A- Ritos introductorios
1- Invocación Trinitaria:
+ En el nombre del Padre, + del Hijo + y del Espíritu Santo.
Todos: ¡AMÉN!
• Guía: Dios, ven en nuestro auxilio
• Todos: Señor, socórrenos y sálvanos
• Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
• Todos: Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. ¡Amén!
OREMOS
B- Propio de cada día
DÍA SEGUNDO
LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS
EL ESPÍRITU SANTO, EN LA ENCARNACIÓN
(San Juan Pablo II)
“Jesús está relacionado con el Espíritu Santo ya desde el primer instante de su existencia en el tiempo” (…) “El Espíritu Santo —anuncia el ángel Gabriel a María— descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios” (Lc 1, 35). Y a José el ángel le dice: “Lo engendrado en ella es obra del Espíritu Santo» (Mt 1, 20). (…) Para profundizar en el papel del Espíritu Santo en el acontecimiento de la Encarnación, es importante volver a los datos que nos brinda la palabra de Dios. San Lucas afirma que el Espíritu Santo desciende como fuerza de lo alto sobre María, cubriéndola con su sombra. El Antiguo Testamento muestra que cada vez que Dios decide hacer que brote la vida, actúa a través de la ‘fuerza’ de su espíritu creador: ‘La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos’ (Sal 33, 6). (…) La concepción virginal de Jesús es ‘la obra más grande realizada por el Espíritu Santo en la historia de la creación y de la salvación’. En este acontecimiento de gracia, una virgen es hecha fecunda; una mujer, redimida desde su concepción, engendra al Redentor. Así se prepara una nueva creación y se inicia la alianza nueva y eterna: comienza a vivir un hombre que es el Hijo de Dios. Antes de este evento, nunca se dice que el Espíritu haya descendido directamente sobre una mujer para convertirla en madre. En los nacimientos prodigiosos que se realizaron a lo largo de la historia de Israel, la intervención divina, cuando se alude a ella, se refiere al niño que va a nacer y no a la madre.(L’Osservatore Romano, n. 22, del 27/05/1998).
OREMOS (Todos):
C- ORACIONES FINALES (para todos los días)
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Amado Espíritu de Dios, que fuiste comunicado a la Beata Elena con la abundancia de tus dones, y le confiaste el mensaje del perenne renovarse de tu Pentecostés, por la docilidad y fidelidad a la misión que le fue confiada, te pedimos volverla, aún hoy, testigo de tu amor, atendiendo a nuestra oración por… (intención personal de oración por una gracia) Reaviva, Dios Consolador, nuestra fe y nuestra esperanza, para que podamos caminar con valor sereno rumbo al encuentro definitivo. Amén.”
Guía: Beata Elena Guerra
Todos: Ruega por nosotros.
ACTO DE DESEO Y OFRECIMIENTO (Beata Elena Guerra)
Guía: Dios del bello Amor, Tú nos llamaste cerca de ti, porque tu alegría es estar entre los hijos de los hombres. Nos unimos a Ti como a la fuente de la santidad.
Todos: Espíritu Santo, santifícanos.
Guía: Venimos a ti como ciegos a la luz eterna y al dador de la luz.
Todos: Espíritu Santo, ilumínanos.
Guía: Venimos a ti como mendigos al don supremo y al dador de dones.
Todos: Espíritu Santo, escúchanos.
Guía: Venimos a ti como sedientos a las aguas de la vida.
Todos: Espíritu Santo, sácianos.
Guía: Venimos a ti como pobres al padre de los pobres.
Todos: Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Guía:
ORACIÓN Y BENDICIÓN FINAL
Todos: Dios te salve María, llena eres de gracia….
Todos:
“Oh Dios, que santificaste a tu Iglesia entera
en todos los pueblos y naciones,
derrama por toda la extensión del mundo
los dones del Espíritu Santo
y haz en el corazón de los fieles
las maravillas que obraste
al inicio de la predicación del Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
en la unidad del Espíritu Santo. ¡Amén!
Guía: Bendícenos oh Dios Todopoderoso, todo amoroso: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todos: ¡Amén!
Guía: Alabado sea Jesucristo.
Todos: ¡Por siempre sea alabado!
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