jueves, 20 de marzo de 2014

Amistad verdadera y recíproca

Transfiguración: amistad verdadera y recíproca    

Transfiguración-amistad verdadera y recíproca-dentroLa reciprocidad es parte de la amistad: es necesario cultivarla

La meta de todo cristiano debe ser el Cielo. ¡Esa es también mi meta! El episodio de la “Transfiguración de Jesús” mencionada en el evangelio de Mateus 17,1-9 fue el tema de la liturgia en este 2º Domingo de la Cuaresma. Por ser, para mí, una de las partes más hermosas e intrigantes de las Sagradas Escrituras, decidí compartir algunas percepciones contigo. En primer lugar, destaco algunos elementos interesantes para aquellos que buscan encontrarse con Dios y escuchar su voz: la necesidad ir para “un lugar aislado”, “ una alta montaña” y, también, elementos sobrenaturales “nubes luminosas”  y “sombras” que cubre a aquellos que de ella se acercan.

¿Ya has hecho la experiencia de subir una montaña? ¿y “Escuchar” el silencio? ¿”Respirar” un aire raro? ¿“Ver” cuan lejos puede llegar su visión? ¿“Descansar” en el cansancio? ¿“Saborear” la conquista? Es una gran aventura: para los valientes. Sin embargo, una vez arriba, la satisfacción de la conquista y la experiencia adquirida no tiene precio. Veo que es así como Jesús nos quiere “regalar” y hacernos todavía más cercanos, los unos a los otros, en la caridad y en el amor fraterno.

¿Por qué Jesús no llamó a los doce, sino solamente a tres para subir?
“Para conceder la gracia de ver y vivir de forma anticipada su momento glorioso, por medio de la Transfiguración. Su rostro y sus ropas cambiaron, y al lado de Jesús, aparecieron las dos figuras más significativas del Antiguo Testamento:
1-Moisés representando la Ley y la Alianza establecida con Dios.
2- Elias, el mayor de los profetas. Jesús, por lo tanto, era más grande que la ley y los profetas, afirma Padre Roger Araujo, en homilía.

Observemos una segunda conversión para el trío allí presente en lo alto, Pedro, Santiago y Juan, fueron consolados por Jesús y se convirtieron en testigos del “pleno agrado de Dios por Jesús” y salieron con una misión: “escúchenlo”, “levántate”, “no tengas miedo”. Y sobre todo, no revelen nada hasta mi resurrección”.

Del consuelo ofrecido a los tres amigos en el Monte Tabor cuando era transfigurado, al deseo de ser consolado por ellos en el Monte de los Olivos, cuando era desfigurado. Quien es amigo, busca vivir la reciprocidad. Esta es la amistad que Jesús quiere mantener también con nosotros: amor fraterno al prójimo, sobretodo al prójimo que esta sufriendo.

Pero, ¿quién es mi prójimo? Es aquel de quien me acerque. Acepta el desafió de hoy: dar el primero y el segundo paso y hacerse próximo, especialmente en una proximidad de corazón y de alma

La dinámica de la vida del cristiano es que necesitamos subir al monte para experimentar lo sobrenatural, pero también necesitamos ir hacia abajo y hacer la diferencia en el mundo. ¡Ser un Cristo!

Traducción: Thaís Rufino de Azevedo
Cleber Rodrigues
Miembro de la Comunidad Canción Nueva
fuente: www.cancionnueva.com

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