sábado, 27 de abril de 2013

¿De qué lado estamos?


-Es necesario estar abiertos para recibir la fuerza de lo Alto-

No es preciso mucho para que un cristiano se vuelva el sujeto más frágil del mundo y desista delante de cualquier obstáculo. Necesitamos estar abiertos para recibir la fuerza de lo Alto. ¿Cómo vamos a fortalecer poderosamente nuestro hombre interior si nos llenamos con los “frutos” presentados por el mundo? Somos llamados a cosas más grandes. Si tenemos un proyectito pequeñito para nuestra pobre vida, estamos en el lugar errado. Supliquemos al Espíritu Santo, pues Pentecostés es para aquellos que quieren ser llenos del Espíritu de Dios.

Si queremos ser del Paráclito tenemos que ser animados por Él.
 Si Él nos defiende de las tres grandes acusaciones (del mundo, del pecado y de lo sucio), si el salario del pecado es la muerte, si todos los pecadores están privados de la gloria de Dios, si lo sucio es lo que nos acusa, ¿de qué lado estamos? Si queremos ser llenos del Espíritu Santo, tenemos que vaciarnos de las cosas sucias y cambiar de lado. ¿Estamos del lado de quien defiende (Espíritu Santo) o del lado de quien acusa?

Lo sucio tiene siempre dos instrumentos guardados: una lista de todos nuestros pecados no confesados y una lupa. Si nos reunimos, en nombre de Jesús, el Señor estará presente, pero si nos reunimos para acusar a alguien, ¿quién estará en el medio de nuestra actitud y lo sucio, con su lista de limitaciones y su lupa, a fin de aumentar las acusaciones y disminuir lo acusado? Quien nos acusa ve nuestros errores ampliados y nosotros, por el contrario, los vemos bien pequeños.

Para ser llenos del Espíritu Santo debemos desligarnos de lo sucio y tirar afuera su lista. Somos pecadores, frágiles, pero tenemos un mediador, alguien que murió para que no sufriésemos las consecuencias de nuestro pecado. Ese alguien tiene nombre y, delante de Él, todas las rodillas se doblan en la tierra, en el cielo, en el infierno, y toda lengua proclama que Jesucristo es el Señor. Es preciso tener coraje para apartarnos de todo aquello que no es de Dios.

“Todos estos son murmuradores y descontentos que viven conforme al capricho de sus pasiones: su boca está llena de petulancia y adulan a los demás por interés. En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá gente que se burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías». Estos son los que provocan divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna.”
 Jd.1,16-21

Padre Leo scj
 Libro: “Renovados pelo Espirito Santo”
 Adaptación y traducción Del original en português

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