad traicionada o de la agresión sufrida? Procurando sacar ejemplos y formas distintas de mirar la vida. ¿Ya fuiste a un museo que visitaste en tu niñez, y que ahora adulto vuelves a verlo? Ciertamente, sí. Y seguramente tu mirada debe haber sido diferente, viste cosas que no habías visto en aquella época y ahora tienes la oportunidad de hacer una visita diferente.

Es esta invitación que te hago con relación a tus resentimientos, trata de ver las experiencias amargas de una forma nueva, procurando superar las emociones negativas que solamente comprometen nuestra vida sana.

Elaine Ribeiro
Sicóloga y colaboradora de la Comunidad Canción Nueva
fuente PORTAL CANCIÓN NUEVA EN ESPAÑOL

¿Cómo sanar el resentimiento?

Lo primero que se debe hacer para sanar un corazón resentido, es un diagnóstico del problema que más nos aflige

¿Cómo podemos tratar un problema si no conocemos sus causas?Muchas veces, para llegar al diagnóstico de alguna enfermedad física, se gasta mucho tiempo, dinero, paciencia, estudio y principalmente persistencia y perseverancia, tanto del médico como del paciente.

Cómo sanar el resentimiento
Para sanar el resentimiento, el procedimiento es parecido. Lo primero que se debe hacer es evaluar los sentimientos ‘malogrados’. ¿Qué sentimientos son esos? ¿Qué tipo de daño tienen? ¿Qué está causando su pérdida? ¿de dónde provienen los sentimientos negativos? ¿desde cuando me estoy sintiendo así? ¿Recuerdo algún hecho relacionado a ese sentimiento? ¿es un sentimiento racional o irracional? ¿será que es más instintivo que racional? ¿será que estoy mirando para el problema con lentes de aumento o el problema realmente es serio y perturbador? ¿Deseo realmente la cura o prefiero mantener el sentimiento malogrado como estrategia para ataques o defensas futuras?

Esas son algunas de las preguntas que necesitamos responder para intentar formular un diagnóstico más profundo de la realidad.Y nunca podemos olvidarnos de que aquí hablamos de problemas íntimos, heridas interiores, que muchas veces no son conscientes. Pero en la medida de lo posible, es necesario diagnosticar para escoger el tratamiento adecuado, eficiente y eficaz.

corazonresentido

Otra cosa importante por hacer es parar de alimentar los sentimientos negativos. Para ser resentimiento, esos sentimientos necesitan pensamientos negativos, palabras torpes, indelicadezas, hostilidades y otras actitudes semejantes.

Considere algunas cosas simples, pero fundamentales, para curar ese mal que tanto nos incomoda: no quieras creer que siempre estás en lo correcto y que el otro está siempre equivocado. Nadie es tan perfecto o imperfecto. Entonces no es correcto que la persona siempre ceda(como si el otro nunca se equivocase). Eso provocaría otro problema serio: sentimiento de víctima que puede generar un complejo de inferioridad. Es necesario descubrir la justa medida para llegar a la concesión mutua. Esto parece ser difícil pero no es tan complicado. Basta tener criterios justos y deseosos de resolver el problema y no de complicarlo aún más.

También se necesita llegar a una jerarquía de los sentimientos. Existen cosas que se necesitan resolver con urgencia. Intenta descubrir cuales son los sentimientos más propensos a volverse resentimiento. Estos deberán ser los primeros a ser atacados por la oración y por la acción de sanación.

Si en tu grupo ya peleaste o discutiste con la mayoría de las personas, se humilde y reconoce que el problema está en ti. ¿O será que solo tu estás en lo correcto y todos los otros están equivocados? Si siempre estás discutiendo con las personas cercanas (marido, esposa, hijo, amigo, colega) por el mismo motivo repetidamente, es señal de que el resentimiento ya se instaló y que necesita ser tratado urgentemente. Esa es una herida que necesita tratamiento adecuado y eficiente.

A partir de que se  constata la herida, pasamos a aplicar sobre ella el remedio del perdón. Además del perdón y del amor incondicional, necesitamos cultivar actitudes que nos lleven a vivir sanos. Es necesario tener el coraje de ser diferente y no vivir como los paganos, con el entendimiento oscurecido y el corazón empedernido. Lee Efesios 4, 17-25.

Como el mismo texto lo sugiere, la sanación del resentimiento es un proceso largo, pero que si no se inicia nunca se concluirá. No podemos querer apurarnos pero es necesario comenzar. La única forma de percibir que estamos siendo sanados o no, es por la calidad de nuestras relaciones. En la convivencia, especialmente con aquellos que más nos provocaban, es que aprendemos a probar nuestro corazón. En la superación de los pequeños conflictos del día a día nos vamos preparando para las grandes batallas de nuestra historia.

Es fundamental percibir que una de las más lindas obras que el Espíritu Santo puede hacer en nuestra  vida tiene que ver con la sanación de nuestro corazón. Cuando nos dejamos  conducir por El, vamos poco a poco matando las obras de la resistencia en nuestra vida. Esas obras de resistencia son exactamente a las externalizaciones de un corazón resentido: enemistades, peleas, celos, superstición, odio, ambición, discordias, partidos, envidas, borracheras, orgías y otras cosas semejantes. cf. Gl 5,20

Los frutos del Espíritu, aquello que producimos cuando dejamos al Espíritu conducir nuestra vida, son exactamente todo a lo que aspiramos y lo que conseguimos producir cuando experimentamos la gracia de la sanación del resentimiento. Lo bonito es que a partir de la experiencia de la sanación, los mismos frutos que la sanación produce serán usados para sanaciones posteriores. Eso es fundamental pues nadie en el mundo está inmunizado para siempre contra el resentimiento. Cualquier nueva relación, cualquier nuevo contacto con las personas con las cuales nos relacionamos son siempre posibilidades para el resentimiento.

Fuente: Portal Canción Nueva

CUATRO PASOS para VIVIR LA SANTIDAD

Tibadentro“Es necesario permanecer con lo que no pasa. El mundo va a pasar, así como su concupiscencia; pero aquel que hace la voluntad de Dios va a permanecer para siempre.” Cf. 1 Jn 2,1

Cumplir la voluntad de Dios exige fe de nuestra parte. Todos nosotros tenemos sed de la eternidad, de lo perenne. Y aquel que ya hizo una experiencia con Dios, tiene una sed todavía mayor.

Necesitamos colocarnos en camino para hacer la voluntad de Dios y seguir un camino de madurez, como nos enseña la Iglesia.

