«El belén es como un pequeño pozo del que extraer la cercanía de Dios, fuente de esperanza y alegría. El pesebre es como un Evangelio vivo, un Evangelio doméstico. Como el pozo de la Biblia, es el lugar del encuentro, donde llevamos a Jesús, como hicieron los pastores de Belén y la gente de Greccio, las expectativas y las preocupaciones de la vida. Llevar a Jesús las expectativas y preocupaciones de la vida. Si, ante el pesebre, confiamos a Jesús todo lo que nos es querido, también nosotros experimentaremos «una gran alegría» (Mt 2,10). Una alegría que viene de la contemplación, del asombro con el que yo voy a contemplar estos misterios»
Francisco
Ángelus
20-12-2023
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