jueves, 9 de enero de 2020

Callar para dominar








Callar y dominar los labios y la lengua es una tarea difícil, abrasadora y árida. Pero hay que sepultarse cada vez mas en las realidades interiores capaces de moldear eficazmente el mundo. El hombre tiene que presentarse en silencio ante Dios y decirle: Dios mío, ya que me has concedido el conocimiento y el deseo de perfección, guíame siempre hacia el absoluto del Amor. Haz que crezca en el amor, porque Tú eres el artesano sabio que no deja ninguna obra inacabada, siempre que el barro de la criatura no oponga ningún obstáculo, ningún rechazo. Me entrego sin palabras a ti, Señor. Quiero ser dócil y maleable como el barro en tus manos de hábil y benévolo alfarero.

Card. Sarah – “La fuerza del silencio” # 42

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