Primer paso
encuentro personal con Dios. Es necesario encantarse con Dios. Nosotros nos encontramos con Dios y, muchas veces, como San Pedro, queremos quedarnos en el Monte Tabor. Sin embargo, no podemos tener solo un encuentro con el Señor, necesitamos tener más que eso, necesitamos ir más allá.

“Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras” (Lc 19, 47-48).
¡Jesús encantaba hasta a aquellos que no creían en Él! Jesús es Aquél que envuelve y fascina a quien se encuentra con Él. ¡Tú necesitas ser fascinado por Jesús!.

Segundo paso
Romper con las estructuras de pecado. ¡Rompa ahora con el pecado! Ten el coraje de dar todo lo que posees, como el niño del Evangelio que donó los 5 panes y los 2 peces. ¿Cuándo comienza el adulterio? Primero comienza por los ojos, por la mente, luego por el corazón y finalmente por la actitud; la práctica es solo una consecuencia de las concesiones que se hicieron anteriormente.

Tercer paso
Profundización catequística. Muchas veces queremos seguir a Jesús, pero tenemos pereza para leer la Biblia, de conocer la doctrina de la Iglesia y de vivir los sacramentos. Es necesario conocer y vivir la doctrina. Necesitas conocer tu fe, para que, en el momento de la tribulación y la decepción no abandones la Iglesia. ¡No vayas a la Iglesia por el coordinador, el Sacerdote, ve por causa de Jesucristo!

Había ciertos momentos en que Jesús se retiraba del pueblo para formar a sus discípulos. Necesitamos profundizar nuestra fe.

Cuarto paso
es la misión. Y nuestra primera misión es nuestra casa, en las pequeñas cosas. ¡El martirio no se improvisa! Como pretendes dar la vida por Jesús si no eres capaz de ir a comprar pan en la panadería cuando tu mamá te pide. La vida va a probarte para que vivas la santidad en las pequeñas cosas: 99% de las oportunidades para ser santos están en las pequeñas cosas. La voluntad de Dios, la mayoría de las veces, es diferente a la nuestra. Al principio la Virgen María no entendió el proyecto de Dios, pero confió en Él; nosotros también necesitamos confiar en el Señor y en los designios que tiene para nuestra vida.

Nuestra esperanza no es para este mundo. Quien vive estos pasos no tiene miedo del cielo. Solo quien vive atado al pecado tiene miedo de la muerte

Tiago Camargo – TIBA
Misionero de la Comunidad Canción Nueva
(Prédica durante el Retiro de Carnaval 2014)
Fuente Portal Canción Nueva en español

Ser santo es tomar decisiones nobles

Nos hiciste para ti e inquieto está nuestro corazón mientras no repose en ti (San Agustín)

No hay en el mundo nada que satisfaga las expectativas del corazón de un jóven, en él todo es vano y pasajero. Un joven feliz es aquel que busca constantemente sus respuestas y ansias más íntimas en el corazón de Cristo. Solo en el lado abierto del Señor se puede encontrar todas las riquezas espirituales y el sentido para las aspiraciones.

San Agustín reflexionaba sobre eso: “Nos hiciste para ti e inquieto está nuestro corazón mientras no repose en ti”. El corazón del ser humano reposará alegremente solo en la eternidad, donde Dios será todo en todos. Siendo así, todo lo que se refiere a las cosas de este mundo no pueden, ni de lejos, llenar el corazón de un hijo del Señor.

Nuestra alma es demasiado grande, solo un Dios inmenso la puede llenar. Por eso no podemos dejar que los rumores del mundo invadan nuestro corazón y dicten nuestra forma de vida. Actualmente, el mundo mira al joven como un mero consumidor, descartando todos sus talentos y virtudes, a punto de hacerlo esclavo del consumo. Si seguimos la moda, los lanzamientos que nos traen satisfacción, acumularemos deudas y más deudas, pero nisiquiera asi seremos felices.

JovenenDiossantidad

Todo en nombre de la satisfacción inmediata. Entonces, compraremos el celular más moderno, el pantalón o las zapatillas más destacadas, la tecnología más avanzada. No obstante, los jóvenes son bombardeados diariamente con propagandas apelativas, cada cual con su estrategia y psicología, todo para atraer a la clientela más consumista del mundo: los jóvenes.

Deberíamos invertir nuestro tiempo y dinero en pro de los necesitados como recomienda la Iglesia: “El quinto mandamiento, ayudar a la Iglesia en sus necesidades, recuerda a los fieles a que deben ir al encuentro de las necesidades materiales de la Iglesia, cada uno conforme a sus posibilidades” (CIC – 2043).

De esa forma nos engañamos creyendo que las compras nos hacen felices, pero al contrario, son paliativos para amenizar nuestras angustias y decepciones, tristezas y resentimientos. Aun asi, las nuevas generaciones, cada vez con más frecuencia cambian los templos sagrados por los centros comerciales. Debe también haber un tiempo para el culto a Dios, pues el domingo más que ser un dia de descanso, es un dia dedicado al Señor. Veamos lo que el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña: “El domingo es un tiempo de reflexión, de silencio, de cultura y meditación que favorecen al crecimiento de la vida interior cristiana”(inciso CIC – 2186).

Mientras que el joven no se convenza de que él es mucho más importante que una zapatilla de marca, un celular de moda o un videogame moderno, esa situación no cambiará, él continuará viviendo una vida vacía y sin sentido. Urge la necesidad de una metanóia, aun más, es necesario dejarse transformar por el Espíritu Santo de Dios, escuchándolo y siguiendo con docilidad sus orientaciones, pues Dios habla a quien quiere escuchar y escucha a quien está dispuesto a cambiar.

“El corazón del ser humano reposará alegremente, solo en la eternidad, donde Dios será todo en todos”. Sin embargo, aún existen muchas personas que suelen tener la crisis del “tener” en la vida. Dicen que cuanto más tenemos, mejores somos, porque así tendremos estatus frente a la sociedad, estaremos incluidos en una determinada “tribu”, etc. Sin embargo, los valores predicados por Jesús van justamente contra esos pensamientos perversos. El Señor nos pide que valoricemos el “ser” hijo de Dios, el “ser” una persona de carácter,digna, honrada, pues esos valores no están a la venta, solo Dios puede proporcionárnosla a nosotros. Por otro lado, no podemos creer que el ser y el tener son tan opuestos al punto de no haber un punto de equilibrio entre ambos. Confucio, un filósofo chino, decía que “la virtud está al medio”. Entonces, esforcémonos por buscar el equilibrio en todas nuestras actitudes.

