viernes, 28 de junio de 2019

NO PODEMOS INVERTIR LA VIDA EN DOS COSAS OPUESTAS


Jesús nos dice que si alguien viene a Él, sin preferirlo, sin colocarlo en primer lugar, no puede ser discípulo de Él. Y aquel que no lleva su cruz y no viene en su seguimiento no puede ser discípulo de Él. En otras palabras, Jesús está diciendo que ser un consagrado exige todo eso y mucho más.

El Señor está consagrándolos, pero les da la libertad de hacer los cálculos, porque Él no quiere que ustedes asuman este compromiso y después no puedan vivirlo. Jesús no quiere que vivamos una vida doble, en la que no paramos de hacer cálculos.

Cuando no hacemos esos cálculos, no renunciamos verdaderamente. Así, nuestra mente, nuestro corazón, nuestra voluntad todavía están ligados a esto y aquello, y acabamos viviendo una doble vida. Jesús nos dice claramente: "No se puede servir a dos señores."
No podemos invertir la vida en dos cosas opuestas, no es posible ser puros y castos y vivir la impureza; así como no podemos ser sumisos y al mismo tiempo hacer nuestra propia voluntad, de alguna manera hacer aquello que es de nuestro interés y viviendo según nos convenga.

Ánimo! ¡No tenga miedo de seguir a Jesús!
¡Dios los bendiga!

Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués



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