lunes, 20 de octubre de 2014

Alerta, mi hijo, el tiempo está llegando!

Alerta, meu filho! O tempo é breve e Jesus está voltando



Monsenhor Jonas AbibMis hermanos, de las lecturas de hoy, la lectura central que capta toda nuestra atención es la segunda lectura. Estamos festejando a Aquella (María) que aplastó la cabeza de la serpiente. El Señor dice: "pondré ódio entre ti y la mujer". Estamos en la fiesta de Aquella que es Inmaculada y aplastó la cabeza de la serpiente. "Ella dio a luz un hijo, un pequeño, aquel de debe regir a las naciones con un cetro de hierro" Ap 12,5

Ese Rey va a venir no para oprimir, sino para vencer al enemigo. Hubo una batalla en el cielo y Miguel y sus ángeles tuvieron que combatir al dragón. El 29 de setiembre festejamos a los santos arcángeles. Nosotros aquí en Canción Nueva hacemos la cuaresma de San Miguel recordando la victoria de los ángeles sobre el dragón. Ese dragón hoy tiene muchos nombres, pero es el enemigo de Dios.

La maldad y la crueldad de ese enemigo, que tuvo la osadía de desafiar al propio Dios y fue por eso que Miguel, el Arcángel, tuvo que tomar la iniciativa y luchar contra él (el dragón). Y qué sucedió? El fue precipitado en la tierra y con el sus ángeles. Los demonios fueron precipitados. ¿Dónde? En la tierra. Ahora llegó la salvación, el poder y la realeza de Dios porque fue precipitado el acusador, el que nos acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

Por eso la Palabra de Dios nos dice: "Alégrense".
Mis hermanos, ese pasaje es muy importante en estos tiempos para nosotros. Necesitamos de mucho cuidado porque el demonio descendió hasta nosotros lleno de gran ira sabiendo que poco tiempo le resta.
¿Por que están sucediendo cosas tan dolorosas en el mundo de hoy?
¿Cuántas familias están siendo destruidas? Es la disolución de nuestras familias.
¡Cuántas simplemente se separan! ¡Cuántos padres sufriendo a causa de los hijos que no tienen más respeto por ellos, que salen y vuelven a la hora que quieran!
Hijos que desde temprano comienzan a beber. Es una tristeza eso, hijos e hijas que comienzan a drogarse, desde las más simples a las más nocivas, al "crack". ¡Cuantos padres sufriendo por causa de eso.
¡Cuántos crímenes, cuántos homicidios, cuántos robos, corrupción! ¡Cuánta maldad!"

Todo eso es diabólico, es satánico.
Es eso que la Palabra de Dios nos dice: "el demonio descendió hasta ustedes llenos de gran ira, sabiendo que le queda poco tiempo". Entonces el quiere destruir, quiere matar. Más que nunca él está siendo asesino.
Asesino de nuestros matrimonios, de las relaciones entre padres e hijos.
Estamos viviendo tiempos difíciles. Desgraciadamente satanás anda suelto.
No soy yo quien dice esto, no.
Pablo VI, Juan Pablo II, el Papa Benedicto, el Papa Francisco, todos ellos hablan sobre eso, sobre la acción terrible del demonio en la Iglesia y fuera de la Iglesia. Acciones diabólicas, satánicas.
Y el Apocalípsis nos explica: "él sabe que le queda poco tiempo".


Padre Jonas faz alertaNo sabemos cuanto tiempo será, pero la Palabra de Dios nos muestra que el tiempo es breve y Jesús está volviendo. Sabemos que el demonio está haciendo todo eso porque el no tiene más nada que perder; en verdad, el quiero por todos los medios hacernos perder. Pero Jesús está llegando y hoy la llegada de Él está más cerca que ayer. Día tras día Jesús se está aproximando. Necesitamos estar alertas.

Alerta, mi hijo! Porque Jesús vendrá y la cosa más linda es ésa: los tres evangelistas: Mateo, Marcos y Lucas nos dicen que aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Desgraciadamente no estamos correspondiendo a la santidad de vida. "Entonces todas las tribus de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre benir sobre las nubes del cielo con gran poder y majestad". Será la coaa más linda de éste mndo!
Nosotros tendremos esa gracia.
Nosotros veremos al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria.
Cuando Jesús venga en gloria los muertos resucitarán.
Imagina entonces qué belleza, los muertos resucitarán y los vivos no precisarán morir, serán transformados y arrebatados. Esa Palabra dice mucho, es una fuerza empujándonos al encuentro del Señor. Él vendrá con los ángeles cantando y las trompetas tocarán triunfantes.