Finalmente, no tengamos miedo de sentirnos excluidos de un grupo por el hecho de no tener determinadas zapatillas, ropa o equipos electrónicos, apoyemos nuestra vida en las cosas que no pasan, como la Palabra de Dios, la Eucaristía, los valores cristianos. Podemos hasta tener una gran satisfacción al comprar cierto producto, sin embargo será algo instantáneo, que no generará vida en nosotros.

“Jóvenes, son fuertes, ya vencieron al maligno” (cf. 1 Jn 2,14). Esa característica de la identidad del joven cristiano basta para iluminar sus decisiones. Si son fuertes pueden tranquilamente vencer todas las barreras impuestas por el consumismo sustentado por la sociedad moderna. Quien sabe, sobre su salvación, por lo tanto asume tu identidad hasta las últimas consecuencias, pues ser santo significa saber tomar decisiones nobles.

Por: Rodrigo Stankevicz
fuente DESTRAVE

lunes, 27 de octubre de 2014

Cómo superar el fin de una relación

La tristeza puede durar una noche, pero la alegría viene con un nuevo amanecer

Jesucristo siempre muy claro a dejarnos Sus mandamientos y para decir que nuestro seguimiento Él seguirá cruces a lo largo del camino. Pero Él también dijo que estaría siempre a nuestro lado hasta el fin de los tiempos, ayudándonos a llevar nuestros fardos. El Señor siempre nos dio un amor que todo lo cree, todo soporta y jamás termina. Cristo nos invita, todos los días a amar como Él nos amo.

Desgraciadamente, la experiencia de muchas personas nos muestra la grande dificultad que es mantener una relación por toda la vida, la dificultad de una entrega definitiva, que nos comprometa plenamente y comprometa toda nuestra existencia.

Muchos son aquellos que contrajeron el sacramento del matrimonio, pero, a lo largo del tiempo, fueron abandonados por sus cónyuges o se enfrentaban delante de una situación insostenible, ya no hay ninguna posibilidad de retornar la unión. No existiendo otra opción, firman un acuerdo de divorcio.

Como superar el fin de una relación 2
Cuando Jesús habló de la indisolubilidad del matrimonio, Él fue claro: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mt 19,6). La Iglesia, fiel a la Palabra de Cristo, no puede simplemente alterar esa doctrina o anunciar otra realidad diferente. Como bien dijo el Papa emérito Benedicto XVI, en una entrevista, “el matrimonio contraído en la fe y indisoluble. Es una palabra que no puede ser manipulada; debemos mantener intacta, incluso que contradice los estilos de vida dominantes en los días de hoy”.

La teología del sacramento del matrimonio debe ser leído a partir del amor total que que nuestro Señor mostró en el sacrificio de la cruz, como dice San Pablo: “Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella” (Ef 5,25).

No podemos, por lo tanto, pensar que el amor de Cristo sea pasible de negociaciones. Del mismo modo, la alianza establecida entre un hombre y una mujer, con la intención de crear y educar los hijos, no puede ser quebrantada, aún cuando se elegí un divorcio legalmente consensual.

Estamos llamados a vivir la misma fidelidad de Cristo a Su Iglesia. Él permanece fiel, aún cuando sus miembros son infieles. Cuando alguien se divorcia, hace para efectos de la vida en el mundo, no para Dios. Por mucho más que exista muchos argumentos para contraponer esta realidad espiritual, ante de Nuestro Señor un matrimonio solo deja de existir cuando su nulidad, es declarada, lo que solo puede ser hecho por un Tribunal Eclesiástico.

No siendo nulo, el matrimonio dura hasta la muerte de uno de los cónyuges. Y la culpa no es de Dios si el cónyuge, que tenía el deber de honrar la promesa hecha, no lo hizo. Debemos respetar el libre arbitro, y nuestro deber es honrar el sacramento independiente de la fidelidad del otro. La promesa fue hecha de libre y espontanea voluntad en la primera persona del singular.
Es necesario coraje y fuerza para perseverar en la fe, en el cumplimiento de la voluntad de Dios, por más que eso parece injusto y casi imposible a los ojos del mundo.
Tal vez esa sea la oportunidad para testimoniar único, una prueba de amor a Dios mayor que todo, cuando renunciamos el amor a nosotros mismos por la promesa hecha a Él en el sacramento del matrimonio. Esta es la sabiduría de los hijos de Dios, una necesidad para los hombres.

Cuando abrazamos nuestra vocación, necesitamos saber que no vamos coger flores en el camino. Habrá luchas, como Nuestro Señor lucho en Su vida en este mundo. Desgraciadamente, tendremos aromatizar las cosas, tratar todo con sentimentalismo, como para enfrentar la vida y la vocación al cual hemos sido llamados, no tuvimos que sufrir. Pero toda vocación tiene su cruz, y el divorcio puede ser una de ellas.

Además, debemos saber que no existe soledad cuando nos unimos a Cristo en la cruz, porque después de ella viene la Resurrección. Esta es la mayor de todas las seguridades reveladas a nosotros en el Evangelio. Como Jesús somos invitados a abrazar nuestra cruz con amor.
Y eso no quiere decir que estamos condenados a vivir tristes, desgraciadamente y solitarios. Dios es siempre fiel a sus promesas y poderoso para realizar una nueva obra en nuestras vidas. Basta confiar y se entregar sin miedo a su infinita bondad. Nuestra alma debe, sobre todo, amar y desear el cielo, dar y recibir el perdón. Solo así vamos ser verdaderamente libres. Recordando siempre que Dios no permite que nos sea dado una carga más pesada de lo que podamos cargar. Él todavía nos da la seguridad de que “Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros” (Rom 8,18).

Se deseamos caminar con Dios y si creemos en Sus promesas, este va ser más un paso en la fe que somos llamados a dar, incluso cuando el dolor de un divorcio hiere lo más profundo de nuestra alma.

Sabiendo que somos débiles. Compadeciéndose de nuestro dolor, la Iglesia esta siempre abierta para perdonar y acoger, incluso cuando caemos. Del mismo modo somos llamados para dar el perdón aquel que nos hizo daño, que nos traiciono y no consiguió ser fiel a la promesa hecha.

El perdón tiene el poder de hacernos libres. No es una elección fácil; todavía, es necesaria, porque el perdón vence el mal con el bien y hace suave el camino. Si no perdonarnos, viviremos como en un cárcel privado, esclavos de las angustias, del dolor y de los resentimientos, alimentando siempre el deseo de la venganza y el rancor. El perdón borra la deuda. Cuando él es concedido, experimentamos lo que es vivir la verdadera libertad de hijos de Dios.

