domingo, 14 de julio de 2013

Sé optimista y encara las dificultades como un desafío

Me gustaría compartir con ustedes la historia de los gansos.
Cuando esas aves salvajes vuelan en forma de V alcanzan una velocidad 70 veces mayor que se volasen solos. Cuando el ganso que está en el ápice de la V se cansa, va a la punta y otro ocupa su lugar, y así sucesivamente.
Uno dando coraje para el otro en el liderazgo, todo en armonía, buscando la unidad.
Todos ellos son amigos y cuando uno, por fragilidad o por enfermedad, sale del grupo, al menos un ganso de junta al grupo para ayudarlo.
Eso nos sirve como señal de Dios.
Precisamos discernir las señales del Señor en nuestra vida.
En el instante menos pensado tenemos que liderar el grupo, con palabras de coraje a los demás.
Los que están en frente sufren más, pero cuando no aguanta más, están los demás para sustituirlos. ¡Cómo es bueno vivir en familia y en comunidad! Es importante que vivamos el momento presente.

Tengamos cuidado con los pesimistas, esas personas que reclaman de todo.
Si hace calor, porque hace calor, si está frío, porque está frío.
A esas personas le parece tan difícil la vida y acaban confundiéndonos, pues no ven los beneficios que hay en la vida.

Para toda persona negativa, su final es lo que deseó.
Si habla de enfermedad, antes de acontecer se va a enfermar; si habla de frío, en poco, tiempo estará sintiendo frío, y así sucesivamente. Por esa razón el pesimista mata y es una persona destructiva de la buena convivencia, pues nada está bueno para esta.

Recemos:
Señor, danos la alegría de vivir.
“Ten un mismo amor, una misma alma y los mismos pensamientos” nos exhorta la Palabra. Vivamos en comunión en el Espíritu, completando la alegría de Dios y dejándonos guiar por el mismo propósito en armonía, como los gansos en “V”.

Que Dios te bendiga

Tu hermano
Eto
Comunidad Canción Nueva

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