Jesus, na Sua vida terrena, sofreu como nós. Ressuscitou, sim, mas apenas uns poucos viram o Senhor ressuscitado. Mas no fim dos tempos, o Senhor virá com toda a Sua glória diante de todos, de todos os lugares, de todos os países. E nós participaremos dessa glória. Com Jesus nós esmagaremos a cabeça da serpente e, é evidente, a principal entre nós que vai esmagar a cabeça da serpente é ela: a Mãe de Jesus, e nós estaremos com ela. “Não é contra homens de carne que temos de lutar, mas contra os principados e potestades, os príncipes desse mundo tenebroso, as forças do mal”. E realmente é isso que nós enfrentamos no dia a dia. Não sejamos tolos, ingênuos. Estamos enfrentando os principados e potestades. Eles querem nos derrubar pelo pecado. Não podemos dar moleza.

“Revesti-vos da armadura de Deus, para que possais resistir às ciladas do demônio. Pois não é contra homens de carne e sangue que temos de lutar, mas contra os principados e potestades, contra os príncipes deste mundo tenebroso, contra as forças espirituais do mal (espalhadas) nos ares. Tomai, portanto, a armadura de Deus, para que possais resistir nos dias maus e manter-vos inabaláveis no cumprimento do vosso dever. Ficai alerta, à cintura cingidos com a verdade, o corpo vestido com a couraça da justiça, e os pés calçados de prontidão para anunciar o Evangelho da paz. Sobretudo, embraçai o escudo da fé, com que possais apagar todos os dardos inflamados do Maligno. Tomai, enfim, o capacete da salvação e a espada do Espírito, isto é, a palavra de Deus. Intensificai as vossas invocações e súplicas. Orai em toda circunstância, pelo Espírito, no qual perseverai em intensa vigília de súplica por todos os cristãos.”( Efésios 6, 11-18)

Fiéis na Canção Nova
Fiéis acompanham atentamente a homilia de monsenhor Jonas – Foto: Wesley Almeida/cancaonova.com

“Tomai, portanto, a armadura de Deus para que possamos resistir nos dias maus e mantermos inabaláveis no cumprimento do nosso dever.” Os dias que estamos vivendo são maus. Estamos numa terrível batalha. É preciso viver o Evangelho, é preciso que nós caminhemos nessa vida dentro dos princípios de Nosso Senhor Jesus Cristo.

“Ficai alerta, a cintura cingida com a verdade.” Em todos os tempos isso foi importante, mas agora, nesse tempo de “mentirada”, é ainda mais. Precisamos viver a verdade. Nós que queremos ser arrebatados e ir ao encontro do Senhor, precisamos viver a verdade. Esse é o cinturão que colocamos em nós.

“Cinturão da verdade, couraça da justiça”. Precisamos ser justos sempre, em qualquer situação. Nada de injustiça na nossa vida! Não adianta apontar o dedo para os outros. Não. É preciso que nós vivamos a justiça. A couraça protege o coração, o pulmão. Se a couraça não for forte, uma espada, uma lança, atinge o coração e aí vem a morte. Para não morrer, viva a justiça.

Precisamos evangelizar. Só posso evangelizar. Jesus quer que eu evangelize e eu evangelizarei. Dá-me a graça, Senhor!

“Tomai, enfim, o capacete da salvação e a espada do espírito que é a Palavra de Deus”. Foi pelo encontro pessoal com Jesus que tudo mudou na minha vida. Então, peça comigo: Senhor, dá-me o capacete da salvação. A coisa mais preciosa da minha vida é a Palavra de Deus. Já gastei não sei quantas Bíblias. Muitas ainda tenho comigo, outras as pessoas pediram e eu dei a elas, outras não sei onde estão, mas foram gastas. O próprio João Paulo II lia a Palavra de Deus assim: molhando o dedo na boca e passando as páginas. Não é algo bonito, mas é algo precioso. A Bíblia de João Paulo II era toda lambuzada. Mas que “lambuzado” maravilhoso! Lambuzado que o fez santo.

Não tenha medo de lambuzar a sua Bíblia. Não precisa ler assim, mas não tenha medo de riscar sua Bíblia, marcando as passagens, não tenha medo, leve-a debaixo do braço para o grupo de oração. Se você gastar muitas Bíblias, bem-aventurado será você! O maior investimento que você faz é gastar a sua Bíblia. Toda a minha transformação foi pela Palavra. Eu já a usava, mas principalmente depois do batismo no Espírito Santo. Realmente, a riqueza do meu dia a dia é a Palavra de Deus.

Transcrição e adaptação: Thaysi Santos

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