La mayor dádiva que Dios dejo fue un amor que puede restaurar nuestra vida y dar un nuevo sentido a toda nuestra historia. La tristeza puede durar una noche, pero la alegría viene con un nuevo amanecer, en la belleza de un nuevo horizonte que se abre a delante de nosotros, en la esperanza de una vida nueva que recomienza todos los días.

Fuente: Portal Canción Nueva en español

Buen día, Espíritu Santo! 27 10 2014

Señor, al comenzar la semana,
despiertos mis ojos a la vida,
mis oídos te escuchan proclamar:
"¡Caminad como hijos de la Luz!"
¡Sólo con Tu gracia, Señor,
sólo con Tu gracia yo podré!
Por eso te pido,
envía Tu Espíritu Santo!
¡Derrámalo!
Que como lluvia pueda sentir su efecto dentro de mi.
Que renueve lo agrietado,
Que haga florecer lo marchito,
Que reviva lo desfallecido,
que fecundice lo infecundo.
Y en esperanza,
y libre de todo temor,
y vacío de toda decepción,
Viva ésta semana Contigo,
¡Amén!


viernes, 24 de octubre de 2014

Oración de la mañana VIE 24 10 2014

Dios, Padre de todos,
que lo trasciendes todo, y lo penetras todo,
Tú que lo invades todo
y todo lo llenas con Tu Gracia:
Derrama sobre nosotros la abundancia de Tu Espíritu.
Llena, penetra, y permanece en nosotros,
con la fuerza de Tu Espíritu.
Moldea nuestra arcilla;
Riega nuestra aridez;
Da crecimiento a Tus obras en nosotros.
Reinflama los carismas;
reaviva nuestra débil fe.
Enciende nuestros corazones,
Endereza nuestros pasos.
¡Amén!


jueves, 23 de octubre de 2014

Celos e incomprensión desmiembran a la Iglesia

“Iglesia, Cuerpo de Cristo”, fue el tema de la catequesis del Papa Francisco este martes 22

El Santo Padre habló de la comunión y del amor que marcan una comunidad de fe, resaltando sin embargo, cómo los celos y la incomprensión causan divisiones en la Iglesia.
El Papa definió la Iglesia como la “obra prima del Espíritu”, que infunde en cada uno la vida nueva del Resucitado y hace de todos un solo cuerpo. Pero la Iglesia no es solo un cuerpo edificado en el Espíritu Santo, sino el Cuerpo de Cristo. Se trata de un don recibido en el bautizo, que tiene como consecuencia una profunda comunión de amor.

Cristo ama la Iglesia. Es necesario corresponder a este amor y compartirlo, dijo el Papa. El explicó que las divisiones, las envidas, las incomprensiones y la marginalización no edifican la Iglesia como Cuerpo de Cristo; al contrario, la desmembran.

catequesisPapaFrancisco22

“No seamos celosos, sino apreciemos en nuestras comunidades los dones y las cualidades de nuestros hermanos. Sentir celos si alguien compró un carro o ganó la lotería, desmiembra al Cuerpo de Cristo. Los celos crecen y llenan el corazón, un corazón celoso es ácido, y en vez de sangre parece que tiene vinagre”.

Otro consejo del Pontífice es demostrar cercanía con los que sufren, expresar la propia gratitud a todos y de forma especial, a los que desempeñan los servicios más humildes. Y por último, no sentirse superior a los otros.

“Cuántas personas se sienten superiores a los otros. También nosotros decimos como aquel fariseo de la parábola: ‘Te agradezco Señor porque no soy como aquella persona, soy superior”. Jamás hagas eso. Cuando suceda, acuérdate de tus pecados, de aquellos que nadie conoce, avergüenzate frente a Dios, y cierra tu boca”.

Francisco concluyó la catequesis pidiendo al Espíritu Santo que ayude a los fieles a vivir como Cuerpo de Cristo, unidos como familia y como señal visible y bella del amor de Cristo.

De la redacción
Fuente: Papa Canção Nova
portal Canción Nueva en español

¿Quieres vencer las tentaciones de la carne?

Por tanto les pido: Caminen según el Espíritu y no se dejen arrastrar por los apetitos desordenados. Porque esos apetitos actúan contra el Espíritu y el Espíritu contra ellos” Gal 5,16-17

San Pablo, escribiendo a los gálatas habla de vida carnal, refiriéndose a la impureza, la inmoralidad sexual, libertinaje, envida, discordia, borracheras, orgías, celos, ira y otras cosas semejantes (Gal 5,19-21) Dando secuencia a los versículos, él resalta: “todos los que viven de esa manera no heredarán el reino de Dios”.

Cómo vencer las tentaciones de la carne 2

¿Ya tuviste la horrible sensación de ser vencido(a) por las tentaciones de la carne? Si la respuesta fue “si”, ¡no te asustes! Yo también ya la tuve y si no me cuido y me disciplino, seré vencida siempre. El enemigo de Dios está constantemente rodeándonos, listo para devorarnos, por eso es necesario vigilar y mucha oración.

Si no te mortificas, nunca serás un alma de oración. Ningún ideal se torna realidad sin sacrificio” (San Josemaria Escrivá).

Generalmente somos tentados en nuestra mayor debilidad. ¿Cuál es tu punto débil? ¿Tu sexualidad, temperamento, la gula, la envidia, los celos, la discordia? Di ahora el nombre de tu debilidad para ti mismo (a). Después de responder, tal vez tu próxima pregunta sea: “¿Qué hacer en esos momentos donde me siento impotente ante las tentaciones y qué hacer para vencerlas?”.

Primero: Huir de las ocasiones de caída y no buscarlas. Si esperamos huir cuando ya nos está envolviendo, será muy difícil resistir. Más allá de huir, no podemos ser ocasión de pecado para las personas que conviven con nosotros.

Segundo: sólo con el espíritu fortalecido será posible dominar los impulsos de la carne. Venceremos y dominaremos nuestra carne con la oración y la intimidad con Dios, buscando los frutos del Espíritu que son: alegría, amor, paz, paciencia, amabilidad, mansedumbre, dominio propio, este, sobre todo, conseguimos con mucho esfuerzo, y haciendo mortificaciones, o sea, renunciando a eso que nos gusta mucho: gaseosas, dulces, etc.

