lunes, 12 de noviembre de 2012

El arte de expresarse


“Es preciso aprender a expresar nuestros sentimientos positivos y también los negativos. No vale la pena martirizarse guardando todo en el corazón. Es preciso aprender el fabuloso arte de expresarse, especialmente cuando somos provocados por sentimientos destructivos y sucios. Si ya de por sí es difícil expresar los sentimientos buenos cuánto más expresar correctamente los sentimientos ruines. Es necesario saber cómo hablar y, sobre todo, hablar con el objetivo de hacer crecer al otro, de desear la cura interior del otro y no su destrucción.”

“Necesitamos descubrir nuestros sentimientos y nuestras reacciones para trabajar concretamente  sobre ellos y no se transformen con el tiempo en resentimientos.
Es preciso aprender a convivir
con las limitaciones del corazón y, aún más,
aprender a compartir de modo positivo los sentimientos negativos.
La liberación es consecuencia
de un serio trabajo y esfuerzo con ese objetivo.
Nadie es inmune al resentimiento.
Nadie consigue superarlo por sí mismo, sólo siguiendo algunos consejos.

El ser humano vive y se abastece por el diálogo.
Ése es el modo natural de comunicación.
Aunque, muchas veces, parece que nos olvidamos de algo tan obvio y evidente y, delante de los problemas de relacionamiento, nos encerramos en un silencio sepulcral. Sin coraje para dialogar no existe la menor posibilidad de evitar que los problemas más comunes del día a día acaben por transformarse en resentimiento.
Además del diálogo honesto, maduro, franco,
abierto y sincero, es preciso presentar a Dios
nuestras dificultades de relacionamiento.
Todo lo que somos y todo lo que sentimos
debe ser objeto de nuestras oraciones.
La sanación del resentimiento
es fruto de esa doble dimensión de la comunicación humana,
diálogo con las personas y diálogo con Dios (oración)”

P. Leo scj
"A Cura do Ressentimento"; Pg. 73
Editora Loyola
Adaptación y traducción: Miguel – Comunidad Piedras Vivas

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