miércoles, 23 de enero de 2013

¡Qué sería de nosotros sin la Misericordia de Dios!

No podemos pararnos sobre nuestros límites y dificultades.
Necesitamos avanzar, día tras día, con coraje, fe y determinación.
Es claro que solos no conseguimos nada, pero apoyados en la Misericordia de Dios somos capaces de caminar a pasos largos y firmes, y explorar nuevos horizontes, porque ella nos trae la fuerza de la vida que viene del Señor y nos sustenta.

"Mis pasos afirme en tu camino, y por eso mis pies no vacilan.

Yo te llamo, mi Dios, porque me oyes, inclinas Tu oído y me escuchas"
(cfr. Sal 16)

Es tiempo de comenzar todo de nuevo.
Lo que no resultó ayer, hoy puede serlo, basta que tengamos fe en Dios y confiemos en Su Bondad.

Derrama sobre nosotros Tu Misericordia, Señor, y ella nos impulse a Tus caminos.

Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago.
Co-Fundadora Comunidad Canción Nueva.
Fuente: mensaje del día Portal cancaonova.com

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