¿Por qué eso es importante? Porque quien no domina la boca, generalmente, tiene una gran dificultad para controlar sus impulsos sexuales. Esa frase que un día escuché de un sacerdote, maestro en teología moral, me llevó a hacer una gran reflexión. Dios realizó muchas liberaciones en mi vida a partir del momento en que gravé eso en mi mente y en mi corazón.
“Sin disciplina no hay santidad” (Padre Jonas Abib). Nuestra vida espiritual debe ser reglada y planificada, Por eso, no podemos dejar la oración como última tarea.

Al despertar, ya necesitamos consagrar al Señor todo lo que vamos a vivir en nuestro día, nuestros pensamientos, nuestro deseo de vivir la castidad, las personas con quienes nos relacionaremos y recordar: necesitamos huir de las ocasiones de pecado y no ser ocasión de caída para otras personas. Que todo nuestro día sea una oración traducida en acciones. No sirve orar y no colocar en práctica aquello que Dios nos pide.

¡Y Él todo lo ve! No quieras probar nada a nadie.
Mensualmente, cuando sea posible, busca ser orientado por un sacerdote o director espiritual de tu confianza. Haz mortificaciones que te ayudarán y te llevarán a una madurez, a un control y equilibrio afectivo-sexual.

Eso es posible y con la ayuda del Espíritu Santo podrás vencer las debilidades de la carne.
Le he dado a Dios la victoria en mi afectividad y en mi sexualidad. Digo que es difícil, pero es posible.

¿Quieres vencer?
Comienza ahora con una buena confesión, sin miedo. ¡El Señor está contigo!
¡Mucha oración y mucha disciplina!

Unida en oración.
Ana Neri
Misionera de la Comunidad Canción Nueva desde 1998.
fuente Portal Canción Nueva en español

¿Te animás a desconectarte?

¿Eres de esas personas que pasan horas con el celular y no se sienten satisfechas si no ven todos los mensajes?

Sería tonto decir que necesitamos dejar de usar tablets, smartphones y todos los equipos que nos conectan unos a otros a través de internet. De la misma forma, es angustiante, por ejemplo, olvidar el celular o el cargador en casa justo el día en que esperábamos comunicarnos mucho.

Te animas a desconectarte 2

¿Ya sentiste eso alguna vez? ¿Aquella desesperación, aquella ansiedad por imaginar a las personas llamando o enviando mensaje y tú sin poder responder? ¿Y aquellas noches en que te pasas horas y horas respondiendo mensajes, WhatsApps, SMSs, redes sociales… ¡Uff! ¿Sufres mucho con eso?

¿Pasas horas frente a ese aparatito como si no estuvieras satisfecho hasta no ver todos los mensajes, todas las noticias del momento y hasta no responder todos los mensajes, dejando de lado tantas otras cosas?

La mayoría de las veces, perdemos la noción y el buen uso del tiempo con esas herramientas y perjudicamos nuestra vida, nuestro descanso, nuestras relaciones. Se lo difícil que es apagar, desconectarse y detenerse ¿Aceptas un desafío? ¿Logras esperas 30 minutos para responder un mensaje? ¿Y una hora? ¿Lo lograrías?

Pienso que cualquier medio de comunicación, como su nombre lo indica, es un medio y no un fin. No debe ser nunca un arma que nos aprisione, sino que debe servir para estrechar lazos. Aún más, no perdamos nuestras relaciones por el uso abusivo de esos equipos.

Expongo para todos la necesidad de detenerse, percibir y evaluar el uso de los equipos tecnológicos, pero, claro, sin dejarlos de lado. Todos estamos en ese barco, y la gran mayoría de nosotros ya se vio rodeado de mensajes y de personas buscándonos. En ciertos momento, tengo la sensación de que hacemos todo en “modo automático”, y por eso ni siquiera nos detenemos a pensar cómo respondemos y qué respondemos en esos mensajes.

¿Y aquella red social que te sirve para desahogarte? ¿Y esa exposición excesiva de una vida supuestamente feliz o exhibicionista? ¿Será que necesitamos de todo eso? ¿Cuántas veces perjudicamos nuestras relaciones con palabras mal empleadas, peleas innecesarias y esa persecución desenfrenada de lo que es publicado?

Todo en exceso es perjudicial. Entonces, dejo esta reflexión: “Es el momento de apretar el botón ‘apagar’ y conectarte a otras cosas en tu vida”.

Elaine Ribeiro dos Santos
Psicóloga Clínica y Organizacional, colaboradora de la Comunidad Canción Nueva.

fuente Portal Canción Nueva en español

TODO VIENE DE LA ADORACIÓN


Don Bosco hablaba mucho sobre la visita al Santísimo Sacramento.
Puedes visitar solo algunos minutos al Señor,
dile palabras de alabanza o puedes pedirle lo que sea necesario,
aunque sea solo para decirle “hola”.
Yo puedo decir que todo lo que tenemos en Canción Nueva, comezó en los momentos de adoración que yo hacia. Estas visita al Santísimo son las semillas de la comunidad
 Don Bosco también dijo:
“Si quieres pocas gracias, visita pocas veces Jesús en el Santísimo Sacramento.
Si deseas muchas gracias, visita muchas veces el Señor en el Santísimo Sacramento”. -

Mons. Jonas Abib.
Fundador Comunidad Canción Nueva.
Fuente: mensaje del día portal Canción Nueva en español

Buen día, Espíritu Santo! 23 10 2014

En la mañana doblamos nuestra rodilla ante Vos,
Padre Bueno y lleno de Amor.
¡danos el buscarte de corazón!
Que los cielos destilen misericordia,
Que Tu Espíritu robustezca lo profundo de nuestro ser;
que Cristo habite por la fe en nuestros corazones;
Que el amor sea nuestra raíz y cimiento.
Que firme nuestra esperanza, venzamos todo mal;
Que aprendamos de Cristo,
crezcamos en Cristo;
Vivamos en Cristo y sirvamos en Cristo.
Amén!


martes, 21 de octubre de 2014

En tus palmas

“Me cubres con tu palma
Salmo 138

¿Te has detenido a contemplar un bebe recién nacido en las manos de su padre?
Así como despierta ternura el niño sobre el pecho su de madre,
del mismo modo no existe una imagen más poderosa, que hable de protección,
como la de un niño en brazos de su padre.
Eso que contemplan tus ojos, es lo que Dios Padre realiza con nosotros.
Y más aún, mucho más de lo que podemos llegar a intuir e imaginar.
Presta atención. Imagina...
¿Qué hace posible el ser sostenido en la palma de la mano?
¿Qué “común unión” vincula a “hijo” y “padre”?:
Pequeñez y Amor.
La pequeñez del niño. El Amor del Padre.

