¡Buen día Espíritu Santo!
Tú que eres El que Siempre Escucha,
Tú que eres la Fuerza de los sin fuerzas,
¡Ven a expresar en mi el amor al prójimo!
Que la Fuerza de Tu Amor transforme lo hondo y lo profundo,
lo vacío y lo oscuro que permanece en mi.
Trabaja mi voluntad, modela mi pensar,
alegra mis entrañas, amansa mis tempestades,
somete mis rebeldías...
y dame la Gracia en éste día de gustar
La Misericordia del Hijo que procede del Padre.
Esa que sana y salva,
consuela y restaura,
y no se apague Tu Voz en mi:
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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