Al conocimiento de Dios nos acercamos cuando conocemos más a Jesús. Y de Él sabemos por sus actitudes, su amor, su cercanía con la gente. Jesús amó a su Padre y a sus hermanos.
Y a estos los amó con actitudes concretas de misericordia y comprensión. Tu misión es la de Jesús, ser sembrador de misericordia con todos los hermanos. Actualiza el propósito de la mañana.
Repite en tu interior al ritmo de tu respiración: “Amo a Dios en mis hermanos.”
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