Sólo lo “pequeño” puede ser contenido por las palmas del padre.
Solo lo “pequeño” puede ser abrazado y sostenido por las manos amorosas del que es “protección” y “abrigo”.

María es Aquella que comprendió totalmente éste misterio.
Ella, la más pequeña, fue abrigada y protegida por el Amor de Dios al punto de ser, también Ella, cobijo y resguardo “del Hijo”.
La pequeñez de María tiene nombre, “Humildad
La pequeñez de María tiene raíces que la sustentan: una vida centrada en hacer la Voluntad de Aquel que la predestinó por Amor.
En éste instante puede comenzar un nuevo tiempo para tu vida.
Tiempo de pequeñez, tiempo de mansedumbre,
de confianza infinita, de abandono en las manos del Padre que está siempre pronto para tomarte en su “palma”, cobijarte, resguardarte de todo mal.

“Señor, aquí estoy,
tómame en Tus palmas.
Abrígame,
Cúbreme,
protégeme.
Que en todo tiempo recuerde Tu alianza y Tu promesa:
Tú me cubres con Tu Palma!

Miguel
Comunidad Piedras Vivas

lunes, 20 de octubre de 2014

Alerta, mi hijo, el tiempo está llegando!

Alerta, meu filho! O tempo é breve e Jesus está voltando



Monsenhor Jonas AbibMis hermanos, de las lecturas de hoy, la lectura central que capta toda nuestra atención es la segunda lectura. Estamos festejando a Aquella (María) que aplastó la cabeza de la serpiente. El Señor dice: "pondré ódio entre ti y la mujer". Estamos en la fiesta de Aquella que es Inmaculada y aplastó la cabeza de la serpiente. "Ella dio a luz un hijo, un pequeño, aquel de debe regir a las naciones con un cetro de hierro" Ap 12,5

Ese Rey va a venir no para oprimir, sino para vencer al enemigo. Hubo una batalla en el cielo y Miguel y sus ángeles tuvieron que combatir al dragón. El 29 de setiembre festejamos a los santos arcángeles. Nosotros aquí en Canción Nueva hacemos la cuaresma de San Miguel recordando la victoria de los ángeles sobre el dragón. Ese dragón hoy tiene muchos nombres, pero es el enemigo de Dios.

La maldad y la crueldad de ese enemigo, que tuvo la osadía de desafiar al propio Dios y fue por eso que Miguel, el Arcángel, tuvo que tomar la iniciativa y luchar contra él (el dragón). Y qué sucedió? El fue precipitado en la tierra y con el sus ángeles. Los demonios fueron precipitados. ¿Dónde? En la tierra. Ahora llegó la salvación, el poder y la realeza de Dios porque fue precipitado el acusador, el que nos acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

Por eso la Palabra de Dios nos dice: "Alégrense".
Mis hermanos, ese pasaje es muy importante en estos tiempos para nosotros. Necesitamos de mucho cuidado porque el demonio descendió hasta nosotros lleno de gran ira sabiendo que poco tiempo le resta.
¿Por que están sucediendo cosas tan dolorosas en el mundo de hoy?
¿Cuántas familias están siendo destruidas? Es la disolución de nuestras familias.
¡Cuántas simplemente se separan! ¡Cuántos padres sufriendo a causa de los hijos que no tienen más respeto por ellos, que salen y vuelven a la hora que quieran!
Hijos que desde temprano comienzan a beber. Es una tristeza eso, hijos e hijas que comienzan a drogarse, desde las más simples a las más nocivas, al "crack". ¡Cuantos padres sufriendo por causa de eso.
¡Cuántos crímenes, cuántos homicidios, cuántos robos, corrupción! ¡Cuánta maldad!"

Todo eso es diabólico, es satánico.
Es eso que la Palabra de Dios nos dice: "el demonio descendió hasta ustedes llenos de gran ira, sabiendo que le queda poco tiempo". Entonces el quiere destruir, quiere matar. Más que nunca él está siendo asesino.
Asesino de nuestros matrimonios, de las relaciones entre padres e hijos.
Estamos viviendo tiempos difíciles. Desgraciadamente satanás anda suelto.
No soy yo quien dice esto, no.
Pablo VI, Juan Pablo II, el Papa Benedicto, el Papa Francisco, todos ellos hablan sobre eso, sobre la acción terrible del demonio en la Iglesia y fuera de la Iglesia. Acciones diabólicas, satánicas.
Y el Apocalípsis nos explica: "él sabe que le queda poco tiempo".


Padre Jonas faz alertaNo sabemos cuanto tiempo será, pero la Palabra de Dios nos muestra que el tiempo es breve y Jesús está volviendo. Sabemos que el demonio está haciendo todo eso porque el no tiene más nada que perder; en verdad, el quiero por todos los medios hacernos perder. Pero Jesús está llegando y hoy la llegada de Él está más cerca que ayer. Día tras día Jesús se está aproximando. Necesitamos estar alertas.

Alerta, mi hijo! Porque Jesús vendrá y la cosa más linda es ésa: los tres evangelistas: Mateo, Marcos y Lucas nos dicen que aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Desgraciadamente no estamos correspondiendo a la santidad de vida. "Entonces todas las tribus de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre benir sobre las nubes del cielo con gran poder y majestad". Será la coaa más linda de éste mndo!
Nosotros tendremos esa gracia.
Nosotros veremos al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria.
Cuando Jesús venga en gloria los muertos resucitarán.
Imagina entonces qué belleza, los muertos resucitarán y los vivos no precisarán morir, serán transformados y arrebatados. Esa Palabra dice mucho, es una fuerza empujándonos al encuentro del Señor. Él vendrá con los ángeles cantando y las trompetas tocarán triunfantes.



Jesus, na Sua vida terrena, sofreu como nós. Ressuscitou, sim, mas apenas uns poucos viram o Senhor ressuscitado. Mas no fim dos tempos, o Senhor virá com toda a Sua glória diante de todos, de todos os lugares, de todos os países. E nós participaremos dessa glória. Com Jesus nós esmagaremos a cabeça da serpente e, é evidente, a principal entre nós que vai esmagar a cabeça da serpente é ela: a Mãe de Jesus, e nós estaremos com ela. “Não é contra homens de carne que temos de lutar, mas contra os principados e potestades, os príncipes desse mundo tenebroso, as forças do mal”. E realmente é isso que nós enfrentamos no dia a dia. Não sejamos tolos, ingênuos. Estamos enfrentando os principados e potestades. Eles querem nos derrubar pelo pecado. Não podemos dar moleza.

