lunes, 31 de agosto de 2020

ES HOY


«Es hoy»

« Gracias te damos, Señor, Dios omnipotente » (Ap 11,17)... Esta dimensión de la alabanza es de primera importancia. Desde ella se mueve toda respuesta auténtica de fe a la revelación de Dios en Cristo. El cristianismo es gracia, es la sorpresa de un Dios que, satisfecho no sólo con la creación del mundo y del hombre, se ha puesto al lado de su criatura, y después de haber hablado muchas veces y de diversos modos por medio de los profetas, « últimamente, en estos días, nos ha hablado por medio de su Hijo » (Hb 1,1-2). 

¡En estos días! Sí, el Jubileo nos ha hecho sentir que dos mil años de historia han pasado sin disminuir la actualidad de aquel « hoy » con el que los ángeles anunciaron a los pastores el acontecimiento maravilloso del nacimiento de Jesús en Belén: « Hoy os ha nacido en la ciudad de David un salvador, que es Cristo el Señor » (Lc 2,11). Han pasado dos mil años, pero permanece más viva que nunca la proclamación que Jesús hizo de su misión ante sus atónitos conciudadanos en la Sinagoga de Nazaret, aplicando a sí mismo la profecía de Isaías: « Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír » (Lc 4,21). Han pasado dos mil años, pero siente siempre consolador para los pecadores necesitados de misericordia —y ¿quién no lo es?— aquel « hoy » de la salvación que en la Cruz abrió las puertas del Reino de Dios al ladrón arrepentido: « En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso » (Lc 23,43).



San Juan Pablo II (1920-2005)
papa
Carta apostólica « Novo Millennio Inneunte », § 4

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