jueves, 2 de octubre de 2014

Cercados por el Amor de Dios

La importancia del ángel de la guarda en nuestras vidas    

La vida humana esta cercada de su protección e intercesión

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) afirma que “la existencia de los seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente de ángeles, es una verdad de fe”. El testimonio de la Escritura al respeto es tan claro como la unanimidad de la Tradición (n. 328). Ningún católico puede, por esta razón, negar la existencia de los ángeles. Ellos son criaturas personales e inmortales, puramente espirituales, dotados de inteligencia y de voluntad y superan en perfección todas las criaturas visibles (CIC n. 330). San Gregorio Magno dice que casi todas las páginas de la revelación escrita hablan de los ángeles.

La Iglesia enseña, que desde el inicio hasta la muerte, la vida humana esta rodeada por la protección (Sl 90,10-13) y la intercesión de estos seres celestiales. “El ángel del Señor viena a acampar en torno a sus fieles y los protege” (Sl 34 (33), 8).
San Basilio Magno (†369), doctor de la Iglesia, enseño: “Cada fiel es, acompañado por un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida” (Ad. Eunomium 3,1). Es decir, tenemos un ángel de la guarda personal. Jesús dice: “Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo” (Mt 18,10).

angelguardia

La liturgia del dos de octubre celebra los ángeles de la guarda desde el siglo XVI. Esta fiesta fue universalizada por Paulo V, después que en 1508, León X aprobó el nuevo Oficio compuesto por el franciscano Juan Colombi. Ahora, si la Iglesia celebra la fiesta de los Ángeles de la guarda es porque, de hecho, ellos existen y nos cuidan, nos protegen, iluminan, gobiernan nuestra vida, y nos ayudan como hicieron con Tobias. Pero, para eso, es necesario creer en ellos, respetarlos, no apartarlos por el pecado. Un día un chico me dijo: “¡Yo no veo pornografía en internet porque tengo vergüenza de mi ángel de la guarda!”. El mejor homenaje a nuestro ángel es vivir sin pecados, buscando, con su ayuda, hacer la voluntad de Dios.

=> Las siete funciones del Angel de la Guarda

La Tradición de la Iglesia cree que nuestro ángel de la guarda tiene la tarea de ofrecer a Dios nuestras oraciones, nos apoyan y protegen de los ataques del diablo, que nos hace pecar y perder la vida eterna. Entonces, es muy importante tener una vida de intimidad con nuestro ángel de la guarda, invocarlo constantemente y ponerse bajo su protección. Desde niño aprendí con mi madre esta oración:

“Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Las horas que pasan, las horas del día, si tú estás conmigo serán de alegría. No me dejes solo, sé en todo mi guía; sin Ti soy chiquito y me perdería Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía. ¡Ángel de la guarda, dulce compañía!”.

Nunca dejes de rezar esta oración.
Así que lo mejor que podemos hacer es no realizar nada sin pedir la luz, la protección y el gobierno del buen ángel que el Señor ha puesto como guarda y custodio de nuestra vida, del bautismo hasta la muerte.

Es por eso que muchos papas, como el papa Juan XXIII, revelaron Su profunda devoción por el ángel de la guarda, sugiriendo, como también dijo Benedicto XVI, que debemos expresar nuestra gratitud por el servicio que nos prestan e invocar todos los días, con el “Angelus Dei”.

San Pío de Pietrelcina tuvo una relación profunda con su ángel de la guarda. Son inúmeros los pasajes de su vida con el ángel y con los de las otras personas. Una vez dijo a una persona: “Vamos rezar por tu madre, para que su ángel de la guarda le haga compañía
Traducción: Thaís Rufino de Azevedo

Felipe Aquino
Master y Doctor en Ingeniería Mecánica. Recibió el título de Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por el Papa Benedicto XVI, es autor de varios libros y presentador de programas de televisión y radio de la comunidad Canción Nueva
fuente PORTAL CANCION NUEVA

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