“Revesti-vos da armadura de Deus, para que possais resistir às ciladas do demônio. Pois não é contra homens de carne e sangue que temos de lutar, mas contra os principados e potestades, contra os príncipes deste mundo tenebroso, contra as forças espirituais do mal (espalhadas) nos ares. Tomai, portanto, a armadura de Deus, para que possais resistir nos dias maus e manter-vos inabaláveis no cumprimento do vosso dever. Ficai alerta, à cintura cingidos com a verdade, o corpo vestido com a couraça da justiça, e os pés calçados de prontidão para anunciar o Evangelho da paz. Sobretudo, embraçai o escudo da fé, com que possais apagar todos os dardos inflamados do Maligno. Tomai, enfim, o capacete da salvação e a espada do Espírito, isto é, a palavra de Deus. Intensificai as vossas invocações e súplicas. Orai em toda circunstância, pelo Espírito, no qual perseverai em intensa vigília de súplica por todos os cristãos.”( Efésios 6, 11-18)

Fiéis na Canção Nova
Fiéis acompanham atentamente a homilia de monsenhor Jonas – Foto: Wesley Almeida/cancaonova.com

“Tomai, portanto, a armadura de Deus para que possamos resistir nos dias maus e mantermos inabaláveis no cumprimento do nosso dever.” Os dias que estamos vivendo são maus. Estamos numa terrível batalha. É preciso viver o Evangelho, é preciso que nós caminhemos nessa vida dentro dos princípios de Nosso Senhor Jesus Cristo.

“Ficai alerta, a cintura cingida com a verdade.” Em todos os tempos isso foi importante, mas agora, nesse tempo de “mentirada”, é ainda mais. Precisamos viver a verdade. Nós que queremos ser arrebatados e ir ao encontro do Senhor, precisamos viver a verdade. Esse é o cinturão que colocamos em nós.

“Cinturão da verdade, couraça da justiça”. Precisamos ser justos sempre, em qualquer situação. Nada de injustiça na nossa vida! Não adianta apontar o dedo para os outros. Não. É preciso que nós vivamos a justiça. A couraça protege o coração, o pulmão. Se a couraça não for forte, uma espada, uma lança, atinge o coração e aí vem a morte. Para não morrer, viva a justiça.

Precisamos evangelizar. Só posso evangelizar. Jesus quer que eu evangelize e eu evangelizarei. Dá-me a graça, Senhor!

“Tomai, enfim, o capacete da salvação e a espada do espírito que é a Palavra de Deus”. Foi pelo encontro pessoal com Jesus que tudo mudou na minha vida. Então, peça comigo: Senhor, dá-me o capacete da salvação. A coisa mais preciosa da minha vida é a Palavra de Deus. Já gastei não sei quantas Bíblias. Muitas ainda tenho comigo, outras as pessoas pediram e eu dei a elas, outras não sei onde estão, mas foram gastas. O próprio João Paulo II lia a Palavra de Deus assim: molhando o dedo na boca e passando as páginas. Não é algo bonito, mas é algo precioso. A Bíblia de João Paulo II era toda lambuzada. Mas que “lambuzado” maravilhoso! Lambuzado que o fez santo.

Não tenha medo de lambuzar a sua Bíblia. Não precisa ler assim, mas não tenha medo de riscar sua Bíblia, marcando as passagens, não tenha medo, leve-a debaixo do braço para o grupo de oração. Se você gastar muitas Bíblias, bem-aventurado será você! O maior investimento que você faz é gastar a sua Bíblia. Toda a minha transformação foi pela Palavra. Eu já a usava, mas principalmente depois do batismo no Espírito Santo. Realmente, a riqueza do meu dia a dia é a Palavra de Deus.

Transcrição e adaptação: Thaysi Santos

Frente a las dificultades

ACTITUDES DEL HOMBRE
FRENTE A LAS DIFICULTADES

Alguna vez, mientras dirigía una reflexión a un grupo de servidores de la Renovación Carismática Católica (RCC), se me ocurrió hacer una pregunta a mis interlocutores. Les pedí que por un instante pensaran y nos compartieran qué era aquello a lo que más temían. Fueron innumerables las respuestas que recibí de estas personas: Temor al fracaso, miedo a perder a su familia, miedo a la ruina económica, miedo a quedarse sin empleo, etc.; pero hubo una respuesta que particularmente llamó mi atención: Algunas personas manifestaron que su más profundo miedo es el de experimentar la soledad; les daba pavor sentirse solos y olvidados por las demás personas.

Resulta preocupante que cada día nos encontramos con muchos más hombres y mujeres que comparten este temor. Aún más, nos encontramos con hermanos que a pesar de encontrarse rodeados de mucha gente, también experimentan una profunda soledad en su corazón; y ni que decir de aquellos que en un momento de dificultad experimentan el abandono y el olvido incluso de aquellos que se hacían llamar sus amigos.

Es aquí cuando se nos presenta, entonces, un interrogante ¿Cuál debe ser la actitud del creyente frente a este temor? Estoy seguro que cada quien tendrá su respuesta, pero considero que fundamentalmente un creyente que se encuentre pasando por esta situación, debe dirigir más que nunca su mirada hacia el mismo Jesús, porque si hay alguien que nunca nos abandona ni nos deja solos, es precisamente Él.

El Señor en múltiples ocasiones en las sagradas escrituras nos confirma esta verdad. Así por ejemplo, el Evangelio de San Mateo termina con estas palabras que nos deben llenar de fuerza y ánimo: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 20). En esta promesa del Señor hecha a toda la humanidad representada en la persona de los apóstoles, podemos descubrir ese deseo inmenso que tiene Él de estar con cada uno de nosotros, de llenarnos de su amor y de su misericordia, el anhelo que tiene de regalarnos la fuerza y la gracia para enfrentar cualquier dificultad y cualquier problema.

Querido hermano, tú que lees estas líneas, debes tener la certeza de que el Dios del Cielo nunca te abandona, sino que por el contrario, en todo momento te carga en sus brazos para que tu pie no tropiece y consigas la victoria en medio de las batallas de cada día. Lo único que te pide el Señor es que le abras la puerta del corazón para que Él pueda entrar y pueda poner en orden todo lo que allí se encuentra: Tus emociones, sentimientos, temores, rencores, deseos, expectativas y demás.

Cuando la tristeza y la soledad toquen tu vida, debes estar plenamente seguro que aún en esos momentos puedes contar con el Señor, quien es ese amigo fiel que nunca te fallará. ¡Ánimo, no estás solo! ¡El Señor está contigo!


jueves, 16 de octubre de 2014

¿Cómo rezar en medio de sufrimientos?

