sábado, 12 de agosto de 2023

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Mateo 17,14-20


Evangelio según San Mateo 17,14-20
Cuando se reunieron con la multitud, se le acercó un hombre y, cayendo de rodillas,

le dijo: "Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua.

Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron curar".

Jesús respondió: "¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí".

Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento quedó curado.

Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?".

"Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: 'Trasládate de aquí a allá', y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes".


RESONAR DE LA PALABRA


“¡Qué poca fe!”.

El reproche viene de labios del Señor.

La escucharon los discípulos en más de una ocasión (al menos, así nos lo cuenta Mateo).

Hoy la escuchamos nosotros.

Tú y yo.

No lo rechacemos. No nos defendamos. No nos excusemos.

Abrámosle la puerta, recibamos su impacto. Viniendo del Señor nos trae algo bueno, ¡seguro!

Quizá en forma de cuestionamiento, o de sacudida, o de revulsivo… o de sencilla y humilde confesión de pobreza…

Quizá sientas que es cierto. Que el Señor da en la diana.

¿Qué de cosas se han quedado sin ver la luz por no atreverme a creer?

¿Cuántos pequeños milagros cotidianos se hubieran abierto como las flores en primavera si hubiera confiado más?

La fe auténtica, aunque pequeña como un grano de mostaza, participa en el poder de Dios; del Dios que crea y recrea.

La fe auténtica tiene un potente dinamismo, ante el cual no hay obstáculo alguno, incluso ni lo más sólido e inamovible: los montes.

El reproche del Señor no hace tomar conciencia.

El reproche del Señor nos lleva a suplicar, cuidar y cultivar su regalo: esos granitos de fe.

No lo olvides.

Si crees, ¡creas! Si crees, ¡recreas!

Si confías, ¡lo haces posible! Si te fías, ¡adelantas el futuro!

Hoy sólo pido unos granos de fe.

Tu hermano.

Juan Carlos, cmf

fuente del comentario CIUDAD REDONDA
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario