Los informativos están comentando que el Papa Benedicto XVI, por razones de salud y de edad, decidió renunciar al papado, teniendo en vista sentirse sin salud necesaria para cumplir su ardua misión, que exige intenso trabajo diario, muchos viajes, audiencias, discursos, etc.
Toda la Iglesia Católica, y también los no católicos, son testigos de la grandeza de este hombre que dio su vida por la Iglesia. Antes que nada nuestro agradecimiento a Dios por tan grande regalo para la Iglesia. Durante 25 años el fue Prefecto de la Congregación de la Fe de la Santa Sede, auxiliar fiel y dedicado al Papa Juan Pablo II. ¡Dios sea alabado por Benedicto XVI!
La renuncia del Papa es algo previsto por el Código de Derecho Canónico de la Iglesia en el Cánon 187. El pedido de renuncia debe ser hecho a la autoridad superior, pero como en la Iglesia no hay autoridad superior el Papa, su pedido de renuncia es suficiente para consumar su decisión.
Es una decisión de gran coraje, lúcida y coherente del papa Benedicto XVI, pues el mismo dijo al periodista Peter Seewald en una entrevista, que podría renunciar si un día llegase a la conclusión que no tenía más condiciones gobernar a la Iglesia. Este gesto muestra su coherencia y la certeza de que quien gobierna la Iglesia es Jesucristo y que el Espíritu Santo es quien guía y asiste al Papa, sea quien sea electo.
En la historia de la Iglesia tres papas renunciaron. Ponciano (230-235), exiliado para Sicília juntamente con el antipapa Hipólito, por el emperador romano Magno, donde ambos murieron mártires. Durante el exílio el Papa Ponciano renunció el 28/09/235 para que la Iglesia pudiese elegir su sucesor.
El Papa Celestino V (1294) que fue monje benedictino y ermitaño, renuncia porque estaba con edad avanzada, más de ochenta años. Gregorio XII, el 13/12/1924 renunció con más de ochenta años para que en la iglesia llegase a su fin el llamado Cisma de Occidente, cuando la Iglesia tenía un Papa legítimo (Gregorio XII), y existían dos antipapas.
La Iglesia va a continuar su caminar y su misión en la tierra, llevando el Evangelio a todas las naciones. Tendremos un nuevo Cónclave, y la elección de un nuevo Papa, como decía Santa Catalina de Siena, el "Dulce Cristo en la Tierra"
Professor Felipe Aquino
fuente portal www.cancaonova.com
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