domingo, 29 de julio de 2018

ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE NUESTRA CASA

ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE NUESTRA CASA
Esta oración puede ser hecha al entrar en casa. Después de hacerla rece un Padrenuestro y tira agua bendita en todos los ambientes del lugar. Si es posible, haz eso con toda la familia reunida.
Padre de infinita bondad, estoy consagrándote mi casa, este lugar en el cual vivo con mis familiares. Muchas casas se vuelven un lugar de peleas, de disputas de herencias, de deudas financieras, de lágrimas y sufrimientos. Algunas son escenarios de adulterios, otras se transforman en territorio de odio, venganza, prostitución, pornografía, libertinaje, robos, tráfico de drogas, falta de respeto, dolencias graves, dolencias psicológicas, agresividad, muertes y abortos. 

Algunas veces, la casa es construida mientras alguien, por los más variados motivos, maldice a los dueños o a los materiales de construcción utilizados. Eso no es bueno para el lugar en que vivimos. Por eso yo Te pido, Señor, retira todo eso de nuestro lugar.

Si el terreno en el cual la casa fue edificada fue motivo de disputas judiciales y de herencias mal resueltas que pueden haber generado muertes, accidentes, violencia o agresividad, pido Señor, que nos bendigas y apartes de nosotros ese mal.

Yo sé que el enemigo aprovecha esas situaciones para instalar su cuartel general, pero también sé que Tú tienes el poder de expulsar de aquí todo el mal. Por eso, pido que todo vaya directo a Tus pies y nunca más vuelva para esta casa.

Hoy, tomé la decisión de consagrarte esta casa a Ti. Pido que, así como fuiste a la casa de los novios de Caná de Galilea y allí hiciste Tu primer milagro, vengas hoy a mi casa y expulses todo el mal que pueda estar en ella enraizado y las posibles maldiciones en ella impregnadas.

Por favor, Cristo Señor, expulsa ahora con Tu poder el mal, la falsa enfermedad, el espíritu de separación, el adulterio, los problemas financieros, los espíritus malignos de agresividad, de desobediencia, de bloqueos afectivos y familiares, toda y cualquier consagración, fetiche, o evocación de muertos, simpatías o uso de cristales, energización, todo tipo de magias y ruidos (puedes citar aquí otras situaciones incómodas que no están listadas y que te perturban)

¡Que esos males sean expulsados ahora de este lugar, en Nombre de Jesús, y nunca más vuelvan pues esta casa ahora pertenece a Dios y a Él es consagrada!

Señor, yo te pido, expulsa de aquí toda agresividad entre hermanos, toda pelea, falta de respeto, violencia entre padres e hijos, entre esposos que aquí habitan, entre los moradores de esta casa y los vecinos.

¡Que los ángeles de Dios vengan a morar con nosotros! Que cada cuarto, sala, baño, cocina, corredor, área externa, sea ahora habitado por ellos. Que nuestra casa sea una fortaleza habitada y protegida por los ángeles del Señor, para que toda nuestra familia permanezca en oración, en la fidelidad del amor a Dios, y que en ella residan la paz y la plena concordia.

¡Muchas gracias, Señor, por atender mis oraciones! Que cada día podamos servirte y que seamos siempre agraciados con Tu Bendición. Debes saber, Señor, que para siempre esta casa Te pertenecerá. Quédate con nosotros, Señor. ¡Amén!

p. Vagner Baia
Livro: Diversas oraciones de cura y lieberación
Editora Canção Nova
adaptación del original en portugués.

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