domingo, 25 de noviembre de 2018

Grita hacia adentro

En tu interior se ha producido una división entre la divinidad y la humanidad. Con tu centro dotado divinamente, conoces la voluntad de Dios, el camino de Dios, el amor de Dios. Pero tu humanidad esta separada de esto. Tus numerosas necesidades humanas de afecto, atención y consuelo se conservan separadas de tu espacio sagrado y divino. Tu vocación es dejar que estas dos partes de ti mismo se vuelvan a unir.

Debes pasar gradualmente de gritar hacia afuera (convocando a las personas que crees que pueden satisfacer tus necesidades) a gritar hacia adentro, hacia el sitio en que puedes dejarte sostener y guiar por Dios, que se ha encarnado en la humanidad de aquellos que te aman en comunidad. Ninguna persona puede satisfacer todas tus necesidades. Pero la comunidad puede verdaderamente sostenerte. La comunidad puede dejarte experimentar el hecho de que’, mas allá de tu angustia, hay manos humanas que te sostienen y te muestran el amor leal de Dios.

Henri Nouwen

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