Oración para momentos de dolor 

oraciondolor

Oh Padre, mirad los sufrimientos de vuestros hijos, mirad el momento dificil por el que pasamos. Padre, la hora llegó, glorificad Vuestros hijos, sustentando nuestra debilidad para que también te glorifiquemos manifestando vuestro poder.
Padre, si es posible, aparta de nosotros este caliz. Pero nuestro entendimiento no penetra vuestro plan de amor y si no es conforme a vuestra voluntad, si tenemos que beber este cáliz de amargura, ayúdanos con la fuerza de Vuestra gracia para que podamos repetir no solo con los labios sino también con el corazón la oración de Jesucristo en el Huerto de los Olivos: “Que se haga tu voluntad y no la nuestra”.
Muchas veces somos perseguidos, humillados, injusticiados. Haznos percibir que el discípulo no es más que el maestro y que Cristo vive en nosotros y los misterios de su Pasión redentora. Ayúdanos a superar todo el resentimiento y a rezar como vuestro Hijo en la Cruz: “Padre, perdónales”.
Sabemos que vuestro plan de amor muchas veces nos coloca en la cruz. Que él se realice en nosotros para que podamos repetir confiados, la última oración de Vuestro Hijo: “En vuestras manos, Oh Padre, entrego Mi Espíritu” y así esperemos, tranquilos, que vuestro poder se manifieste en la gloria de nuestra resurrección.

Fuente Canción Nueva en español

¿Quién ama educa o quien educa ama?

No sabemos con seguridad que va primero: ¿Quién ama educa o quien educa ama?

“Leyendo aprendemos a leer; escribiendo aprendemos a escribir; caminamos aprendemos a andar; amando aprendemos a amar y a vivir. Para vivir intensamente es necesario conocer las profundidades del amor” (Fray Anselmo – “Amor es vida”). La vida se volvería tan simple se descubriéramos el lugar que amor debería ocupar en nuestro día a día.

No sabemos con seguridad que va primero: quién ama educa o quien educa ama. Al comenzar con las primeras líneas de este texto, llego a mis manos un libro de 1970 escrito por el Fray Anselmo, que tiene como título “Amor es vida”. Un libro curioso, que presente varias situaciones que nos motivan a leer hasta comprender qué es el amor, a qué se parece y qué no es amor. El amor es visto como un sentimiento que “da todo a cambio de nada, que comprende sin condenar, el amor es paciencia, bondad, ternura, perdón y generosidad”.

Quién ama educa o quien educa ama 2

El amor es un “estado subjetivo”, considerado como un conjunto de acciones sensoriales como ver o escuchar. Por eso, amar y educar pueden darse simultáneamente. La consecuencia de la decisión de amar educando, amar enseñando al niño sus pertenencias, amar dando ejemplo de respeto a la familia y a las amistades será la de formar hijos educados y amados.

Discriminar aquello que sentimos y hablar de esos sentimientos son comportamientos aprendidos, adquiridos por la comunidad verbal que generalmente nos enseña a describir lo que hacemos, lo que pensamos y sentimos. Y esa práctica deberá ser de todos los que se disponen a educar a sus hijos amándolos. En este caso, la primera comunidad verbal para un hijo es la familia. De acuerdo con Skinner (1967), el comportamiento es una interacción entre el individuo y el ambiente. Por lo tanto, podemos invertir en el amor y el resto vendrá solo. Las personas consideran los sentimientos como fenómenos mentales, abstractos, que quedan preservados en la mente humana.

Cuando algo externo evoca esos sentimientos, salen de su reducto y se expresan públicamente, explica Hélio José Guilhardi en su artículo “Autoestima, autoconfianza y responsabilidad”. Por ejemplo: si un hecho provoca irritación en la persona, la rabia que parecía estar acomodada, aparecerá en gestos de agresividad. No será diferente con la tristeza, pues si una persona pierde a alguien muy querido, la tristeza, que también estaba silenciosa en su nido mental, aparecerá y se mostrará en forma de llanto. Así también es el amor. Si el hijo es educado por sus padres a base de amor, este, que estaba acomodado, aparecerá y se mostrará en forma de un comportamiento adecuado, alegre y amoroso.

Los padres necesitan amar a sus hijos de tal forma que la educación ofrecida evoque sus buenos sentimientos, que están guardados dentro de ellos, a fin de que expresen sus sentimientos públicamente, reflejando justamente el amor recibido. Todas las personas que educan para el amor deberían hacer uso de estímulos positivos, porque estas presentan varias ventajas.

1. Fortalecer el comportamiento adecuado de los hijos:
2. Producir mayor variabilidad comportamental, así el niño será más creativo;
3. Desarrollar en los niños la iniciativa;
4. Estimularlos a producir buenos sentimientos; tales como la satisfacción, el bienestar, alegría, autoestima.
Guilhardi sugiere algunos interrogantes para que los padres puedan reflexionar sobre la forma de educar a sus hijos produciendo contingencias reforzadoras positivas:
1. ¿Tuve tiempo para conversar y hacer algunas actividades con mi hijo sin prisas para concluir la interacción?
2. ¿Le enseñé a mi hijo a hacer alguna cosa?
3. ¿Se decir que actividades le gusta a mi hijo hacer junto conmigo?
4. ¿Se decir que actividades le gustaría hacer a mi hijo sin mi, pero si con sus amigos¿
5. ¿Hice algo para agradar a mi hijo y no para agradarme?
6. ¿Le di una demostración clara de atención, cariño y amor?
7. ¿Valoré algo que haya hecho sin especificar la calidad o el nivel de desempeño?
8. ¿Le proporcioné cariño y atención si exigir antes ningún tipo de comportamiento adecuado?
9. ¿Revise mis acciones y comentarios considerados excesivos por mi esposa o mi hijo?
10. ¿Abracé a mi hijo y le dije que lo amo, que lo extrañaba sin preocuparme por sus comportamientos o si estaba sudado, con ropa sucia, etc?
11. ¿Le di alguna cosa que le gusta como un caramelo, figuritas, una flor simplemente por que pensé en él?
12. ¿Le impuse límites que consideré necesario?
13. ¿Le dije algún “no”?
Si tus respuestas fueron positivas, estás amando tan bien a tu hijo que lo estás educando para el amor.

Judinara Braz
Administradora de Empresa con Habilitación en Marketing. Psicóloga especializada en Análisis de Comportamiento. Autora del libro “Sala de clases, la vida como es”. Directora Pedagógica de la Escuela Juan Pablo I – Feira de Santana (BA).
Fuente Canción Nueva en español