lunes, 20 de junio de 2016

Para que venga lo nuevo


Al levantarme y abrir la ventana
mis ojos no pudieron dejar de contemplar la natural forma
en que las hojas del "roble de mi patio"
se desprendían y caían sobre el suelo.
¿Quien diría que de ese árbol tan robusto y duro,
de ese árbol que hace poco ostentaba un verde intenso,
hoy, se desprendieran ocres y amarronadas hojas?

Mira,
a veces queremos guardar y atesorar eternamente
lo que consideramos "nuestro".
Pensé cuánto esfuerzo le implicó a ese roble
posibilitar su frondosidad, su verde esperanza?
Fue necesario que corriese mucha sabia por su rugoso y agrietado tronco,
pero, sin embargo, ahí estaba diciéndome algo:
Hay un tiempo en que es necesario dejar que las hojas,
con naturalidad, caigan;
se desprendan, para que lo nuevo acontezca.

¿Eres un roble?
Deja que se desprenda de ti lo que tu otoño está exigiendo.
Verás que la primavera traerá algo nuevo.
Veras que lo vital se renueva

Bendecido día!
Miguel Yunges
Comunidad Piedras Vivas

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