lunes, 16 de octubre de 2023

Santa Margarita María de Alacoque


Margarita Alacoque nació el 22 de julio de 1647 en Verosvres (Francia). Fue criada en una familia muy ferviente en la fe y mostrando un gran amor por Cristo, especialmente en la Eucaristía. A los cinco años, hizo esta promesa a Jesús:

"Oh Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto de perpetua castidad.".

Cuando tenía ocho años, el padre de Margarita falleció, debiendo ella y su madre ser acogidas por personas que lamentablemente eran muy violentas. Margarita se refugiaba a menudo en la oración y practicaba varias mortificaciones. Su espiritualidad le permitió comenzar a tener visiones de Cristo en la Cruz o durante la Pasión. ¡Fue el Señor mismo quien le enseñó a rezar!

El 20 de junio de 1671 Margarita entró en el convento de la Visitación de Paray-le-Monial, luego de oír a Jesús decir:

- "Aquí es donde te quiero".

Un día, cuando preguntó a la Madre Superiora cómo rezar, ella respondió:

- "Ve y ponte ante Nuestro Señor, quien está presente en el sagrario, y dile que quieres estar ante Él, como un lienzo esperando a un pintor”.

Margarita vivió experiencias místicas y éxtasis que la hicieron sentir la presencia íntima de Jesús. Por ejemplo, un día, mientras rezaba bajo un bosque de avellanos (que aún es famoso), Jesús reveló a la joven novicia cómo su pasión era un testimonio de su infinito amor por la humanidad. El Señor le reveló su vocación: unirse a él en su pasión y ser así un apóstol de su amor. De hecho, ella recibió del mismo Jesús las revelaciones de su Pasión. En noviembre de 1672, la joven novicia hizo su profesión religiosa y tomó el nombre de Margarita María. Luego, fue enviada a la enfermería como auxiliar. Allí, Margarita tuvo el privilegio de recibir muchas gracias especiales: un día, la Virgen le concedió al Niño Jesús, otro día, tuvo una visión de San Francisco de Asís, quien le fue dado como su guía espiritual. Entre los años 1673 y 1675 Margarita María tuvo sus tres grandes apariciones en las que recibió la gran revelación del Sagrado Corazón de Jesús.

En 1675, un joven padre jesuita, Claudio de la Colombière, fue nombrado superior de la comunidad jesuita de Paray-le-Monial y elegido padre espiritual de la hermana Margarita María. Después de escuchar atentamente a la joven mística, se dio cuenta de que era el Espíritu Santo el que actuaba, y le aconsejó que se abandonara humildemente a él. El Padre Claudio le pidió que escribiera todo lo que le sucedía y la joven lo hizo por obediencia, aunque un poco reticente.

En 1678, Margarita María entregó todo su ser a Jesús y él por su parte la hizo "Heredera de su Corazón". En 1684, la novicia vivió la gracia de tener una boda espiritual con Cristo. Tiempo después fue nombrada maestra de las otras novicias, a quienes enseñó el culto al Sagrado Corazón. Sus hermanas de convento estaban atentas al mensaje de Jesús y comenzaron a cumplir sus peticiones: la Hora Santa y la veneración de la imagen del Corazón. De hecho, se construyó una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús en el jardín del monasterio. En 1686, el Padre Rolin le pidió a la Hermana Margarita María que escribiera su autobiografía. El mismo año, hizo el "voto de perfección".

Margarita María murió el 17 de octubre de 1690 y aunque la voz popular la proclamó inmediatamente santa, su beatificación se hizo efectiva en 1864 por Pío IX. En 1920 fue canonizada por Benedicto XV y su fiesta fue establecida el 16 de octubre.

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