lunes, 22 de agosto de 2022

Buen día, Espíritu Santo! 22082022


De pequeños en nuestras tierras acostumbramos jugar a “la escondida”. Se trata de buscar un buen escondite para no ser descubiertos. La astucia está en encontrar la mejor forma de “camuflarnos”, no ser vistos y en el momento oportuno correr y llegar a la meta antes que aquel que nos anda buscando.

De adultos corremos el riesgo de seguir jugando en la vida a “las escondidas”, como si todo se tratase de saber pasar desapercibidos para llegar a la meta sin ser descubiertos.

En el madero de la Cruz, al derramarse la Sangre preciosa del Cordero, nuestra Salvación fue comprada a un alto precio. Ya no necesitamos escondernos para llegar porque además un Defensor, un Divino Abogado, nos fue dado.

Salgamos confiados y caminemos sabiendo que junto al Espíritu Santo el Señor colocó “Su Ángel para que nos cuide y nos guarde en el camino”.


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